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Despertar cada día rodeado por muros que han presenciado casi un milenio de historia. Esto es lo que ofrece el apartamento restaurado dentro del Palazzo Rinuccini, en pleno casco histórico de Siena. Diseñado por CMTarchitetti, este espacio de 140 metros cuadrados es un hogar pero también un viaje al pasado, transformado para abrazar las necesidades contemporáneas sin perder su esencia medieval. Ubicado en el segundo piso del edificio, el apartamento aprovecha al máximo la riqueza histórica del Palazzo Rinuccini, cuyo núcleo original es una casa-torre medieval construida entre los siglos XI y XIII a la que, a principios del siglo XIII, se le añadió una estructura adyacente de uso residencial. La distribución actual incluye una sala de estar/comedor dentro de la torre, una cocina amplia con isla central, dos dormitorios, dos baños y un trastero.
La sala de estar, tallada íntegramente dentro de la torre medieval original, es un espacio que desborda carácter. Durante la restauración, las paredes, ocultas bajo capas de yeso, fueron cuidadosamente desveladas, revelando una mampostería que combina piedra caliza cavernosa y ladrillo en un patrón de "filaretto". Este diseño bicolor, nacido como una solución constructiva, ahora brilla como un detalle estético único. Las ventanas monóforas originales, que alguna vez fueron las únicas aberturas al exterior, vuelven a conectarse con la luz y el paisaje, aportando una atmósfera singular.
El enfoque minimalista en la decoración busca realzar estos elementos históricos. El suelo de resina beige satinada, producido por Hd Surface, actúa como un lienzo neutro, mientras que el techo de vigas de madera de olmo y tejas de terracota tratadas con cal suaviza los colores del espacio. Un baño de invitados, escondido dentro de la mampostería de la torre, introduce elementos de diseño contemporáneo, como un espejo iluminado y un lavabo de vidrio naranja con base de corcho, ambos de Antonio Lupi.
La cocina, situada en una extensión del siglo XII adyacente a la torre, refleja el equilibrio entre lo antiguo y lo moderno. La antigua fachada de la torre, ahora una pared interior, enmarca una isla central con una superficie de cerámica beige y laterales de madera de olmo oscuro. Este espacio funcional y elegante conecta visualmente con el resto del apartamento gracias al uso consistente de materiales como la resina en el suelo y las vigas de olmo en el techo, tratadas con cal para unificar el diseño.
La zona de descanso no se queda atrás en detalles. El dormitorio principal combina suelos de parquet de roble natural con paredes revestidas en pasta de cal, logrando un ambiente cálido y sereno. El techo, con las características vigas de madera y tejas de terracota tratadas, aporta continuidad visual con el resto del apartamento. El dormitorio individual, más compacto pero igualmente encantador, incluye una pared de piedra que alguna vez formó parte de la estructura externa de la torre, añadiendo una conexión tangible con el pasado. Que viva la historia y la arquitectura antigua.
