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¿Estás en pleno rescate para salvar tus plantas ahogadas? Desde el aloe vera hasta los helechos, las plantas de interior pueden correr el riesgo de ser regadas en exceso si se guardan en macetas con un drenaje insuficiente. Ya te hemos contado cómo revivir una planta seca, ahogada o enferma, pero nos centramos en el riego para que revivas tus macetas favoritas.
La experta en horticultura Annelise Brilli, nos cuenta que "el riego excesivo suele ser más fatal que el riego bajo el agua, ya que provoca la muerte de los microscópicos pelos radiculares de la planta, y este daño a veces puede ser irreversible. Una vez que los pelos de la raíz han muerto, la planta ya no puede absorber agua, por lo que las plantas regadas en exceso muestran hojas marchitas del mismo modo que las plantas regadas insuficientemente".
La buena noticia es que es posible salvar una planta ahogada con agua, pero tendrás que dejar de regarla hasta que la tierra y las raíces se sequen por completo. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, las plantas de interior, incluidas las que decoran el baño, pueden recuperarse en dos o tres semanas.
Cómo saber si una planta está ahogada
El riego excesivo puede acabar para siempre con las plantas de interior. En la tierra siempre húmeda faltan bolsas de aire, por lo que las raíces tienen dificultades para respirar. Los signos definitivos para saber que has regado demasiado tus macetas son:
- Caída simultánea de hojas nuevas y viejas
- Las hojas empiezan a ponerse marrones y amarillas
- Las puntas de las hojas son marrones
- Las hojas, los tallos o las flores están enmohecidos
- La planta huele mal o tiene las raíces podridas
- El aspecto general de la planta muestra flacidez
- Aparece la enfermedad mildiú velloso, una infección que sufren las plantas
Qué hacer cuando se ahoga una planta
Una forma de salvar a las plantas del ahogamiento es secar el cepellón, que es la masa principal de raíces situada justo debajo del tallo de la planta. Para hacerlo, primero, saca la planta de la maceta y envuélvela en papel de periódico para que absorba todo el agua. Es posible que tengas que cambiar el periódico varias veces para secar bien el cepellón.
La experta en jardinería afirma que "la recuperación de la planta dependerá de lo dañados que estén los delicados pelos radiculares. Para resucitar una planta, no la riegues hasta que se hayan secado los primeros centímetros de tierra. Si la planta es una suculenta u otra especie tolerante a la sequía, debes seguir un régimen de sequía y riego, dejando que el cepellón se seque por completo y dándole después un buen empapado antes de dejar que se seque de nuevo".
Otra forma de salvar una planta regada en exceso es trasplantarla a tierra nueva una vez que se haya secado. Keira Kay, experta en plantas de Bloom & Wild, nos da las claves de este paso a paso: "Tendrás que quitar el cepellón de la maceta y enjuagar los restos de tierra. A continuación, deja que se seque sin exponerla al sol). Cuando la planta se haya secado del todo, trasplántala con tierra nueva y asegúrate de que tenga un drenaje adecuado, ya sea utilizando una maceta con orificio de drenaje o añadiendo una capa de guijarros al fondo de la maceta".
Además, tendrás que retirar o podar todo el follaje dañado para que la planta de interior pueda concentrar su energía en el nuevo crecimiento. Ahora sí, tendrás que ser minucioso con el riego de esta maceta, porque acabas de revivir una planta ahogada y ya sólo necesitará humedad en la tierra. Como argumenta Keira Key "tendrás que dejar que la mayoría de las plantas se sequen entre riego y riego".
