El éxito de food swaps consiste en no renunciar a tus comidas favoritas y entre ellas, seguro que está la pizza. Pero tendrás que cambiar los ingredientes tradicionales por otros menos calóricos.
Comienza elaborando tú mismo la masa. Además de la de harina tradicional, existen versiones más healthy como las de coliflor, brócoli o calabacín. Deja a un lado el queso y el jamón y pon verduras frescas como esta pizza de alcachofas y rúcula.
Ingredientes:
- base de pizza
- salsa de tomate
- 400 g de pechuga de pollo
- 300 g de corazones de alcachofas en conserva
- aceitunas negras
- rúcula
- sal
- pimienta
Prepara una base de pizza integral o compra una elaborada. Precalienta el horno a 220º C.
Pon sobre la base la salsa de tomate, el pollo troceado salpimentado y marcado previamente en una plancha, las alcachofas bien escurridas y las aceitunas negras cortadas.
Hornear unos 10 minutos y, al sacarla, decorar con unas hojas de rúcula.