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Si descubres que, cuando llega el otoño, te entristece tener que dejar las labores que tanto has disfrutado durante la primavera y el verano en tu huerto del jardín y ya empiezas a echar de menos esas verduras recién cosechadas, quizá lo que necesites sea empezar un huerto interior.
Aunque no todas las verduras pueden cultivarse fácilmente en interiores (lo siento, calabacines), hay varias que sí se pueden cultivar perfectamente en macetas durante todo el invierno —¡e incluso mejor!— ya que no tendrán que enfrentarse a plagas como orugas o pulgones, ni sufrir el calor extremo del verano. Y si no vives en zonas muy frías, siempre puedes montar un huerto vertical en tu terraza con macetas hidropónicas.
Consejos para la jardinería de interior
Asegúrate de usar una maceta o contenedor lo suficientemente grande para que tus plantas no queden demasiado apretadas, y consigue un sustrato de buena calidad. Puedes comprobar el tamaño estimado de las plantas en el paquete de semillas que vayas a comprar o en la etiqueta de la plántula.
Para los días más oscuros del invierno, puedes comprar una luz de cultivo económica y úsala al menos 10 horas al día. Una fuente de luz suplementaria es esencial durante los días cortos y oscuros del invierno, ya que las plantas se volverán débiles y acabarán marchitándose. Las luces de cultivo se diferencian de las bombillas normales porque ofrecen un espectro más amplio, incluyendo las longitudes de onda que las plantas necesitan para fotosintetizar.
Es importante que mantengas la temperatura de la habitación al menos entre 18 y 21 °C durante el día, y unos grados menos por la noche. Y no coloques las plantas en lugares donde pueda haber corrientes de aire ni cerca de radiadores o equipos de calefacción o aire acondicionado. Cada dos semanas, abónalas con un fertilizante soluble en agua siguiendo las instrucciones del envase.
No todas las plantas prosperan en interiores, pero aquí tienes algunas hierbas y otras variedades que suelen adaptarse mejor dentro de casa:
1 Albahaca
La albahaca es una planta estupenda para darle más sabor a una salsa boloñesa o incluso para preparar un pesto fresco. Especialmente las variedades que crecen en formas densas y compactas se desarrollan bien en interiores si reciben suficiente luz. Puedes cultivarla desde semilla, comprar un plantón o intentar enraizar un esqueje en agua. Mantén la tierra húmeda.
2. Tomates Cherry
Los tomates de supermercado —cultivados para resistir largos tiempos de transporte desde los lugares de cultivo— son más insípidos. Pero no tienes que esperar hasta el verano para disfrutar de ese sabor fresco y maduro. Aquí funcionan mejor las variedades pequeñas de porte arbustivo, y algunas crecerán con tanta profusión que te va a costra seguirles el ritmo. Necesitarán mucha luz, por lo que una lámpara de cultivo es especialmente recomendable, y aunque no tendrás que preocuparte por los gusanos del tomate, algunas plagas como pulgones, chinches y ácaros aún pueden ser un problema en interiores.
3. Cebollino
El cebollino crece fácilmente en macetas colocadas en un alféizar soleado o bajo una lámpara de cultivo. Puedes empezar desde semilla o sacar un manojo de tu huerto a comienzos del invierno, ya que los que se trasplantan en otoño a veces se vuelven demasiado largos y débiles. Mantén la tierra húmeda.
4. Lechuga
Nada más rico y fresco que comerte una ensalada con lechuga recién cosechada en pleno invierno. Muchas variedades de lechugas, como la popular romana, pueden cultivarse dentro de casa, aunque debes tener en cuenta que los rendimientos suelen ser más reducidos. Usar un recipiente más grande puede ayudar.
5. Menta
La mayoría de los tipos de menta crecen como malas hierbas, por lo que son especialmente resistentes incluso en condiciones de interior poco ideales. La menta puede cultivarse a partir de esquejes enraizados en agua o de trasplantes. Dale mucha luz y riega cuando la tierra esté seca.
6. Orégano
El orégano fresco es mucho más sabroso que el seco. Y es imprescindible para sazonar el pavo, el relleno y otros acompañamientos del Día de Acción de Gracias. El orégano puede cultivarse a partir de esquejes o semillas. Es muy resistente, así que debería crecer bien en interiores si recibe suficiente luz. Déjalo secar entre riegos.
7. Rábanos
Los rábanos glaseados al horno son una guarnición excelente para platos contundentes de invierno como las chuletas de cerdo, además de ser deliciosos en ensaladas o incluso simplemente acompañados con mantequilla y sal sobre galletas saladas. Afortunadamente, son fáciles de cultivar en interiores. Les encanta el tipo de tierra suelta y aireada que se encuentra en las macetas, no crecen tan profundamente como las zanahorias y alcanzan su tamaño completo rápidamente.
8. Salvia
La salvia fresca es prácticamente obligatoria en todo tipo de cocina invernal. En lugar de pagar de más por una pequeña bandejita de salvia fresca en el supermercado, cultiva la tuya propia en casa. Corta algunos esquejes en verano para enraizar, o extrae pequeños manojos en otoño y plántalos en macetas para cultivarlos dentro de casa. También puedes comprar trasplantes. Deja que la salvia se seque ligeramente entre riegos.

