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El último proyecto de la interiorista Sara Rodríguez –Ro Interiors– surgió del encargo de transformar una antigua oficina en dos casas independientes. Una se destinó al alquiler y la otra, de 65 metros cuadrados, se concibió como segunda residencia para una pareja joven. ''El apartamento se encuentra en un edificio modernista de 1914, lo que aportaba un contexto arquitectónico con mucho carácter, pero también con ciertos retos de adaptación'', explica Sara Rodríguez.
La intervención consistió en liberar el espacio de todo lo superfluo y darle una nueva vida con una distribución sencilla, luminosa y práctica. En cuanto a la distribución, la vivienda cuenta con una cocina abierta que se integra con el comedor y el salón, una habitación de matrimonio y un baño. La abundante luz natural y los techos de 3,40 metros de altura, propios de un segundo piso en un edificio de esta época, se convirtieron en los mejores aliados para potenciar la sensación de amplitud.
En cuanto al estilo decorativo, se apostó por una estética contemporánea de inspiración mediterránea: una paleta clara y neutra, muebles de líneas depuradas en madera natural, textiles ligeros y detalles en dorado cepillado que aportan sofisticación. ''La vegetación y los objetos escogidos con cuidado completan un ambiente cálido y acogedor, siempre desde la simplicidad'', añade la interiorista.
Uno de los aspectos más importantes fue el diseño de la cocina. Al estar abierta al salón, se quiso evitar la imagen de la típica cocina de apartamento, así que los electrodomésticos se ocultaron tras el mobiliario y la campana se integró en la placa de inducción, consiguiendo una estética discreta y sofisticada.
El proyecto también recuperó elementos originales del edificio. ''Por un lado, eliminamos los falsos techos registrables instalados en los años 80 para dejar a la vista la tradicional bóveda catalana. Para suavizar su característico tono rojizo y aportar más luz al conjunto, pintamos en blanco con pistola, logrando una textura más ligera y menos opaca. También recuperamos las puertas y las ventanas originales de madera y las pintamos del mismo tono que el techo'', expone Sara Rodríguez.
En el dormitorio principal se buscó potenciar al máximo la sensación de calma y frescor. El papel pintado y el cabecero tapizado aportan textura sin recargar, mientras que la ropa de cama en lino y los cojines con motivos florales introducen un toque natural y acogedor. La gran ventana con carpintería original modernista, acompañada de cortinas ligeras, permite que la luz natural inunde la estancia. Las mesitas de noche en madera, las lámparas de latón y la luminaria de fibras naturales completan un espacio equilibrado entre lo funcional y lo decorativo.
En el baño se eligió un formato de baldosa de 10x10 respetando los tonos del resto de la casa. ''Decidimos huir de los grandes formatos modernos para darle un aire más clásico al espacio'', indica la interiorista. El espejo de anticuario (adquirido en un hotel rural en Ripoll), las griferías y el aplique dorado le dan un toque de elegancia muy especial.
El resultado es una segunda residencia acogedora y funcional, resuelta con los muebles imprescindibles y una estética depurada que combina practicidad y calidez. Un refugio contemporáneo dentro de un edificio con más de un siglo de historia, donde la memoria modernista dialoga con un estilo actual y atemporal en un ambiente de pura armonía.
Proyecto: Ro Interiors.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).