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Cómo cosechar las hierbas aromáticas cultivadas en el jardín y secarlas en casa para conservarlas antes de que el frío del invierno las mate
Te contamos cómo puedes salvar tu cosecha antes de que el frío mate tus hierbas aromáticas. Así tendrás tus especias cultivadas en casa para usar en sopas, guisos y otros platos durante todo el invierno.
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Una de las mejores cosas se tener un huerto en casa a finales de verano y en otoño es la abundancia de hierbas aromáticas que puede producir. Muchas de ellas crecen con fuerza durante toda la temporada de verano y ahora en otoño están súper frondosas a medida que se acercan las temperaturas frías. Lamentablemente, algunas de las hierbas aromáticas más populares que usamos en nuestras recetas no son resistentes al frío, así que cuando llega la primera helada o las bajas temperaturas de las noches de otoño, lo más probable es que mueran. Pero no tienes por qué dejar que se desperdicien. Puedes realizar una buena cosecha mientras están todavía en todo su esplendor y secarlas para usarlas durante todo el invierno en sopas, guisos y otros platos.
Cómo cosechar las plantas aromáticas
Para cosechar tus hierbas aromáticas, corta las ramas enteras y luego lávalas bien para eliminar cualquier suciedad del jardín. A continuación, sécalas todo lo que puedas con un paño de cocina sin dañar la estructura de las hojas. Después, con un cordel, ata cada manojo y cuélgalo boca abajo, por ejemplo en un armario, evitando que les de la luz directa, aunque en algunas especies puedes lograr buenos resultados secándolas en posición vertical en un jarrón (pero no añadas agua; no se trata de que echen raíces).
Otra opción es secarlas en el horno, pero debes hacerlo a baja temperatura para evitar que se deshidraten demasiado rápido, ásalas a una temperatura de 80 ºC como máximo y déjalas hasta que estén crujientes y secas, lo que suele tardar unas pocas horas. Si las colocas sobre la rejilla del horno en lugar de en la bandeja, puedes acelerar el proceso.
Cuando ya estén secas, retira con delicadeza las hojas de los tallos y ramas, y guárdalas en sobres de papel o en tarros de cristal con tapa. Una buena idea es hacerte con un práctico especiero de cocina que incluya los frascos de cristal. Es conveniente que las revises periódicamente, ya que cualquier mínima cantidad de humedad que pueda haber quedado puede ocasionar que aparezca moho y eche a perder las hierbas aromáticas. Guarda los tarros alejados de la luz y utiliza las hierbas aromáticas que has cosechado en el plazo de unos meses para disfrutar de su mejor sabor. Recuerda: si al abrir el tarro no desprenden aroma, no aportarán ningún sabor a tu plato.
Estas son las hierbas aromáticas que debes cosechar y conservar antes de que el frío las perjudique.
Albahaca
La albahaca es la planta aromática más sensible a las heladas; de hecho, no tolera temperaturas por debajo de los 10 ºC. Si no la cosechas antes de la primera helada, se convierte en una masa blanda e inutilizable. Mira aquí los cuidados para cultivar albahaca en casa.
Puedes secarla en el horno, pero la mejor forma de conservar la albahaca es añadir un buen puñado a la batidora con un poco de agua. Tritúrala bien y congélala en bandejas para cubitos de hielo. Así podrás añadir uno o dos cubitos a salsas y sopas siempre que lo necesites. Este método conserva mejor su bonito color y sabor fresco que el secado.
Cebollino
El cebollino, una de las plantas aromáticas más fáciles de cultivar, es un poco más resistente a las heladas, pero se vuelve blando después de la primera helada. Corta todos los tallos que puedas y pícalos en trocitos pequeños antes de secarlos en el horno.
Perejil
El perejil, una de las plantas aromáticas imprescindibles en la cocina, es bastante resistente al frío y puede soportar alguna ligera helada. Pero no tolera una congelación intensa, así que cosecha los tallos antes de que llegue el frío. Sécalo en el horno para lograr mejores resultados y luego desmenúzalo en tarros para conservarlo.
Hierba luisa
La hierba luisa no sobrevive a las heladas intensas. Cosecha las hojas una a una o seca al aire manojos de tallos. Esta hierba de aroma cítrico es una excelente especia para darle un toque ligero a los platos de invierno.
Melisa
La melisa u hoja limón también tiene un agradable sabor cítrico y es una planta perenne fácil de cuidar en el jardín. Sin embargo, conviene cosechar una parte con antelación y secar las hojas individualmente en el horno o atar los tallos en manojos y dejarlos secar al aire para tenerlos listos cuando los necesites.
Menta
a menta es una planta perenne según la zona en la que vivas, pero también merece la pena secarla para tenerla a mano y darle un toque fresco a los platos de invierno. Cosecha las hojas una a una y sécalas en el horno para obtener los mejores resultados. Mira aquí cómo cultivar la menta y los cuidados que necesita.
Tomillo
El tomillo es resistente al frío y puede soportar alguna ligera helada. Pero si vives en un lugar donde nieva, no vas a querer rebuscar bajo un banco de nieve para cosecharlo. Corta varios manojos de tallos y átalos para dejarlos secar al aire, o bien sécalos enteros en el horno y luego reserva las hojas. El secado, además, intensifica su sabor.
Orégano
Lo mismo ocurre con el orégano. También es una de las aromáticas más resistentes, pero conviene cosechar una parte con antelación para no tener que enfrentarte al frío ni rebuscar bajo la nieve para disfrutar del orégano que has cultivado en tu jardín. ¿Sabías que es considerada también como planta medicinal? Al igual que el tomillo, el secado intensifica su sabor terroso. Seca manojos al aire o las hojas individualmente en el horno.
Salvia
La salvia también es perenne en algunas zonas climáticas y se seca especialmente bien, así que merece la pena tenerla a mano para todas tus recetas de invierno. Arranca las hojas una a una y sécalas en el horno, o deja que los tallos enteros se sequen al aire. Descubre aquí todo sobre la salvia: características, cuidados e información de esta planta medicinal.
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