En este estupendo chalé se disfruta de la privacidad y las vistas por igual
Un cambio de casa es un empezar de nuevo. Así lo quiso el dueño de este chalé madrileño, que se alejó de la ciudad para disfrutar de la naturaleza. Y acertó…

El dueño de este chalé —un empresario del mundo de la publicidad—buscaba un cambio en su vida, empezar desde cero, dejar atrás otras casas donde había vivido, renovarse, mantener muy pocos muebles anteriores… Admirador de la naturaleza, su gran ilusión era tener una casa abierta al jardín para ampliar visualmente su interior. La que compró, situada a las afueras de Madrid, le gustó por sus vistas e intimidad respecto a otros vecinos. Eso sí, era reacio a trabajar con decoradores, porque mantenía la idea de que “los profesionales decoran la casa a su gusto, pero no escuchan lo que quiere el dueño”. Pero pronto cambió de opinión.
Hoy, nos cuenta “la perfecta simbiosis que tuve con la decoradora, anticuaria e interiorista Dafne Vijande. Me la había recomendado una buena amiga que conocía su profesionalidad”. Y añade, “supo perfectamente respetar mis gustos, que no siempre eran de su agrado, pero convenciéndome de dotarlos de pequeños cambios que los integrara mejor con el diseño global de la casa”. La idea que transmitió a Dafne fue simple: transformar este chalé en una casa más moderna, manteniendo la estructura principal, y combinar sus ideas —él quería un aire masculino en la decoración—, con los consejos de una profesional.


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