Hemos pedido a nueve personas de diversos ámbitos creativos -artistas, anticuarios, diseñadores, interioristas…- que nos confiesen cuál es el objeto-tesoro que les ha acompañado siempre. Y nos han contado sus historias de amor y de nostalgia.


Chema Madoz. Ecos de un frontón

chema madoz
Morente
pelota de frontón de chema madoz
Chema Madoz

La mirada del artista Chema Madoz se plasma en objetos cotidianos, piezas del día a día que él transforma en sutiles obras que subvierten la realidad. Este creador madrileño, Premio Nacional de Fotografía, conserva desde su infancia un elemento que le conecta con su padre. “Debía de tener yo unos diez años cuando mi padre, que jugaba al frontón en el País Vasco, se hizo él mismo esta pelota que está forrada de esparadrapo. Jugaba a lo que llamaban pelota mano. Siempre pensé que ésta aún conserva las huellas de su mano”, nos cuenta.


Armelle Fenouil. Con sello real

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Pablo Sarabia

Como coleccionista y anticuaria, Armelle Fenouil, fundadora, junto a Alfonso Imedio, de la tienda de antigüedades madrileña Berenis, tiene un ojo experto para calibrar piezas valiosas de todas las épocas. En el salón de su casa, un retrato de Catalina de Braganza, hija de Juan IV de Portugal y reina consorte de Inglaterra como esposa de Carlos II, tiene un lugar de honor. La obra se atribuye a Peter Lely, artista de origen neerlandés y retratista de la corte inglesa en el siglo XVII. Esta obra llevaba varias generaciones en su familia, y Armelle la heredó de su abuela. “Le tengo especial cariño, probablemente de verlo en su casa presidiendo el salón, con el plus, además, de apreciarlo por su valor como anticuaria”, concluye.



Tomás Alía. Hilos eternos.

tomás alía
JUAN MARTÍN
paño bordado
Tomás Alía

Cuando el interiorista Tomás Alía nació, en Lagartera, su madre, Pepita Alía, bordadora y embajadora de las labores lagarteranas, bordó para él este paño de manos con sus iniciales. Y desde entonces ha sido atesorado por el diseñador, también defensor de la artesanía textil única de esta localidad toledana. Y con este paño, cubrió los pies de su madre durante la capilla ardiente en su casa de Lagartera tras su fallecimiento hace unos meses. “Es una exquisita filigrana que describe su infinito amor y la belleza de su alma”, concluye.


The Exvotos, Luciano Galán y Daniel Maldonado. Como en un altar

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Hearst

Hace unos 20 años, los artistas The Exvotos, -Luciano Galán y Daniel Maldonado-, célebres por sus cabezas-recipiente de cerámica pintada, hicieron un modelado de la Virgen de la Macarena en terracota policromada al temple. “Nos acompaña y nos alumbra. Nos da dicha y felicidad. Es nuestro fervor y admiración; es la risa y la pena. En ella encontramos a nuestra tierra y simboliza uno de los más bellos sentimientos: la esperanza”, nos confiesan. La pusieron en un sitio privilegiado, en el recibidor de su casa en Sevilla. “Es lo primero que vemos cuando regresamos. Es nuestra protectora”, sentencian.


Sandra Segimón. Crush con final feliz

sandra segimón
Victoria Muñoz
jarrón cabeza antiguo sushita
Victoria Muñoz

Hace años, Sandra Segimón, fundadora del grupo de restauración Sushita, tuvo un flechazo al ver esta cabeza-jarrón en un anticuario del sur de Francia. De principios del s. XX, fue hecha por artesanos de Sicilia. La tuvo en la entrada de su casa, se la llevó al Palacio de Liria cuando presentó la vajilla Eugenia&Sushita, en colaboración con Eugenia Martínez de Irujo, y después la lució en el lanzamiento de la Colección de Lorenzo Caprile en Madame Sushita, uno de sus restaurantes. “Y ahí la hemos dejado porque encaja muy bien con su romanticismo”, afirma.


Nani Marquina. La luz de un icono

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Albert Font

En 1961, Miguel Milá diseñó y produjo la lámpara TMC, que se convirtió en un emblema de los albores del diseño español. Ésta ha iluminado a Nani Marquina, fundadora de la firma nanimarquina. “Fue de las primeras piezas que puse cuando me casé en 1974, aunque en mi casa familiar también la teníamos. La he ido trasladando conmigo allí donde he vivido. Y ahora mantengo la versión actual: la TMM”, cuenta. “Me recuerda a los inicios del diseño en España, impulsado por mi padre, Rafael Marquina, junto con otros diseñadores industriales, como Miguel Milá. La lámpara me conecta a esos momentos y a la pasión con la que vivieron aquella época”.


Oliva Arauna. Un par de amigas

oliva arauna
Pablo Sarabia / HEARST
butacas art déco
Pablo Sarabia / HEARST

Cada vez que le ha tocado mudarse, la galerista de arte Oliva Arauna pone cuidado en llevar consigo solo las piezas con las que quiere convivir. Las primeras de la lista son dos butacas art déco que pertenecieron a su abuela. Y ahora están en la casa a la que se mudó hace un par de años, una nave-loft, en el madrileño barrio de Tetuán. “Mi abuela, a quien admiré profundamente, las tenía en su cuarto, y de niña me encantaba sentarme en ellas. Con el tiempo pasaron a formar parte de mi casa, y aunque han sido retapizadas dos veces -la última hace 25 años con tela de Gastón y Daniela-, siguen siendo el mismo refugio familiar. Me recuerdan a ella y a su fortaleza. Son más que un mueble: son memoria, raíz y un recordatorio de que nunca hay que dejar de luchar”.


Sandra Tarruella. Tesoro esencial

sandra tarruella
Sergio Enriquez-Nistal
lámpara parentesi, diseñada por achille castiglioni
Clemente Vergara

Uno de los iconos del s. XX y ejemplo de brillantez minimalista, la lámpara Parentesi, diseñada por Achille Castiglioni en 1971 a partir de una idea de Pio Manzù, es la pieza elegida por la interiorista Sandra Tarruella. “Estuvo en casa de mis padres ya en los años 70, y me recuerda lo fan del diseño que era mi madre (Rosa Esteva, fundadora del grupo de restauración Tragaluz) ya entonces, así que hace mucho que me acompaña”. Sandra la tiene en su casa de Girona y la ha puesto en algunos proyectos. “Es significativa para mí por su diseño; es ligera, versátil, atemporal y sostenible, y con carácter nómada. Da una luz indirecta muy bonita y nace de un esbozo de lápiz, y de la unión de dos grandes diseñadores, Castiglioni y Manzù, quienes trabajaron juntos, pero nunca llegaron a conocerse”.

Lettermark

Coordinadora y editora gráfica de Elle Decor y Nuevo Estilo Collection. Licenciada en la Universidad Complutense de Madrid, con máster de Bibliotecas, Archivos, Documentación y Museos en la Universidad CEU San Pablo. Trabaja en el mundo de la decoración desde 2010. 

Headshot of Ana Rodríguez

 Ana Rodríguez Frías es redactora especializada en temas de interiorismo, diseño, decoración, arquitectura y arte, y actualmente escribe sobre ellos en ELLE DECORATION y en NUEVO ESTILO COLLECTION. Le encanta rastrear las nuevas tendencias y los lanzamientos de productos innovadores, pateando ferias de diseño en lugares tan apasionantes como Milán, Londres, París, Estocolmo… 

 Le apasiona contar las historias de personas admirables, creativas y soñadoras, que buscan la belleza y quieren crear un mundo mejor. Y por eso ha disfrutado entrevistando a grandes diseñadores como Oki Sato de Estudio Nendo, Jasper Morrison, Piero Lissoni, Antonio Citterio, Patricia Urquiola, Rodolfo Dordoni, Jaime Hayon, Ross Lovegrove, Sabine Marcelis, Barber Osgerby, Piet Hein Eek… por nombrar solo a algunos. Y adora descubrir nuevos talentos entre artesanos, diseñadores, artistas y arquitectos emergentes.

 En sus ratos libres, se entrega al yoga, práctica que empezó como un hobby y que se ha transformado en pasión. Voraz lectora desde la infancia, pertenece a un Club de Lectores desde hace una década. Cinéfila, prefiere saborear las buenas películas en las salas de cine y, por supuesto, en versión original. 

 Es periodista titulada en la Pontificia Universidad Católica de Chile, cursó un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid. Antes de dedicarse a la decoración y al diseño desde ELLE DECORATION y CASA DIEZ, trabajó en la revista de moda y estilo de vida DT.