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Dicen Amanda Leigh y Taylor Hahn, del estudio House of Rolison, que no es obra nueva "pero podría considerarse un hogar nuevo dentro de una envolvente antigua. Todo lo interior se renovó, respetando la estructura y el espíritu de los años 40". La Castana es una casa unifamiliar con 4 dormitorios y 4 baños, con un total de 280 m² sobre una parcela de 712 m². Construida en 1948, presentaba una distribución fragmentada y poco fluida. "Los acabados estaban anticuados y apagados", explican desde el estudio, "sin responder a las necesidades actuales. Algunas zonas se percibían deterioradas y la fachada carecía de atractivo visual. Era evidente que necesitaba una reforma cuidadosa".
El estudio se inspiró en el encanto del viejo Hollywood de Nichols Canyon, aportando a la casa espacios llenos de luz y amplias vistas en un entorno apartado. Incorporaron artesanía europea contemporánea en todo el interior y sumaron baños tipo spa de aire atemporal, subrayando una idea de lujo discreto. "En lugar de una demolición completa, optamos por una reforma selectiva y curada. Preservamos elementos arquitectónicos como las proporciones de la entrada, la pared de la chimenea y el ritmo de las ventanas originales, al tiempo que reimaginamos por completo la cocina, la suite principal y el jardín trasero".
Se mantuvo y restauró la cocina La Cornue original, "considerada una auténtica pieza de época". Buscaron puertas del mismo periodo, incluida la de entrada, una de lavandería y una de principios de 1900 para la zona de servicio. "Estas viviendas se construyen a medida. Nuestra misión es crear es crear entornos estéticamente únicos que no puedan encontrarse en otro lugar, garantizando a la vez seguridad, solidez y durabilidad".
En el mobiliario interior, imaginaron una estética recopilada y curada, con tapicerías a medida, carpintería de líneas limpias, metales llamativos, linos texturizados y alfombras anudadas a mano. Todo se dimensionó para potenciar los grandes ventanales y enmarcar las vistas. Para fundir el encanto histórico con una actualización contemporánea, añadieron un lavadero más amplio, un vestíbulo principal con una puerta arqueada de anticuario y conservaron el muro acristalado del salón, que aporta abundante luz natural, controlada con nuevos tratamientos y paisajismo.
"La escalera tenía demasiadas curvas, por lo que se simplificó para dar un recorrido más directo y limpio. Se actualizaron completamente todos los baños con nuevas distribuciones, acabados y equipamiento de nivel contemporáneo. Se añadió una piscina para dar protagonismo al jardín trasero. La puerta de entrada original no encajaba en la secuencia de acceso, por lo que se recuperó una puerta de época en un almacén de antigüedades arquitectónicas local. Se incorporó además una cornisa neoclásica en la cubierta para aportar más presencia al exterior", enumera el estudio. Por ejemplo, el baño principal "se concibió como un santuario, con un arco escultórico sobre la bañera. El salón se planteó como zona abierta y luminosa, orientada a la conexión. En el exterior, el jardín se diseñó como un refugio al estilo del Lago de Como, con terrazas, agua y rincones de descanso que invitan al ocio y a la evasión".
También mejoraron la relación interior-exterior y cerraron completamente la finca para asegurar privacidad, lo que permite que la casa pase de refugio tranquilo a escenario perfecto para recibir invitados. Pero a la vez, los propietario dan prioridad a la vida exterior, con un gran jardín trasero, piscina y terraza generosa. "Con La Castana nos apoyamos en el lenguaje neoclásico, que sentimos adecuado para las proporciones y el entorno de la casa. Nuestro amor por el alma europea guió cada decisión: materiales atemporales, texturas superpuestas y un sentido de romanticismo que se siente enraizado en la historia pero vivo en la vida moderna. El objetivo no era recrear el pasado, sino canalizarlo, de manera que la casa resultase con alma, perdurable y plenamente integrada en el paisaje".
Más información: houseofrolison.com
