Una dulce casa decorada en tonos pastel: Con jardín y porche

La casa cuenta con un maravilloso jardín, de unos 40 m2, que Ilonka y Eric, sus propietarios, han convertido en un lugar de ensueño con diversos ambientes. Uno de sus preferidos es este rincón de relax. En la hamaca de red, es fácil desconectar y adormecerse a la sombra.

En la parte trasera del jardín, Ilonka y su marido construyeron un porche que también funciona como una extensión del interior, pero al aire libre. “Los muebles, la decoración de la pared, las plantas, los cojines… Hemos creado una zona de estar muy acogedora, donde pasamos buenos momentos de tranquilidad”, nos explican.

El porche tiene una gran profundidad. En el interior, la madera es la verdadera protagonista —está presente en techo, paredes y muebles— y, junto a los tonos tierra de los cojines, la sensación es de total placidez. Para este rincón se realizó un banco a medida, que integra una mesa auxiliar en cada extremo y mucho espacio inferior para guardar la leña de las barbacoas.

Durante la puesta a punto del jardín, los propietarios decidieron cubrir el suelo con pequeños cantos rodados. “Nos gusta la idea, porque es un material muy fresco y, sobre todo, una forma relativamente económica de renovar todo el pavimento”.

En el otro extremo del jardín, se creó una zona de comedor. Este agradable rincón, decorado con muebles blancos, queda delimitado por un revestimiento de piedra natural, diferente a la gravilla. Como los adoquines tampoco ofrecían una superficie lisa, se cubrieron con una alfombra que aporta estabilidad y permite mover las sillas fácilmente.

El comedor tiene un completo acceso al exterior mediante un cerramiento acristalado con dos puertas de grandes dimensiones, que se abren hacia afuera. “La mesa la compramos en un mercadillo de Bélgica” cuenta Ilonka. Los jarrones, en tono pastel y con líneas geométricas, añaden dinamismo.

La pared del comedor se pintó en verde olivo. El mismo tono que se utilizó en el salón —imagen de la derecha— para revestir un zócalo inferior que contrastara con el rosa pastel de la parte superior. Así se logró dar continuidad a los ambientes. “Como no me gusta que todos los muebles del comedor sean iguales, he combinado la mesa con seis sillas que comparten el mismo color, pero tienen patas diferentes”, explica Ilonka.

El carácter de Ilonka y sus ideas DIY están presentes en toda la vivienda. Sobre todo, en algunas de las piezas que encontramos en la decoración del salón, como la vitrina bajo estas líneas. “Es de Ikea, pero pinté las patas con un espray en un tono dorado para darle un nuevo look”. Entre todas, reconoce que la mecedora que vemos en la imagen de la derecha es su mueble preferido. “La idea de comprarla rondaba por mi cabeza desde hacía varios años. ¡Ahora estoy tan feliz de haberlo hecho…!”

Vitrina, de Ikea. Alfombras, de Kwantum, Karwei y Xenos. Estantes, de Vitra. Lámpara de pie, de Zuiver.

La zona de estar se articula en torno a la chimenea original de la casa. “Como ya no se utilizaba, quisimos decorarla de forma que caldeara el ambiente del salón”, interviene Eric. Así que, optaron por cerrar el hueco y pintarlo en color blanco. Cojines del sofá, de H&M Home, Zara Home y Maisons du Monde.

El suelo de toda la casa se pavimentó con una tarima de roble macizo que, además de realzar los colores de las paredes, aporta calidez. Sofá con chaise longue, de Trendhopper. Mesas, de Zuiver y Maisons du Monde. Espejos, de H&M Home, Lifestyle y Kwantum.

Se abrió entre el comedor y la cocina, y se completó con una barra para desayunar y picotear. El frente que queda debajo de la encimera se revistió con piedra natural. “¡Eric pegó las piezas una a una!”, recuerda Ilonka.

Para renovar la cocina, a la pareja le bastó con pintar los muebles en color blanco. También sustituyeron la antigua encimera, vieja y en pésimas condiciones, por una superficie continua de hormigón. “No encontrábamos ningún azulejo que nos gustara, así que pensé en prolongarla por el frente de cocción. ¡Ahora, nos encanta!

Alfombra, de H&M Home. Lámpara de techo, de la firma Madam Stoltz.

Tal y como hemos visto en el resto de la casa, a Ilonka le encanta combinar el rosa con muebles de madera, detalles en fibra y tonos naturales. Una mezcla que también llevó a su dormitorio, donde no dudó en pintar sobre el empapelado de la pared.

Ropa de cama, de H&M Home, Rivièra Maison y Maisons du Monde.

Organiza un rincón de relax en el jardín con un sofá, una tumbona o ¡incluso una cama! Para añadirle frescor, colócalo cerca de hiedra u otras plantas trepadoras. Vístelo con tejidos naturales, que no dan calor y son transpirables.

Anota: si tus muebles son blancos o de madera clara, pinta la pared en un color que contraste con ellos. Elige tonos suaves para transmitir calma, o intensos y brillantes si prefieres ambientes vitales y optimistas.

En la zona de estar de tu jardín no pueden faltar ni pufs ni cojines de suelo: no son muy cómodos para pasarse horas sentados, pero te sacan de un apuro cuando hay visitas. Además, como son ligeros, podrás moverlos y cambiarlos de sitio fácilmente para favorecer la conversación.

¿Un baño en tonos crema te parece plano? Añade color con las toallas, la alfombra, la jabonera, unas velas… No es necesario que tengan los mismos estampados, pero sí que sean de tonalidades similares. ¡Incluso puedes empapelar una pared!

¿Quieres recrear el estilo country chic? Pinta la pared en rosa palo y, si te apetece una atmósfera relajada, combínala con un zócalo en un tono neutro. Elige muebles de madera y añade detalles de aire étnico.

Decorar de manera ordenada ayuda a crear espacios equilibrados y llenos de armonía. Elige elementos que compartan el mismo diseño y juega con las alturas para darle un punto dinámico al conjunto