Violeta en flor: Celebra la boda en el jardín con el color del año

Desde el rosa hasta el morado más intenso protagonizan las texturas, aromas y sabores de esta mesa de boda. Los verdes, en un papel secundario, aportan vida en forma de plantas y flores.
Y el dorado envejecido da el imprescindible toque glam a la puesta en escena.

Una celebración en un entorno natural exige una decoración ad hoc en la que cualquier elemento exterior, un árbol
o un puente, se preste a la decoración. Las mesas de madera natural se mimetizan mejor con el ambiente. Sobre ellas, las servilletas, a modo de caminos, indican cada puesto. La vajilla de loza se acompaña de la minuta con el menú. Una cubertería, en oro envejecido, pone el acento glitter a la fiesta. Vajilla de loza en lila, de Ikea. Servilletas y cubertería dorada mate, de Zara Home. Minuta diseñada por Bianca
y Radiante Wedding Planners & Events.

Centro de mesa: una delicada composición floral discurre a lo largo de las mesas. Su baja altura permite la conversación fluida entre los comensales. También se juega con pequeños jarrones de cristal que se intercalan con las copas.

Decorar el entorno: la localización de exteriores es vital. Un arco de piedra en ruinas, como este, es el elemento perfecto para colgar unos hula hoops y adornarlos con flores. El resultado no puede ser más romántico y divertido.

El momento más dulce: la mesa se viste de gala con la llegada del postre nupcial. En esta ocasión, y para seguir el hilo conductor violeta, se ha elegido una tarta de moras y chocolate blanco junto con una mousse de fresas servida en vasitos.

Flores vistosas: para la composición floral al aire libre se eligió la brassica morada o col de jardín, una especie resistente que llama la atención por el colorido de sus hojas, ideal para decorar los extremos de la mesa y la tarta.

Propuestas doradas: las puestas de sol y los atardeceres regalan momentos únicos. Hay que aprovechar esa atmósfera mágica y situar las mesas en lugares estratégicos. A la estética rústica de estas se le añadió un toque deluxe con las sillas de forja en oro envejecido y asientos decorados con hojas naturales de eucalipto.

Una idea redonda: para acompañar al café o las infusiones se dispusieron en platitos de cristal unos deliciosos macarons de mora y lavanda decorados con pinceladas doradas. Durante la comida se pueden dejar al final de la mesa como decoración y acercarlos a los puestos cuando se aproxime el momento de degustar los postres.

Momentos muy dulces: si hay niños en la boda (o adultos muy golosos) se les irán los ojos ante unos ricos buñuelos glaseados, como estos. Se les hará la boca agua esperando ese ansiado instante. Y para que todos puedan probarlos sin reparos, lo ideal es hacerlos sin lactosa y sin gluten pensando en los invitados con alergias.

Tutti frutti: otra opción de tarta es esta a base de chocolate, vainilla y frutos rojos. La mezcla de copas de cristal transparente con vasos morados tallados dan armonía a la mesa. Se han intercalado jarrones diversos con flores de limonium, flor de cera o alstroemeria. Cristalería, de venta en Zara Home.

Las mesas infantiles se vuelven más frescas y desenfadadas. Prueba de ello es esta original sweet wall: una tabla de madera con espigas insertadas que, a modo de expositor, facilita a los pequeños la elección de su dulce favorito. Rosquillas, discos
de regaliz...

La misma propuesta de mesa para bodas se puede poner en práctica para celebrar una comunión. La única diferencia radica en que todo esté a su altura. La ausencia de mantel, camino o individual dan un carácter más informal, y la presencia de elementos divertidos y originales, como el confeti, las flores o los dulces a la vista, invitan a que los niños disfruten de la fiesta. ¡Lo difícil será que permanezcan sentados! Vajilla de loza blanca y vasos de cristal lila, de Ikea.

Cubertería con mangos de madera, de Zara Home. Minuta diseñada por Bianca y Radiante Wedding Planner & Events.

El alma de la fiesta: el confeti debe estar presente en cualquier celebración, y más si es infantil. Aquí decora la minuta, expuesta sobre el plato, que les ayuda a conocer el menú. Su diseño ha de ser sencillo, fácil de leer y de entender.

A simple vista: unas secciones de tronco
de madera se convierten en la base perfecta para presentar platos dulces o salados. Colocadas unas sobre otras, se consigue dar altura y destacar cualquier elemento, sea gastro o deco.

De altura: para el postre se eligió una tarta cilíndrica de fresas y arándanos coronada por merenguitos. Presentada en un portatartas blanco, está adornada con un topper con el nombre del anfitrión y un globo multicolor.