Un piso abierto y adaptable con vistas al mar
El estudio Sube Interiorismo adaptó un piso en Lequeitio, Vizcaya, a las necesidades y gustos de un escritor.
"Nuestro cliente, un escritor que vive solo, quería una vivienda actual, sencilla, con colores cálidos y un espacio agradable para trabajar mirando hacia el mar". Así explican los integrantes del estudio Sube Interiorismo las premisas de las que partían en este proyecto, en el que tenían que reformar una vivienda de dos habitaciones situada en el municipio vizcaíno de Lequeitio.
El piso tenía que star adaptado para su vida en solitario y para los momentos en que recibía a gente en casa. Por ello, la cocina la concibieron abierta al salón y con una barra en la que comer para el día a día. También pensaron en las cenas que suele organizar con sus amigos e idearon una mesa que se despliega cuando la ocasión lo requiere, componiendo en cuestión de segundos un comedor. En los espacios destacan los rincones diseñados para poder sentarse a disfrutar de las vistas, y en la decoración son protagonistas los detalles azules y blancos, "porque no podíamos olvidar la brisa marina que nos llegaba a través de las ventanas", confiesan.
Fotos: Elker Azqueta
www.subeinteriorismo.com
Marinero en tierra
Un escritor quería transformar su piso en un refugio en el que el mar que puede verse desde las ventanas entrara para inspirarle y trabajar.
En la cresta de la ola
Los responsables de llevar acabo el proyecto fueron los integrantes del estudio Sube Interiorismo.
Vistas al mar
En toda la casa podemos encontrar rincones pensados para disfrutar de las vistas, como esta estantería-banco hecha a medida frente a la ventana del salón.
Brisa marinera
El azul y el blanco son los protagonistas, "porque no podíamos olvidar la brisa marina que nos llegaba a través de las ventanas", confiesan.
Mente abierta
En el salón, mesa de centro de roble envejecido y metal, de Crisal Decoración, sofá cama chester y tres plazas a medida, diseño de Sube Interiorismo y hechos por Deco Lur Sofá.
Compartir es vivir
Vista del espacio que comparten salón, comedor y cocina.
La oficina en la playa
"Nuestro cliente, un escritor que vive solo, quería una vivienda actual, sencilla con colores cálidos y un espacio agradable para trabajar mirando hacia el mar", explican.
Día a día
Como vive solo, no era necesario un gran comedor que ocupara mucho espacio del salón.
Comer en la barra
Por este motivo, diseñaron una isla en la cocina que contiene una barra para comer.
Cena de amigos
También cuenta con una mesa que puede desplegarse para componer un comedor para las reuniones con amigos.
Mesa para seis
La mesa desplegada diseñada por Sube Interiorismo puede acoger hasta seis comensales.
Cocina
Vista de la cocina con la barra en la isla.
Toma asiento
Los taburetes son el modelo Bob, en madera natural y con asiento lacado en blanco, de Ondarreta.
Bajo la luz
Las lámparas colgantes blancas son el modelo Globe, de Castan Arquitectural Lighting, en Susaeta Iluminación.
Quedarse en blanco
Los armarios de la cocina son de Santos Estudio Bilbao.
Tiene madera
Vista de la barra de madera y, al fondo, del mar.
La cocina
Calidez
La barra de madera aporta el punto cálido perfecto sin perder la sensación luminosa y amplia del blanco.
El pasillo
En primer término, aplique blanco Dau, de Milán Iluminación, en Susaeta Iluminación. Al fondo, cómoda gustaviana envejecida, en Crisal Decoración.
Camarote
En el dormitorio principal, también con el azul y el blanco como protagonistas, soplan brisas marineras. Mesitas de noche de pino antiguo blanco y madera natural, de Brucs, y ropa de cama y cojines Zara Home.
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