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La idea del proyecto giro en torno a cómo abrir una casa muy cerrada y compartimentada con pequeñas ventanas al exterior sin la posibilidad de tener grandes aperturas en la fachada. Por eso, incorporamos muchas plantas dentro de la vivienda, un elemento verde que proporciona frescor y cierta reminiscencia a la calidez del clima brasileño". Víctor Zorita, del estudio Backsteen, nos cuenta que esta casa, de 110 metros cuadrados, está ubicada en un edificio "de Bonet Castellana, y es parte de una promoción de los años 70 conocido como Conjunto Residencial Retiro II". En su origen tenía tres dormitorios, un salón, dos baños, una terraza y una cocina, "muy compartimentado y muy pequeño todo". Había que acometer una reforma completa, y para ello "se demolieron todos los tabiques existentes. La distribución que se planteó fue un espacio más abierto y comunicada en todas sus estancias. Se unieron a la casa un pequeño tendedero y la terraza exterior que estaba previamente cerrada pero no integrada en la vivienda. La idea fue adaptarla la las necesidades de nuestro cliente, quien demandó un espacio para trabajar desde casa, comunicado con el salón y sin necesidad de estar aislado en un espacio cerrado. Además, quería una cocina con una isla integrada en el salón". Ahora la casa tiene dos habitaciones con dos baños, un salón, cocina y un despacho.
Si hubiese que resaltar dos elementos de la renovación, serían sin duda el verde, como color y en forma de plantas, y las celosías. Lo explica el propio Víctor Zorita: "Uno de los elementos que más potenciamos fue la celosía del antiguo tendedero, muy especial y significativa del edificio. Lo que hicimos fue crear un recibidor con un pequeño banco de lectura y un armario. Se colocó una celosía de perfil minimalista para dejar pasar el máximo de luz y parecer ‘invisible’ para potenciar esta celosía tan especial". Zorita explica que este gesto, casi simbólico, se convirtió en el punto de partida para establecer un diálogo entre la arquitectura original del inmueble y la actualización contemporánea que demandaba el cliente.
"La inspiración que hemos tomado es la arquitectura brasileña de los años 60 y 70. La celosía, elemento muy predominante en esta arquitectura, nos encantó desde el primer momento y queríamos que ocupase un espacio importante en la vivienda, pasando de una zona de tendedero a la entrada de la casa". Con el mismo espíritu, uno de los pilares se dejó "en crudo" en alusión al hormigón visto y al brutalismo. Los colores intensos en tapizados, apoyos puntuales o luminarias, refuerzan esta energía, al igual que el uso de materiales cálidos como el nogal, la enea y los azulejos esmaltados en verdes y rojos profundos en los baños.
Los materiales se eligieron con un criterio funcional pero también expresivo. "Los azulejos esmaltados de los baños crean un efecto de brillo al ser iluminados y el pequeño formato permite crear espacios de hornacinas, con un espíritu más artesanal e irregular". La enea, incorporada en la celosía del dormitorio y en el armario de la entrada, garantiza un equilibrio entre privacidad y transparencia, mientras que la piedra natural aporta solidez y matices visuales: Cuarcita Taj Mahal en la cocina, Arabesco en el baño principal y en la mesa del comedor, y Titanium Gold en el secundario. El suelo de roble unifica todos los espacios con un tono cálido y silencioso.
La paleta cromática se despliega en capas. "La gama cromática es muy vibrante con la presencia de un papel verde de Arte intenso en la zona de la biblioteca-despacho y los colores de los tejidos de taburetes de cocina y banco de entrada. En el resto de la vivienda, la madera del nogal y las paredes blancas dan paso al color en las piezas de arte y en los objetos decorativos".
El mobiliario, una combinación de piezas diseñadas por Backsteen y otras seleccionadas, completa la narración material de la casa. A nivel técnico, el proyecto incorpora soluciones que refuerzan esa mezcla de transparencia e intimidad. "La instalación de las celosías en el baño del dormitorio principal se planteó para dejar un espacio abierto pero con cierta intimidad. Estos paneles móviles permiten cerrar y abrir más los espacios según los usos y necesidades". La ventana de suelo a techo en el acceso ayuda a convertir la entrada en una especie de patio luminoso, un espacio intermedio que realza la celosía como pieza protagonista.
Hubo también piezas con carga emocional. "Rescatamos de la anterior vivienda un par de apliques que colocamos en el pasillo, así como varias piezas de arte que han acompañado al cliente en varias de sus propiedades". Y, sobre todo, una historia personal: "El cliente tenía una relación muy especial con sus tíos, antiguos propietarios de la vivienda. Con ellos había compartido muy buenos momentos y quería tener un recuerdo con ellos. Por ello creamos el neón ‘Thank you for the days’ de The Kinks, grupo musical que le gusta mucho". El mobiliario, una combinación de piezas diseñadas por Backsteen y otras seleccionadas, completa la narración material de la casa.
Más información: @backsteen_
