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Dos hechos marcaron el diseño de esta casa de 330 metros cuadrados. Uno de ellos es que a la propietaria le apasiona cocinar y ese espacio debía ser el alma absoluta de la reforma que empezaron a acometer. La segunda es que durante el proceso, la familia, que era de cuatro miembros, dio la bienvenida a un tercer hijo que marcó un ritmo especial para el futuro interior: se dieron cuenta de que debía ser estético pero sobre todo vivo, flexible, orgánico y capaz de transformarse con sus habitantes. Para ello, confiaron en la diseñadora Aliya Khalfetdinova, al frente de AX INTERIORS Interior Design Studio.
El trabajo fluyó "con sorprendente armonía: los clientes confiaron en nosotros, apoyaron las ideas y avanzamos juntos hacia el objetivo. Por supuesto, hubo ajustes durante el proceso (se sustituyeron algunos materiales, se corrigieron ciertos detalles), pero la esencia se mantuvo intacta: un minimalismo luminoso, texturas naturales, funcionalidad y orden". La vivienda fue diseñada bajo un estilo minimalista.
"Desde el principio", cuenta el estudio, "los clientes soñaban con funcionalidad, materiales naturales, una paleta serena de colores y acentos de luz natural. Para ellos, el interior no debía ser un escaparate, sino un espacio donde se valoran el orden, la armonía y el lugar de cada miembro de la familia. Cuatro salones, vestidores, lavaderos e incluso una zona de spa con piscina, todo fue planificado para que la casa funcionara como un sistema fiable donde cada elemento tuviera su sitio".
En este planteamiento, la zona de cocina y comedor, unificados ambos espacios, se hizo con el protagonismo. Aquí se instaló un conjunto de cocina Leicht, "con un sinfín de mecanismos que facilitan la vida cotidiana". Una encimera de inducción con extractor integrado, un fregadero con triturador de residuos y un grifo con agua hirviendo instantánea hicieron posible prescindir del hervidor, manteniendo el espacio limpio y sin ruido visual. Junto a ella, una gran mesa italiana de Pianca reúne a toda la familia, mientras que frente a ella un televisor integrado en cristal ahumado Burg Glass refuerza la sensación de ligereza y de invisibilidad tecnológica.
Ya en la zona de dormitorios, en el principal predomina la calma. "Los materiales naturales, la paleta suave y la sensación de confort son los protagonistas, mientras que la entrada al vestidor se oculta tras un espejo, convirtiendo una solución funcional en un gesto de diseño elegante", explica la diseñadora. Las habitaciones infantiles se alejan de los clichés: nada de paredes rosas ni motivos de dibujos animados. El interior es luminoso, etéreo, en tonos neutros, y su punto focal es un cabecero texturizado hecho a medida. El espacio cuenta con todo lo necesario para estudiar y descansar: crece al mismo ritmo que sus pequeños habitantes.
Por último está la zona de spa con piscina, "uno de los grandes orgullos del proyecto". Los diseñadores utilizaron gres porcelánico de gran formato de Laminam y baldosas de hormigón Nokkel con una superficie texturizada que recuerda a la piedra natural. Así se creó un espacio de descanso. Cuando se le pregunta a la diseñadora por el resultado, asegura que "es el reflejo de la historia de una familia. En ella se condensan el amor por la sencillez, el respeto por la naturaleza y la atención a cada detalle. Sin duda, el interior ha cumplido su propósito".
Más información: ax-interior.com
