Una receta súper fácil de hacer y que os va a gustar a todos... ¡Seguro! En esta pizza hemos justado los ingredientes básicos de una buena pizza (mozzarella, tomate y orégano) con el toque veraniego de los higos. Una mezcla de sabores súper rica que os a va a sorprender. La rúcula pone el toque fresco.
La pizza es una de los platos más populares de la gastronomía italiana que actualmente se consume por todo el mundo. Y es que es un plato sencillo de elaborar, con una base de pan, y que admite infinidad de ingredientes. Hoy te proponemos una mezcla muy fresca de tomates cherry, higos y rúcula. Por supuesto no puede faltar una buena mozzarella fresca en cualquier plato italiano.
Una versión exprés y más sencilla de esta pizza es este pan plano con higos y rúcula, en el enlace tienes el paso a paso.
INGREDIENTES:
Para la masa:
- 400 g de harina de trigo
- dos cucharadas de aceite de oliva
- 200 ml de agua tibia
- 15 gramos de levadura fresca
- sal
Toppings:
- Tomate triturado
- mozzarella
- tomates cherry
- higos
- hojas de menta o albahaca
- orégano
- pimienta negra
- rúcula
- aceite de oliva
ELABORACIÓN:
- Para elaborar la masa, colocar en un bol, dos cucharadas de aceite de oliva, 200 ml de agua tibia y 15 gramos de levadura fresca. Mezclar y añadir 400 g de harina de trigo y una pizca de sal. Volver a mezclar. Amasar unos minutos en una superficie enharinada y dejar reposar al menos 1 hora en un bol tapado con un paño.
- Separar la masa que vayas a utilizar y dar la forma deseada (redonda o cuadrada según prefiera). Reservar en bolas la masa sobrante. Untar la base de la pizza con tomate triturado (o salsa de tomate casera). Corta en rodajas la mozzarella y colocar en una mitad. Hornear en el horno precalentado a 200º C, unos 10-15 minutos.
- Sacar la pizza y decorar la mitad de mozzarella con hojas de menta o albahaca y un poquito de orégano. En la otra mitad, poner tomates cherry lavados y cortados, 3-4 higos partidos en cuartos y unas hojas de rúcula. Espolvorear pimienta negra y orégano y verter un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Cortar y comer las porciones que quieras de tu lado preferido.
Cuando uses mozzarella fresca, apriétala con las manos y un paño para eliminar la humedad y evitar que la pizza se estropee.
Anímate a probarla, te recomendamos a continuación una serie de utensilios que te serán muy útiles a la hora de elaborar la receta. Si no tienes tiempo, compra la base de la pizza en el súper mercado. Y si quieres una versión más saludable o light, sin usar harinas, puedes hacer una base para la pizza con un puré de coliflor.