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Habitualmente, cuando vamos a planificar un jardín, solemos centrarnos en las plantas o en los muebles de exterior que queremos poner. Aunque este enfoque no es del todo incorrecto —ya que estos elementos pueden dar vida al jardín de tus sueños o a un original rincón que atraiga todas las miradas—, es importante también tener en cuenta los aspectos estructurales del jardín, lo que los expertos llaman sus “huesos”. Igual que al diseñar una casa, la estructura del jardín es la base que determinará lo impresionante que puede llegar a ser tu espacio exterior.
Cuando los paisajistas hablan de “huesos” se refieren a los elementos que aportan estructura y solidez al diseño, y sobre los que luego se puede ir construyendo con el tiempo. Doug Hoerr, cofundador del estudio de arquitectura paisajística Hoerr Schaudt, explica que no se trata de una sola cosa, como una valla o un seto, sino de un conjunto de elementos que definen la composición general del jardín.
Según Hoerr, “todo lo que se encuentre más allá del umbral de la casa puede considerarse parte de los huesos, y lo ideal es entenderlos de la misma forma que los elementos arquitectónicos”. Añade: “Un paisaje es simplemente otra escala, pero la composición general gira en torno a esa estructura. Un pabellón o una pérgola forman parte de los huesos, al igual que una caseta de jardín, los senderos y caminos, un árbol maduro, una piscina o una valla que aporte privacidad”.
Si tienes un jardín o patio vacío o quieres revitalizar un espacio abandonado en tu nueva casa, lo primero es evaluar el estado actual del terreno y pensar cómo planeas usarlo en tu vida diaria. Si tu objetivo es organizar cenas al aire libre durante todo el verano, puede que lo ideal sea incorporar un patio con sombra o un pabellón de comedor que ofrezca espacio suficiente para reunir a los invitados. En cambio, para quienes disfrutan de la jardinería o de arreglar flores, una caseta de herramientas puede ser una incorporación maravillosa.
Melissa Reavis, de Hollander Design Landscape Architects, explica que reflexionar sobre la función del espacio exterior y el estilo de vida ayuda a definir qué materiales, plantas y estructuras incluir. “Es importante establecer primero la base del diseño antes de seleccionar las plantas, del mismo modo que crearías el plano de tu casa antes de elegir muebles o decoración”, señala.
“Comprender la arquitectura del jardín y los elementos programáticos del espacio servirá de guía para decidir qué se ubica en cada área”.
Por su parte, la arquitecta paisajista Janice Parker subraya que centrarse en la estructura inicial permite construir el jardín sin dañar las futuras plantaciones y, al mismo tiempo, ayuda a orientar dónde se colocarán flores o arbustos. “Las plantas siempre están creciendo; son seres vivos. Tu paisaje está en constante transformación y tiene una dinámica propia. Instalar primero los elementos estructurales y permanentes te ayudará a decidir dónde situar el resto de plantas y qué especies elegir”.
Elegir los materiales, estructuras y plantas que conformarán la estructura del jardín requiere mucha planificación. Hoerr recomienda a los propietarios pensar en cómo se verá el espacio en invierno o durante la temporada en la que el jardín permanece inactivo, ya que ese momento ofrece una visión más clara de cómo funcionarán los senderos, los maceteros o incluso pequeños pabellones dentro del conjunto.
“Todos los elementos estructurales y sus formas —esferas, árboles llorones, bancales horizontales bajos— son piezas de un mismo rompecabezas. Cuando un jardín está en reposo debe transmitir una composición serena, y es entonces cuando los ‘huesos’ trabajan, creando el esqueleto y la estructura del espacio. La cuadrícula arquitectónica de la casa debe servir de guía para las formas y patrones del jardín, estableciendo una relación armoniosa entre la vivienda y el paisaje”, explica Hoerr.
Incorporar elementos de hardscaping como pavimentos de piedra o caminos de grava ayuda a marcar un flujo claro en todo el espacio, a definir diferentes “estancias” verdes y a conectar unas áreas del jardín con otras. Parker recomienda visitar jardines públicos de la zona para conocer qué materiales son accesibles y sostenibles y observar cómo envejecen con el tiempo. Uno de sus preferidos para diseñar espacios exteriores son los mosaicos de guijarros, por su belleza única y su valor artístico. “El mosaico actúa como una alfombra decorativa, creando un centro visual en el espacio exterior y uniendo materiales naturales con artesanía. Además, la sensación al caminar sobre ellos es maravillosa”, asegura.
Plantas estructurales
Las plantas de borde, los setos de bajo mantenimiento y los árboles autóctonos son incorporaciones ideales para definir diferentes áreas del jardín y crear una valla natural que marque los límites del espacio. Estas plantaciones más permanentes son también una forma inteligente de añadir color y variedad de formas a la estructura de tu jardín, disfrutándolas año tras año. Puedes, por ejemplo, colocar perennes con flor a lo largo de los caminos o apostar por arbustos de hoja perenne que aporten sensación de unidad en todo el conjunto.
Estructuras decorativas en el jardín
Reavis señala que las estructuras de jardín ofrecen un espacio de reunión y también pueden cumplir una función más práctica, como guardar herramientas o macetas. Sin embargo, las construcciones puramente decorativas también tienen su lugar en el diseño permanente del jardín. “Las estructuras estéticas ayudan a cerrar un eje visual en el paisaje o a dirigir la mirada hacia otra parte de la finca, aportando mayor profundidad al espacio”, explica.
Elementos decorativos en el jardín
Si lo que buscas es añadir un toque inesperado, una urna antigua o una estatua pueden aportar un aire de encanto histórico, haciendo que el jardín parezca llevar décadas creciendo de forma natural. El paisajista Daniel L. McCurry, de Father Nature Landscape, y el anticuario Roy Morton, de Architectural Heritage, recomiendan utilizar este tipo de piezas con moderación para que conserven su carácter especial y aporten un efecto sorpresa. Añaden que el objeto debe reflejar tu estilo personal y parecer casi como una extensión de tu propia casa.
“La casa marca qué piezas puedes incorporar. Hay que elegir elementos que encajen con el estilo arquitectónico existente o con el que quieras desarrollar para tu casa. La simplicidad suele ser la mejor opción; no compliques demasiado las cosas”.
En definitiva, dedicar tiempo a establecer unos buenos cimientos en el diseño del jardín es lo que determina su estilo y funcionalidad a largo plazo. Esta preparación facilita y hace mucho más gratificante disfrutar después de todos los aspectos del jardín: desde plantar un rosal aromático, cultivar un huerto productivo o simplemente disfrutar de veladas al aire libre bajo las estrellas.
