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El ajo es la base de muchos platos deliciosos. Es el ingrediente principal de nuestros mejores sofritos y recetas de salsas, añade una base sabrosa a los abundantes platos de pasta e incluso adquiere un delicado dulzor cuando se asa entero.
Si cocinas con las variedades de cebolla y ajo, tanto como nosotros, es probable que hayas acabado con uno o dos dientes germinados. Cuando el ajo pasa su mejor momento, los dientes pueden desarrollar pequeños brotes verdes en el centro que eventualmente salen y continúan creciendo. Dependiendo de cada casa, es posible que te hayan enseñado a utilizar esos dientes germinados como lo harías normalmente, o que te hayan dicho que esos brotes hacen que el ajo sea amargo e incluso poco saludable para comerlo.
En un mundo perfecto, siempre tendríamos ajo fresco a mano y nunca tendríamos que lidiar con esos molestos brotes. Pero, ¿realmente suponen un peligro para nuestra salud? La respuesta corta es que el ajo germinado es 100% seguro de comer, pero tiene un sabor claramente diferente. De hecho, parece que para las personas con diabetes tipo 2 se beneficial al comer ajo crudo, entre otros alimentos.
Aparte del posible mal aliento, el consumo de ajo germinado no tiene efectos secundarios. Incluso pueden tener un beneficio para la salud, según un estudio de 2014, que encontró niveles más altos de antioxidantes en los dientes más viejos. Esos pequeños brotes verdes no ponen en riesgo tu salud, pero son una señal de que tu ajo ha cambiado de sabor.
Qué produce el germen del ajo
Los brotes que puede encontrar en un diente de ajo viejo no son, de hecho, amargos en absoluto. El centro verde es tierno y, en realidad, es el comienzo de una nueva planta de ajo y tiene un suave sabor a hierba, según un informe de Cook's Illustrated, por eso te aclaramos que el sabor amargo procede del propio diente.
Cuando el ajo es más joven y fresco, los dientes están repletos de azúcares naturales. Sin embargo, a medida que pasa por el proceso de crecimiento del brote, la reserva de azúcar se agota y deja al ajo con un sabor picante e intenso. Por lo tanto, eliminar el corazón del diente de ajo es una tarea infructuosa, así que ese duro trabajo de extirpar casi de forma quirúrgica el brote sólo te dejará los dedos pegajosos y malolientes.
Cuanto más grande sea el corazón o brote, mas potente será el sabor del ajo crudo, así que si te gusta esta sensación, utilízalo para hacer salsa alioli o un buen pa amb tomàquet con aceite de oliva y ajo.
Si compras una ristra de ajos, puedes evitar que les salgan brotes con un almacenamiento adecuado. El mejor lugar para conservar el ajo es en un espacio fresco y oscuro con una humedad moderada. La despensa es la mejor opción para mantener los ajos en buen estado.
