Tienes razón, la tarea de decorar con encanto una mesa no es fácil, pues debe quedar elegante pero sencilla al mismo tiempo. Como tienes un modelo rectangular, coloca adornos en los extremos de la mesa en una composición simétrica, que siempre resulta más equilibrada. Es preferible jugar con las alturas de los objetos que elijas. Dos bajos pasarían desapercibidos y dos altos destacarían demasiado. Recuerda que las flores naturales son siempre un aliado perfecto. Nada de ramos recargados, con unas flores blancas en un jarrón alto de cristal transparente es suficiente. Si lo prefieres, llena un bonito jarrón con piedras de diferentes tamaños o con bolas decorativas de rafia o de madera. En el extremo contrario, escoge un objeto de poca altura, para equilibrar. Aprovecha para exhibir algún detalle curioso que hayas adquirido en un viaje, unas cajas decorativas, una juego de bandejas o un plato con velas. Otra opción es colocar en el centro de la mesa dos o tres jarrones. Si optas por introducir en ellos flores o ramas secas, procura que los jarrones sean sencillos. Si por el contrario, quieres crear un original centro con jarrones, escoge modelos de diferentes alturas y acabados y agrúpalos en el centro sobre una bonita bandeja.