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Las nomeolvides florecen y los tulipanes se abren para lucir sus colores. Ahora las flores aparecen por todas partes: endrinos, ciruelos y perales en jardines y huertos, cerezos que convierten calles aburridas en laderas japonesas y luego las cubren de confeti. Hasta los manzanos se suman a finales de mes. Al pasar junto a una nube de flores en un día cálido del mes de abril, se puede escuchar el zumbido de las abejas polinizando de flor en flor, haciendo su trabajo. Ellas creen que están recolectando néctar para darse un festín sólo para ellas, pero las plantas las engañan para que se posen en un lecho de polen tras otro, llevando motas de uno a otro, lo justo y suficiente para iniciar un proceso que envía un mensaje a la flor de que su trabajo ha terminado, de que se ha activado el interruptor. Los pétalos se marchitan y caen y empieza una pequeña hinchazón que desembocará, más adelante, en una cosecha. Las plantas saben lo que a veces olvidamos: que el año tiene un tiempo limitado, que los meses de verano que tenemos por delante son cortos y que debemos seguir adelante.
¿Será abril un mes ventoso, lluvioso y frío, una repetición de marzo sólo que con días más largos? ¿O habrá un calor y un sol gloriosos? Lo más probable es que haya ambas cosas, ya que en abril las estaciones se solapan: el invierno no se va tan fácilmente. A lo largo de este mes tan caprichoso debemos cuidar y poner atención en las diminutas y delicadas plántulas, que se pueden dañar más fácilmente. Es un desajuste extremo y constituye el mayor malabarismo del año del jardinero, y la manifestación física de este impredecible tiempo se puede ver en los alféizares de mis ventanas. Llenos de plántulas que se estiran en busca de la luz, esforzándose por crecer. Yo las saco durante el día en los días cálidos y soleados, para que sus tallos no se vuelvan demasiado estirados y largos, y las meto dentro de casa por la noche, cuando las heladas aún podrían perjudicarlas.
Hasta cierto punto, las plantas harán lo que tienen que hacer en abril sin importar el clima. La temperatura es importante, pero también lo es la duración del día, y lo que es seguro aumentará a pasos agigantados en abril. La tierra gira, la duración del día se alarga hacia el pleno verano, por lo que los tallos crecerán y florecerán. El jardín está despertando, las plantas perennes de primavera como las prímulas, los alhelíes y la pulmonaria están floreciendo entre los bulbos de primavera, y las plantas perennes de verano ahora están produciendo sus coloridas copas de hojas, preparándose para su verano de floración.
Para que las flores de verano lleguen sanas, me gusta tratar la tierra ahora, regar las raíces con fertilizante de algas marinas: puede que no necesite riego después de toda la lluvia de este año, pero agradecerán el abono. Sigo con un mantillo de materia orgánica, como estiércol de corral o abono de jardín. Le da al jardín un aspecto cuidado al instante y les da a las lombrices y a las raíces mucho para comer. El jardín ya está listo para la próxima temporada.
Algo para comer
- Aunque todavía estamos lejos de la temporada de cosecha, las perennes (espárragos, acedera e incluso pequeñas alcachofas) ya están listas para ser cosechadas. Se encuentran entre los cultivos más sabrosos y tiernos del año, y si aún no los estás cultivando, este también es el momento de plantarlos. Nacerán año tras año sin tener que sembrar cada primavera.
- Cocina los espárragos al vapor, tuesta un poco de pan, y hierve algunos huevos, cinco minutos como máximo. Coloca los huevos en hueveras, corta la parte superior y agrega un poco de mantequilla y un poco de sal, pimienta y hojuelas de chile, luego sumerja los espárragos y acompaña con las tostadas.
- La acedera tiene un delicioso sabor cítrico y herbáceo y es perfecta para hacer una deliciosa salsa. Cuece las patatas nuevas, escúrrelas y devuélvelas a la cacerola con un trozo grande de mantequilla y un puñado de hojas de acedera lavadas. Revuelve todo hasta que las hojas se desintegren y formen una deliciosa salsa que cubra las patatas. Aquí puedes comprar semillas de acedera.
Algo para llevar al interior
- Un único tallo de flores de magnolia para colocar en un jarrón alto.
- Pepitas de lirio de los valles. Son las raíces del lirio de los valles y ahora se plantan y se cultivan tradicionalmente para flores de interior en mayo. En Francia, el 1 de mayo se conoce como La Fete Du Muguet, la fiesta del lirio de los valles, y es tradicional llevar una ramita.
- Una poco de blues: nomeolvides, pulmonaria y jacintos de uva.
Algo que hacer al aire libre
- Es hora de plantar tubérculos de dalia en macetas para una floración maravillosa a finales del verano. Ponlos en macetas grandes o plántalas directamente en el suelo. Me encanta la variedad Café au Lait, que tiene flores de color rosa crema del tamaño de un plato grande, y Arabian Night, que tiene preciosos pétalos aterciopelados de color rojo intenso.
- Puedes cultivar alimentos aunque solo tengas una jardinera, y este sería un buen momento para empezar un mini huerto de ensaladas. Siembra lechugas, rábanos, zanahorias e incluso guisantes enanos directamente en el abono. Este es también el momento de sembrar calabacines.
- No cortes el césped si el suelo aún está húmedo; esta primavera se ha empapado completamente, así que déjalo que drene. Sin embargo, puedes limpiar los bordes, arrancando las malas hierbas que se hayan infiltrado en los bordes, siguiendo una línea marcada por una cuerda y clavijas con una pala o una herramienta de media luna. Hace que el jardín parezca más bonito e "intencionado".
Lia Leendertz es la autora de The Almanac, a Seasonal Guide to 2024:
Octopus Books The Almanac: A Seasonal Guide to 2024
Herramientas para cuidar el césped:
