10 trucos infalibles para evitar el desperdicio de alimentos y ahorrar
Aprovecha la comida al máximo y gestiona las sobras de tu cocina para cuidar tu bolsillo y el medioambiente.

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¿Sabías que el 17% de los alimentos disponibles en el mundo acaban siendo desperdiciados? Son datos de la ONU, que traduce esta pérdida en un desaprovechamiento anual de 931 millones de toneladas de alimentos. Lo más triste es que con esta cantidad Una cantidad con la que se podría alimentar a más de 2.000 millones de personas, es decir, el doble de la cantidad de personas que se encuentran en riesgo de desnutrición en el mundo.
Por eso, creemos que es un gesto necesario celebrar el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, cada 29 de septiembre. Las cifras en España también son alarmantes, porque los hogares españoles desperdiciaron alrededor de 1.433 toneladas de alimentos, una media de 31 kilogramos por persona, según datos del ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2020.
Durante el confinamiento, presas del pánico ante un posible desabastecimiento de alimentos, muchas personas compraron un exceso de víveres. Muchos de ellos han seguido con este hábito, pero el problema es que la mayoría de estos alimentos, como frutas, carnes o verduras, son perecederos, y tienen a desperdiciarse con mayor facilidad. Esto no solo se traduce en un aumento del gasto económico a fin de mes, también afecta a nuestro planeta.
¿Por qué evitar el desperdicio de alimentos?
La primera razón es crear un impacto positivo en nuestra alimentación, ya que prestamos más atención a los alimentos que consumimos, propiciando que nuestra dieta sea más equilibrada. Además, nuestros hogares son los responsables del 60% desperdicio de alimentos, por lo que nuestro papel como consumidores tiene un impacto importante en la lucha contra el desecho de alimentos.
Los alimentos que con más frecuencia se tiran a la basura sin utilizarlos son: pan, ensalada embolsada, verduras frescas, sobras de cocinado, fruta, leche, huevos, queso, carne y pescado. Un verdadero pecado, que debemos remediar con un buen uso y conocimiento de lo que compramos. Es clave adaptar las recetas caseras para aprovechar lo que queda en la nevera para crear nuevos platos con sobras y ahorrar dinero, de hecho es una gran habilidad.
La cuestión es cómo hemos llegado a este punto, aunque se debe a varias razones. Nuestro sistema alimentario se ha vuelto más industrializado con el tiempo, lo que significa muchas más fases en la cadena de producción para que los alimentos se desperdicien. Por ejemplo, para hacer zumos de fruta y enlatar verduras o hacer compotas se recurría a productos muy maduros o pasados de fecha y el hábito de compra induce a conseguir smothies, mermeladas o conservas industrializadas.
Esta costumbre repercute de forma directa en los productores, porque la industria alimentaria se ha fragmentado tanto que, por ejemplo, los agricultores se quedan con excedentes de manzanas, porque ya solo se cultivan con el único fin de elaborar zumos ya envasados.
Vamos a cambiar el ritmo. ¿Quieres aprender a evitar los desperdicios de comida? ¡Toma nota de estos trucos infalibles!
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).


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