Ahora que cocinamos y comemos más en casa, es imprescindible practicar una cocina de aprovechamiento para reducir desperdicios, gastos y ganar tiempo.

En España, cada semana, se tiran a la basura una media de 1,3 kg de alimentos por hogar. Según un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el 84,2% de estos alimentos son productos sin elaborar. Del 30% de las familias españolas que reconocen tirar comida una vez cocinada, el 48% lo hace desde la nevera y el 20% desde el plato.

Entre los alimentos que más desperdiciamos están las frutas, las hortalizas y derivados lácteos. Si quieres reducir estas cifras en tu hogar y ahorrar dinero, te proponemos estos sencillos consejos.

Cómo conservar restos de comida

Embolsa la fruta blanda que ya no esté en su mejor momento y congélala. Después, añade la fruta congelada directamente a compotas, mermeladas y tartas de fruta ricas y fáciles. Puedes utilizar plátanos maduros para hacer un helado de plátano, pero también fresas, arándanos, moras y frambuesas.

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Antes de que se te estropee la fruta madura, y si quieres evitar el paso por el congelador, prepara batidos, granizados y helados.

Aprovechar el vino

Cuando abres la botella de vino tinto y no la consumes pasados cinco días, puedes pensar en congelarlo, porque será perfecto para cocinar con él. Utiliza bolsas de congelación o cubiteras herméticas, ya que el contenido de alcohol del vino hace que no se congele del todo. No es necesario descongelar el vino antes de utilizarlo, pero hay que asegurarse de que se consume en un plazo de 3 meses.

Cocinar recetas con sobras de comida

Con las sobras de carne puedes preparar canelones, lasañas o hamburguesas o hacerlas en salsa. Usa los restos de pescado para cocinar un puré o croquetas. Con los garbanzos que no habéis comido, haz hummus, ensaladas con las lentejas y tortillas con guisantes o espinacas. Aprovecha la fruta ya pasada para preparar batidos y zumos.

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La masa de hojaldre ayudará a crear deliciosos platos con sobras. Haz una quiche de verduras cocidas o fritas o una empanada con pollo y huevo cocido.

Aprovechar las verduras hasta el último tallo

Nos ha pasado a todos. Compras pimientos, ajos y cebollas en el supermercado, pero para la receta que vas a preparar sólo necesitas la mitad. Trocea, pica y corta la verdura, ponla en distintas bolistas para congelar y tendrás siempre a mano la mejor base para hacer un rico sofrito para tus recetas. También puedes congelar para hacer estas recetas con calabaza, calabacín, coliflor, brócoli, espárragos...

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Otra buena idea es conservar las propiedades de las hierbas aromáticas y especias, así que no dudes en lavar, cortar y congelar jengibre, cilantro, cebollino, laurel... Para conseguir una salsa de pesto puedes mezclar hierbas picadas con mantequilla y congelarla en cubitos, así el cocinado será más sencillo y rápido.

¿Has hecho un caldo y ahora no sabes qué hacer con las verduras cocidas? Puedes preparar ensaladas; cremas con zanahorias, puerros o calabaza; purés con judías verdes; terrinas con puerros, acelgas y calabaza mezclados con huevos y nata o una tortilla con calabacín.

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Recuperar un plato de pasta

La pasta de un día para otro suele convertirse en un bloque. Para evitarlo y poder aprovecharla, antes de que se enfríe, ponle un poco de aceite, remueve y deja enfriar.

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Si ya se te ha pegado, hierve agua en una cazuela, cuando entre en ebullición fuerte, echa la pasta 1 minuto y saca.

Qué hacer cuando el pan está duro

Es uno de los alimentos que más se tira en los hogares. Para que te aguante un día o dos, guárdalo en bolsas de tela o congélalo. Cuando ya se ponga duro y seco, úsalo para hacer pan rallado o como picatostes fritos en sartén con aceite y pimentón.

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Para las rebanadas enteras de pan sobrante, mételo en el congelador envuelto en plástico. Debería durar entre cuatro y seis meses. Cuando lo saques del congelador, puedes tostarlo rápidamente con la función de descongelación.