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El yogur es el mejor valor para un desayuno saludable. Ya sea al estilo griego o normal, con sabor o natural, muchos de nosotros lo consumimos al menos una vez a la semana. Algunas personas apuestan por tomarse un yogur todas las mañanas. ¿Pero es posible que sea demasiado? Para llegar al fondo de la cuestión, hemos consultado a dos dietistas. Esto es lo que hemos aprendido.
El yogur tiene un currículum nutricional sorprendente
Los beneficios para la salud del yogur son innegables. Según Jessica Cording, dietista y asesora de salud, el yogur a base de lácteos es una buena fuente de "calcio, vitamina B-12, riboflavina, potasio y fósforo".
El yogur además es rico en proteínas: una porción de 150 g puede contener hasta 16 gramos, según el tipo y la marca. Jessica también señala que muchos “productos lácteos está enriquecidos con vitamina D”, por lo que cualquier yogur a base de lácteos también es una buena fuente de vitamina D.
Muchos tipos de yogures también contienen probióticos, que son bacterias beneficiosas. Según Kim Yawitz, dietista y propietaria de un gimnasio, los probióticos "ayudan a optimizar el equilibrio entre los microorganismos buenos y malos en el intestino". Yawitz dice que comer yogur que contenga estos probióticos puede "evitar infecciones intestinales, aliviar los síntomas del síndrome del intestino irritable y reducir el riesgo de cáncer de colon". Con todos estos beneficios nutricionales, parece que solo podemos sacar cosas buenas de tomarse un yogur a diario.
Pero no todos los yogures son iguales
El valor nutricional específico del yogur puede variar y todo depende del tipo de yogur y de la marca. Por ejemplo, sólo determinados yogures contienen esos probióticos que son tan beneficiosos son para nuestro intestino. Según Yawitz, la mayoría de las bacterias saludables que se encuentran naturalmente en el yogur en realidad mueren cuando se pasteuriza el yogur. Sin embargo, Yawitz dice que "muchos fabricantes añaden más bacterias probióticas" después de pasteurizar el yogur. Sólo estos tipos de yogures enriquecidos realmente están preparados para beneficiar nuestra salud intestinal.
Además, la calidad nutricional de los yogures varía enormemente dependiendo de la cantidad de azúcar que tenga añadido. "Muchas personas se sorprenden al saber que su aparentemente inocente yogur con sabor a fruta contiene tanto azúcar como un helado", dice Yawitz.
¿No te lo crees? Consulta la información nutricional de un yogur de fresa de una marca popular: por cada 100 gramos contiene solo 3 gramos de proteína y 11,9 gramos de azúcar, casi lo mismo que 100 g de helado de vainilla. Si tuvieras la opción, probablemente eligirías el helado.
Consejo: está claro que si bien el yogur tiene el potencial de ser una opción saludable todos los días de la semana, no es necesariamente cierto. Consulta la etiqueta de los yogures que sueles comprar para asegurarte.
Qué debes tener en cuenta al comprar yogur
Hay algunas buenas reglas generales que debes saber a la hora de comprar tus yogures favoritos.
- Elige yogures con alto contenido de proteínas. Aprovecha el potencial de un yogur rico en proteínas, es especialmente importante si quieres empenzar el día con una comida que te mantenga hasta el almuerzo. Cording a menudo recomienda el yogur griego o el skyr, ya que ambos son "ricos en proteínas y te ayudarán a sentirte lleno por más tiempo". Sin embargo, señala que si “alguien prefiere la textura del yogur natural”, no debería sentirse obligado a comer yogur estilo griego. “Es posible que simplemente necesiten incorporar un poco más de proteína de otras fuentes” en su desayuno.
- Evita los azúcares añadidos. A menos que quieras comer dulce en el desayuno, sigue la recomendación de Cording y opta por yogures naturales en vez de yogures con sabor (es decir, endulzados). Pero si odias el yogur natural, no te desesperes: busca yogures con sabor que sean bajas en azúcar o usa "alternativas naturales al azúcar como la alulosa, fruta del monje y stevia". También sugiere mezclar variedades de yogur natural y saborizado y ajustar gradualmente las proporciones con el tiempo para que "las papilas gustativas se adapten".
- Sé inteligente. Asegúrate de obtener todos los beneficios potenciales de los probióticos revisando las etiquetas para asegurarse de que tu yogur está enriquecido con esas bacterias. Yawitz recomienda buscar "productos con las palabras 'cultivos vivos y activos' en la etiqueta y cepas específicas de bacterias en la lista de ingredientes".
