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Comer queso puede ayudar a reducir el riesgo de demencia y deterioro cognitivo, según un nuevo estudio que demuestra que este alimento puede contribuir a una dieta saludable para el cerebro.
Las variedades de queso se cuentan por cientos, así que puedes elegir tu favorito: brie, cheddar, gouda, suizo o el mejor queso del mundo, que es español, sirven. Sea cual sea el tipo de lácteo curado que prefieras con sus galletas saladas o junto a una copa de vino, estás de suerte. Según un estudio reciente, comer queso puede ayudar a reducir el riesgo de demencia y deterioro cognitivo.
Un estudio publicado en Nutrients analizó el impacto del consumo de productos lácteos, en concreto de queso, en la función cognitiva de las personas mayores. En el estudio participaron 1.503 adultos mayores de 65 años. Los investigadores obtuvieron los datos mediante entrevistas personales y mediciones de la capacidad funcional para evaluar su capacidad de realizar actividades de la vida diaria. Estas pruebas incluían orientación, atención, memoria, lenguaje y habilidades visuales-espaciales.
También se preguntó a los participantes por sus hábitos alimentarios y, alrededor del 80% de los encuestados, incluía queso en su dieta, ya fuera a diario (27,6%), una vez cada dos días (23,7%) o una o dos veces por semana (29,7%).
Los resultados mostraron que, de media, los participantes que incluían queso en su dieta eran menos propensos a recibir una puntuación por debajo del umbral de la función cognitiva inferior, lo que sugiere que tenían una mejor función cognitiva. Además, cuando los investigadores analizaron la relación entre la ingesta de leche y productos lácteos y la demencia, se descubrió que la ingesta de leche y productos lácteos reducía significativamente el riesgo de desarrollar demencia de Alzheimer, pero no demencia vascular.
Los investigadores también descubrieron que los consumidores de queso tenían un IMC (Índice de Masa Muscular) y una presión arterial ligeramente inferiores, caminaban más rápido y su dieta era más variada. Por otro lado, los que comían queso también tenían el colesterol y el azúcar en sangre más altos.
Estos resultados sugieren que el consumo de queso se asoció a un menor riesgo de deterioro cognitivo, así que apúntate cuáles son los cinco quesos más saludables del mundo, según los expertos. Aun así, estos resultados por sí solos no prueban que el queso proteja contra la mala salud cerebral. Para poder afirmar con rotundidad que comer queso disminuye el riesgo de demencia, se necesitan más estudios que confirmen estos resultados.
Por qué el queso es bueno para el cerebro
¿Cómo puede ayudar el consumo de queso, o de productos lácteos en general, a reducir el deterioro cognitivo? El cerebro se nutre de una dieta equilibrada rica en nutrientes esenciales, afirma el doctor Patrick Porter, experto en neurociencia y fundador de BrainTap: "El queso y los productos lácteos contienen nutrientes específicos como la colina y los aminoácidos, que son bloques de construcción críticos para los neurotransmisores, que son sustancias químicas que permiten la comunicación entre las células nerviosas, esenciales para funciones cognitivas como la memoria, la concentración y la toma de decisiones. La presencia de vitamina B12 y ácidos grasos omega-3 en el queso también contribuye a la salud del sistema nervioso, que es fundamental para la función cognitiva".
Tenemos las mejores recetas con queso fáciles y rápidas de hacer, aunque no sabemos si son los lácteos los que ayudan específicamente, sí sabemos que pueden formar parte de una dieta saludable para el cerebro, afirma Maggie Moon, experta en nutrición para la salud cerebral y autora del best-seller La dieta MIND: "La dieta DASH, se asocia a la reducción del riesgo de demencia de Alzheimer, aunque en menor grado que las dietas mediterránea y MIND (Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay), e incluye lácteos desnatados y bajos en grasa como el yogur".
El queso también ofrece beneficios más allá del cerebro. En lo que respecta a la salud cardiaca, solemos pensar que el queso es una fuente de grasas saturadas, que aumenta las LDL (también conocidas como colesterol malo), asociadas a las enfermedades cardiovasculares, y que, por tanto, puede incrementar el riesgo cardiovascular, afirma el doctor Dale Bredesen, investigador en neurociencia y experto en enfermedades neurodegenerativas: "Sin embargo, un estudio reciente descubrió que el consumo de queso se asociaba en realidad con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, insuficiencia cardiaca, hipertensión, ictus y diabetes de tipo 2".
Cuál es la mejor dieta para mantener la salud cerebral
Las investigaciones demuestran que la dieta MIND (Intervención con las Dietas Mediterránea y DASH para Retrasar la Degeneración Neuronal) y las dietas que la componen, la dieta mediterránea y la dieta DASH (Enfoques Alimentarios para Detener la Hipertensión) son pautas alimentarias ideales para optimizar la salud cerebral, afirma la nutricionista Maggie Moon: "Todas ellas son pautas alimentarias predominantemente vegetales que aportan abundantes antioxidantes y nutrientes antiinflamatorios que mantienen las neuronas prósperas a nivel celular".
Sin embargo, para Patrick Porter la salud del cerebro no depende sólo de alimentos concretos, sino de un patrón dietético general. Aunque la dieta mediterránea suele destacarse por sus beneficios cognitivos debido a su rica variedad de antioxidantes y grasas saludables, es importante tener en cuenta los efectos protectores de una dieta rica en nutrientes variados. Según el experto en neurociencia : "Una dieta centrada en polifenoles, ácidos grasos esenciales y antioxidantes puede ayudar a crear un entorno para el cerebro que fomente el crecimiento, la reparación y la comunicación eficiente entre las neuronas (células cerebrales)".
En definitiva, para este estudio, una mejor función cognitiva se asoció con una dieta más diversa con una amplia variedad de alimentos naturales, incluido el queso, apunta Maggie Moon: "En todo caso, lo que se desprende de este estudio es el valor de una dieta variada y equilibrada para una salud cerebral óptima".
Aun así, hay que tener en cuenta que picar mucho queso cheddar no es necesariamente la solución. Los patrones de alimentación, como la dieta MIND, sugieren limitar, pero no eliminar, el consumo de queso, confirma la nutricionista porque la mejor dieta para el cerebro "se basará en verduras de hoja verde, una variedad de verduras adicionales, cereales integrales, frutos secos, legumbres, bayas y marisco... pero la gente puede seguir disfrutando de pequeñas cantidades [de queso] de vez en cuando dentro del ámbito de una dieta saludable para el cerebro".
Estos resultados son potencialmente importantes en el sentido de que difieren de lo que se espera con el consumo de grasas saturadas y de los propios lácteos (que a menudo se han considerado proinflamatorios), por lo que esto sugiere que la comprensión de los mecanismos subyacentes puede conducir a nuevos avances. Para el doctor Bredesen "es importante recordar que este estudio trata de correlación y no necesariamente de causalidad, por lo que los estudios de seguimiento serán importantes".
En general, el deterioro cognitivo suele estar asociado a dos factores principales: la energía (flujo sanguíneo, oxigenación, función mitocondrial, etc.) y la inflamación (causada por diversos patógenos, por ejemplo), conviene el doctor Bredesen, que cree que "las intervenciones que mejoran la energética (como el ejercicio) o reducen la inflamación (como una buena higiene bucal) reducen el riesgo de declive, y una nutrición óptima hace ambas cosas".
