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Su espíritu libre, afán explorador y curiosidad por experimentar con los materiales han llevado a estos tres artistas a invadir territorios reservados al diseño coleccionable.
ANDRÉS IZQUIERDO. PULSIÓN CREATIVA
"Adoro la arquitectura y el diseño, aunque desde un lugar más mágico y menos técnico".
Se formó en ingeniería de diseño industrial, pero descubrió que lo suyo era el arte y que le atraía el cuestionar tanto los objetos que nos rodean como los modos habituales de habitar los espacios. "Me interesaban más las maneras desde las cuales el arte puede afectar y mediar con el entorno, también la comunidad y los espacios de pensamiento que genera", nos cuenta. Desde su taller en una nave del barrio de Usera, en Madrid, crea esculturas, instalaciones, objetos y piezas de mobiliario con materiales como cera, resina, poliuretano, laca, fibra de vidrio, arcilla, ceniza, etc. El psicoanálisis es una herramienta presente en su obra, en la que trata temas como el tiempo, la memoria... y, recientemente, los ritos y yacimientos funerarios. "Después de años peleándonos con la clasificación entre arte, diseño y artesanía, parece claro que el lenguaje no es capaz de acotar estos mundos en toda su complejidad. El arte es una práctica hermana de la alquimia, la brujería o el chamanismo, en tanto que se ocupa de manifestar lo inefable a través de lo ordinario". Según él, no es el medio el que decide si algo es arte, sino "el lugar desde el cual se construye". "Cualquier objeto catalogado como diseño o artesanía tendría también la posibilidad de pertenecer a la disciplina del arte dependiendo del lugar desde el que manifieste", afirma.
ISIDRO BLASCO. NUEVOS LENGUAJES
"Los artistas no ven una separación entre objetos utilitarios y arte; ellos se lanzan a crear".
Este artista madrileño, cuya obra fusiona la fotografía, la arquitectura, la escultura y la instalación, ha presentado su obra en importantes museos, como el MoMA-PS1, el Withney Museum, el Reina Sofía, el Thyssen-Bornemisza, etc. Hace unos años encontró el diseño de unas mesas originales que su padre, el creador Arcadio Blasco, había producido en la década de los 50. Este hallazgo sirvió de inspiración para crear su propia colección de mesas, The Table Project, una veintena de creaciones con azulejos de mayólica blanca o de gres, esmaltados en colores, que forman distintas composiciones. La idea inicial era reunir fondos, con la venta de estas piezas, para fundar la Casa-Taller-Arcadio Blasco en Mutxamel (Alicante), el lugar donde este artista, que dio gran valor a la artesanía y a la cerámica, nació y trabajó. Además, Isidro ha explorado recientemente la alfarería, diseñando una serie de jarrones y cuencos en cerámica. "La artesanía me atrae un montón, he nacido rodeado de ésta, y mis padres me transmitieron esa pasión por todo lo hecho a mano, todo lo que tenga esa calidad humana tan necesaria para hacer hablar a la materia". Y a la vez continúa con sus proyectos fotográfico-escultóricos. El más reciente, "Geometrías superficiales", se exhibe en el Centro Tomás y Valiente de Fuenlabrada hasta febrero.
SECUNDINO HERNÁNDEZ. PINCELADAS DE LUZ
La exploración en torno a las posibilidades de la pintura es una constante en la obra de este artista, uno de los españoles más internacionales de su generación. Su trazo pictórico es precisamente la inspiración de su serie de 24 lámparas que integran la primera colección de diseño coleccionable impulsada por la diseñadora y mecenas Catalina D'Anglade. "El desafío ha sido transferir la línea del dibujo a un plano tridimensional y, a la vez, que cumpla una función. La premisa era crear un objeto escultórico, pictórico y funcional", nos explica. Un tubo de cobre imprimado y pintado con colores de esmalte puro y mate, cuyo interior alberga una manguera elástica de acero y el sistema eléctrico, da forma a estas minimalistas lámparas. Respecto a la relación entre arte y diseño coleccionable, el artista señala: "Para mí es todo lo mismo con sus virtudes, sus defectos, además de sus valores. Quizás la diferencia tan solo radique en que el diseño puede industrializarse sin ningún problema. El arte es otra cosa en ese sentido."
Ana Rodríguez Frías es redactora especializada en temas de interiorismo, diseño, decoración, arquitectura y arte, y actualmente escribe sobre ellos en ELLE DECORATION y en NUEVO ESTILO COLLECTION. Le encanta rastrear las nuevas tendencias y los lanzamientos de productos innovadores, pateando ferias de diseño en lugares tan apasionantes como Milán, Londres, París, Estocolmo…
Le apasiona contar las historias de personas admirables, creativas y soñadoras, que buscan la belleza y quieren crear un mundo mejor. Y por eso ha disfrutado entrevistando a grandes diseñadores como Oki Sato de Estudio Nendo, Jasper Morrison, Piero Lissoni, Antonio Citterio, Patricia Urquiola, Rodolfo Dordoni, Jaime Hayon, Ross Lovegrove, Sabine Marcelis, Barber Osgerby, Piet Hein Eek… por nombrar solo a algunos. Y adora descubrir nuevos talentos entre artesanos, diseñadores, artistas y arquitectos emergentes.
En sus ratos libres, se entrega al yoga, práctica que empezó como un hobby y que se ha transformado en pasión. Voraz lectora desde la infancia, pertenece a un Club de Lectores desde hace una década. Cinéfila, prefiere saborear las buenas películas en las salas de cine y, por supuesto, en versión original.
Es periodista titulada en la Pontificia Universidad Católica de Chile, cursó un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid. Antes de dedicarse a la decoración y al diseño desde ELLE DECORATION y CASA DIEZ, trabajó en la revista de moda y estilo de vida DT.