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La diseñadora de interiores Caitlin Jones Ghajar se encontró con un proyecto algo retador para aprovechar al máximo un precioso apartamento decorado en estilo art déco que alberga un sólo dormitorio y conseguir convertirlo en una casa para una familia con dos hijos.
Ya nos gustó el resultado de este piso que fusiona el estilo Art Déco con el diseño contemporáneo en Turín, pero analizamos hoy el ingenio que llevó a esta interiorista a advertir que este piso pequeño tenía mucho a su favor. Sobre todo si se tien en cuenta su ubicación en la famosa torre Bellaire, un icónico rascacielos art déco situado en la ciudad norteamericana de San Francisco. Si te decimos que esta mole arquitectónica es conocida como Superman y que su barrio es uno de los más codiciados seguro que alcanzas a imaginar el potencial que tenía este proyecto.
Caitlin Jones Ghajar apostó por integrar una solución que economizaba el espacio en el piso pequeño y utilizó una cama de diseño Murphy en el comedor. Además, la interiorista creó una estética colorida inspirada en artículos vintage y muy bien contrastada con la vivaz paleta de las tonalidades del arcoíris. En lo que respecta al color, "animo a la gente a ser valiente y a atreverse, porque el resultado es algo que transmite vitalidad y alegría. ¿Y no es eso lo que todos queremos para nuestra vida?", asegura la diseñadora de interiores.
La casa reformada por la interiorista es muy pequeña, pero el carácter del apartamento suple la carencia de metros. "Consideraron algunas unidades más grandes en edificios más nuevos y decidieron dar prioridad al carácter y al encanto de este edificio", comenta Caitlin Jones Ghajar.
En cuanto a la entrada, la nueva distribución del recibidor fue la solución para que fuera un espacio más funcional. Caitlin Jones Ghajar dedicó mucho tiempo a revisar la distribución de la vivienda. Un cambio inteligente fue reorientar la entrada, que originalmente conducía a un armario extraño y poco utilizado. Esto le permitió incluir un rincón para la biblioteca, que era una de las prioridades del propietario, y crear una transición fluida hacia la sala de estar. La interiorista asegura que bromea "muchas veces diciendo que tengo un don especial para meter una casa de 10 kilos en una bolsa de 5 kilos".
La mesa vintage de latón es el primero de los muchos toques de latón que hay en todo el apartamento. La pared de la galería muestra piezas desde la década de 1920 hasta la actualidad, en «un guiño a todas las vidas que ha vivido este apartamento».
La zona del comedor se ha materializado en un cuarto multifuncional, gracias a una inesperada cama abatible. Los propietarios son un matrimonio con cuatro hijos adultos quieren que ellos también lo puedan utilizar, así que se necesitaba una reforma para poder alojar a más personas, por eso entra en escena el diseño de la cama Murphy, que se ocultó tras unos paneles hechos a medida para dar "la sensación de que siempre ha estado ahí". Los tiradores de los armarios, inspirados en el Art Déco, "añaden un toque de brillo muy agradable", según la diseñadora de interiores.
Es una maravilla la decoración del salón de esta casa pequeña, que está repleto de muebles vintage y preciosos textiles renovados. "Para el cliente era muy importante que utilizáramos muchos elementos vintage para reducir la huella del proyecto. Invertimos en piezas de alta calidad y les dimos una segunda vida", afirma Caitlin Jones Ghajar. Un sofá vintage de George Smith, retapizado en terciopelo azul cobalto, combina con los armarios de alto brillo de la biblioteca. Los muebles son de diferentes colores, pero ella se aseguró de que "tuvieran un nivel de saturación similar para que la habitación siguiera pareciendo muy equilibrada".
La otra característica destacable es la iluminación, una de las pasiones de la interiorista es encontrar accesorios interesantes, así que seleccionó un puñado de piezas vintage y opciones más modernas de marcas, como The Urban Electric Co.:"Todas ellas parecen joyas en el espacio.
Los acabados de alto brillo añaden glamur en la cocina. Para la diseñadora de interiores, "es una cocina totalmente funcional, con placa de cocción y todo lo demás, pero en realidad se trataba de tomar el té por la tarde y un cóctel antes de salir a cenar". Para darle el aire sofisticado de un bar de hotel de lujo, el diseñador lacó los armarios en un opulento verde esmeralda. El panel del frigorífico con motivos de abanicos y los azulejos hacen referencia al diseño art déco del edificio.
En el dormitorio principal, las fantásticas vistas desde esta casa histórica pedían a gritos un papel pintado igualmente espectacular. Se ha puesto el acento en combinarlo con las molduras, porque "sabíamos que queríamos un papel pintado a mano y nos enamoramos del diseño Gracie. Este tipo de azul en particular se adapta muy bien a las vistas que hay más allá, por lo que se obtiene una vista de la bahía. Y el ligero tono verdoso del papel azul se adapta muy bien a esas vistas más allá. Se puede ver el puente Golden Gate", comenta la interiorista.
Las viejas paredes tenían huecos que dificultaban el empapelado. La interiorista remarca que "tuvimos que ser muy meticulosos con las medidas y la ejecución. Creamos alzados detallados de cada pared para asegurarnos de que los pájaros y otros elementos quedaran perfectamente colocados".
El cuarto de baño se ha querido mantener intacto. Fue un reto conservar los azulejos originales del baño y hacer que encajaran en un diseño moderno. "Queríamos que combinaran a la perfección con el resto del apartamento", explica Jones Ghajar. Le costó bastante encontrar el color exacto para sustituir los azulejos originales, que estaban agrietados. Para equilibrar el verde, optó por una elección inesperada: el lila. Pintó las paredes y el techo de ese color e incluso encargó un espejo a juego. Funciona: el morado equilibra el verde y resalta los colores del dormitorio, del resto del apartamento y, más allá, de la ciudad.