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Hoy en día, las familias multigeneracionales, tan comunes en el pasado, son una excepción. Sin embargo, este proyecto de reforma integral llevado a cabo por el estudio de interiorismo de Pia Capdevila, recupera la esencia de la convivencia entre padres, hijos y abuelos.
Con el propósito de mantener la cercanía familiar sin renunciar a la independencia, la abuela y la familia de su hija decidieron reformar y transformar una vivienda existente de 300 metros cuadrados en dos hogares interconectados, pero con total privacidad.
Para ello, confiaron en la interiorista Pia Capdevila, quien logró diseñar dos espacios diferenciados: una vivienda de 190 metros cuadrados con cuatro habitaciones para la familia de la hija y otra de 120 metros cuadrados con dos habitaciones para la abuela. La clave del proyecto radica en la división horizontal del pasillo de la vivienda original y en un hall de entrada común que funciona como punto de encuentro y acceso a ambas viviendas, logrando un equilibrio entre privacidad y unidad familiar. Eliminando el tabique que separa los pasillos de ambas viviendas, convertiría las dos viviendas de nuevo en una. Desde este hall, la distribución se organiza de manera intuitiva: a la izquierda, la vivienda de la hija y sus hijos; a la derecha, la de la abuela.
La vivienda de la hija y su familia
El diseño de la vivienda de la hija y su familia prioriza la funcionalidad y el confort. La nueva distribución se organiza en una amplia zona de día, donde el salón-comedor y la cocina abierta favorecen la fluidez espacial y la convivencia. La zona de noche alberga cuatro dormitorios: dos suites con baño integrado para los padres y la niña, y dos dormitorios individuales para los chicos, que comparten un baño adicional.
La pared que divide la vivienda de forma horizontal desde el hall cuenta con dos puertas correderas acristaladas gemelas para separar acústicamente los dormitorios, y por otro lado, la cocina del comedor.
Ubicada estratégicamente en la fachada principal de la vivienda, la zona de día dispone de una salida directa al balcón para aprovechar al máximo la luz natural. Este espacio se compone de un recibidor abierto al salón-comedor y una cocina independiente con zona de office que, aunque no se ha concebido como un espacio abierto al salón-comedor, sí se ha garantizado una conexión fluida entre ambas áreas.
Dado que la estancia cuenta con una planta rectangular, se ha diseñado un mueble a medida que recorre el espacio desde la entrada hasta el comedor, creando un mueble multifunción con un diseño de recibidor que se transforma en mueble de salón y concibe un espacio muy acogedor en la zona de estar. Este elemento ayuda a generar una transición fluida entre las diferentes áreas de la zona de día y a delimitar visualmente la entrada, evitando el acceso directo a los sofás. Además, con su diseño se optimizado al máximo el almacenamiento en esta zona.
En el salón, la distribución se ha planteado cómoda y funcional, priorizando soluciones de almacenaje, una generosa zona de asientos y una buena disposición para propiciar los momentos de ocio en familia.
Además, el proyecto debía integrar dos elementos esenciales para los propietarios: un piano, que se ha ubicado en la zona del comedor, y un rincón de home office, estudiadamente dispuesto entre el salón y el comedor para optimizar el uso del espacio sin romper la armonía visual.
Gracias a su nueva ubicación, la cocina goza de abundante luz natural, reforzada por una intervención clave: el cerramiento de una de las salidas originales a la terraza, que se ha transformado en un gran ventanal fijo acompañado de una ventana practicable.
La cocina debía responder a tres requisitos esenciales: ofrecer una zona de office cómoda y funcional, maximizar la capacidad de almacenamiento e incluir una zona de laundry. Así que, desde el punto de vista funcional, la cocina se ha distribuido en forma de L para poder organizar los diferentes usos requeridos de manera fluida y eficiente.
En el tramo largo del rectángulo se ubican el office y la zona de cocción, mientras que en la parte más corta de la L se ha dispuesto la lavandería.
Se ha optado por un mobiliario en tonos blancos que potencia la luminosidad del espacio, combinado con una encimera porcelánica en acabado abujardado, resistente y de fácil mantenimiento. Para aportar calidez y equilibrio visual, se han incorporado detalle en madera natural en las golas de los tiradores y en los frentes del mueble desayunador.
Integrado de manera funcional dentro de la cocina y siguiendo la coherencia estética con el resto de la cocina, el cuarto de lavado se ha diseñado de forma compacta y eficiente. Su distribución ha conseguido optimizar cada metro cuadrado de forma ergonómica y accesible.
El espacio cuenta con una encimera auxiliar que actúa como zona de apoyo para el doblado y clasificación de la ropa, además de un segundo fregadero para la limpieza de prendas delicadas o el tratamiento previo al lavado. Enfrente, se han dispuesto la lavadora y la secadora en columna, una solución que maximiza el aprovechamiento del espacio y deja margen para un módulo de almacenaje destinado a productos de limpieza y útiles de planchado.
Para reforzar la funcionalidad de la zona, se ha instalado un práctico sistema de colgado de ropa, que permite secar prendas de forma ordenada sin necesidad de recurrir a elementos móviles o exteriores.
En la zona de noche, el acceso a la suite se realiza a través de un pasillo en forma de L que funciona como vestidor. Para optimizar el espacio sin sobrecargarlo, se han instalado armarios de suelo a techo con frentes lacados en acabado mate y tiradores integrados, lo que refuerza la continuidad visual y evita elementos que interrumpan la circulación.
La ubicación del baño, al que se accede desde el vestidor, ha condicionado la distribución de la suite, determinada por las bajantes existentes. El pavimento del baño es una pieza porcelánica de imitación madera sobre suelo rasante. Se ha optado por una organización lineal con ducha a ras de suelo en un extremo, separada por una mampara de vidrio sin perfilería, que potencia la sensación de amplitud. El mueble lavabo suspendido en madera clara con encimera porcelánica en color blanco se ha acompañado de un espejo que ocupa toda la pared amplificando la luminosidad en un baño sin luz natural directa.
Además, se ha aprovechado la instalación del inodoro suspendido para crear una repisa en la pared que añade algo más de espacio de apoyo y almacenamiento.
Tras el vestidor se accede a la zona de descanso, una estancia bañada por la luz natural de la tarde. Para aprovechar esta iluminación y extenderla hasta el vestidor, no se ha utilizado ningún tipo de puerta.
Uno de los elementos clave en la ambientación del dormitorio ha sido el foseado de iluminación en el techo, diseñado con luz LED regulable. Este sistema permite generar distintos escenarios lumínicos: una iluminación general para el día y una más tenue e indirecta para las horas de descanso, adaptando el espacio a diferentes momentos de uso.
La distribución de los tres dormitorios infantiles ha seguido una planificación simétrica, garantizando que cada uno disponga de su propio espacio independiente, pero con una coherencia visual que unifica el diseño. Se ha apostado por una configuración evolutiva, para que las estancias crezcan y se adapten a sus necesidades con el paso del tiempo.
El diseño cromático de los dormitorios de los chicos se ha trabajado en una gama de grises y azules, combinando pintura lisa con papel pintado en zonas estratégicas. Se han utilizado materiales resistentes y fáciles de mantener, como superficies laminadas en acabados mate para evitar reflejos en la zona de estudio y tejidos lavables en cortinas y textiles. Gracias a la orientación exterior de la vivienda, los dormitorios gozan de luz natural durante gran parte del día.
El baño de los niños se ha revestido con una pieza en color cemento y se ha amueblado con un lavabo suspendido a medida en un tono similar.
Al igual que los dormitorios de sus hermanos, la habitación de la niña se ha diseñado para optimizar al máximo el espacio. La distribución se ha planteado en torno a un eje longitudinal con mobiliario diseñado a medida. La cama se ha ubicado en la pared derecha, conectada a un mueble auxiliar de poca profundidad situado bajo la ventana. Este elemento agrega capacidad de almacenamiento adicional y sirve como nexo visual y funcional entre la cama y la zona de estudio, situada en la pared opuesta. Al lado del escritorio, el armario de suelo a techo proporciona una solución de almacenaje eficiente sin recargar el espacio.
A nivel cromático, la paleta elegida sigue una base de tonos neutros en gris y topo, combinados con pinceladas de malva en una de las paredes y en los textiles y complementos decorativos, otorgando un toque de calidez femenino al espacio.
El cuarto de baño en suite, situado junto a la entrada de la habitación, cuenta con una distribución optimizada para su pequeño tamaño. La ducha se ha ubicado a la izquierda, mientras que en el centro se ha instalado un mueble suspendido con encimera y lavabo desplazado a la izquierda, permitiendo una superficie despejada en el lateral derecho para mayor comodidad. El inodoro, situado frente a la ducha, completa la distribución de este baño compacto pero funcional.
Los acabados del baño mantienen una continuidad estética con el baño de los hermanos, apostando por materiales en tonos claros, con porcelánicos en blanco y topo que potencian la luminosidad y generan una atmósfera serena y armoniosa. En este caso, para el revestimiento se ha escogido una pieza porcelánica con una sutil textura de espiga.
La vivienda de la abuela
La vivienda de la abuela se ha diseñado con un estilo más clásico donde la madera cobra un papel protagonista, tanto en el pavimento como en el mobiliario. El acceso a la zona de día se realiza a través de un pasillo que conduce a un amplio espacio abierto, bañado en luz natural. En torno a este núcleo central se articulan los dos dormitorios: el primero, ubicado frente a la cocina en el pasillo previo al salón-comedor, y la suite principal, con acceso directo desde la zona de día.
Al acceder a la vivienda, nos recibe un amplio vestíbulo diseñado para ofrecer funcionalidad y orden. Se ha priorizado el almacenaje con un mobiliario discreto pero eficiente, que permite mantener la zona despejada. Desde este espacio se accede al cuarto de baño de cortesía, pensado también como baño de apoyo para la habitación de invitados.
Este baño, que cumple una doble función como aseo de cortesía y baño secundario, se ha diseñado con un porcelánico de textura imitando el cemento, tanto en el pavimento como en el revestimiento, aportando sensación de amplitud. El mobiliario, realizado a medida, combina un mueble suspendido con grandes cajones para almacenamiento y dos nichos abiertos. La encimera de porcelánico blanco, con un lavabo integrado, optimiza la superficie disponible y facilita la limpieza.
La cocina se ha concebido como un espacio práctico y coherente estéticamente con el resto de la vivienda. El pavimento elegido es un porcelánico en tono madera, pero colocado en un sentido diferente para marcar la transición con el salón-comedor. El mobiliario blanco incluye una encimera porcelánica de efecto microcemento y detalles en madera que aportan calidez. La iluminación se ha cuidado con especial atención mediante apliques en acabado negro que destacan sobre las columnas altas, y lámparas de microcemento en color crudo suspendidas sobre la barra de desayuno que aportan un toque decorativo y funcional.
Dado que para la propiedad era fundamental la presencia de un lavadero independiente, se ha diseñado un espacio integrado en la misma la cocina aprovechando la zona con ventilación natural hacia el patio de luces, garantizando así una buena circulación de aire. Para delimitar el área sin restar luminosidad, se ha instalado una puerta corredera de estructura metálica con un elegante cristal de textura textil.
En el salón-comedor se ha buscado un equilibrio entre almacenamiento y ligereza. Para la zona de comedor, se ha optado por un aparador independiente en lugar de un mueble de almacenaje a medida, permitiendo mayor flexibilidad y un diseño más clásico. En el área de estar, el mobiliario sí ha sido diseñado a medida, con almacenamiento cerrado en la parte inferior y estanterías abiertas pensadas para libros de gran formato, cuadros, fotografías y objetos decorativos.
La disposición de los sofás sigue una distribución tradicional en L, acompañados por varias mesas auxiliares ubicadas en el centro y los laterales para optimizar la comodidad y la funcionalidad.
En el dormitorio principal, los armarios a medida ofrecen mucho almacenaje y presentan un estilo clásico, con frentes enmarcados que aportan un toque de elegancia. Este dormitorio cuenta, además, con un baño privado, asegurando privacidad y comodidad a la propietaria.
Aunque de dimensiones más reducidas, la habitación de invitados se ha diseñado con un enfoque funcional. Se ha optado por una cama nido para maximizar el espacio y permitir versatilidad en su uso y mobiliario a medida con amplias soluciones de almacenamiento. Además, se ha creado un módulo específico con la zona de plancha, integrándola de manera práctica y discreta dentro del conjunto del dormitorio.
Proyecto e información: Pia Capdevila. Estilismo: Mar Gausachs.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).