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El experto en plantas Tony Le-Britton habla sobre los cactus arbóreos, con consejos de cuidado sobre cómo cultivar y propagar la Rhipsalis Baccifera también conocida como cactus muérdago. "Este es uno de mis grupos de plantas favoritos y los tengo colgados por toda mi casa", revela Tony de @notanotherjungle. "Aportan una cualidad única y su resistencia significa que puedes dejarlos hasta que se sequen por completo antes de regarlos y necesitan muy poco cuidado. ¡Los míos crecen felices incluso sin trasplantarlos durante muchos años!"
La Rhipsalis Baccifera (Disciplinaria de Cuba o Cactus Muérdago), es una planta colgante tropical que llama la atención por su belleza y es muy fácil de cuidar. Y puede producir bayas. En la naturaleza, la rhipsalis es una planta epífita, lo que significa que crece en la superficie de un árbol. Originaria de las selvas de América Central y del Sur, esta planta resistente tiene una apariencia única. La Rhipsalis tiene tallos largos y delgados y suculentos (por eso también se la conoce como cactus espagueti) y produce pequeñas flores blancas seguidas de pequeñas bayas parecidas al muérdago. Caerá en cascada sobre los lados de una maceta o jardinera colgante, lo que la convierte en un verdadero espectáculo cuando la cuelgues en tu casa.
Descubre cómo cuidar tu cactus muérdago y dos formas sencillas de propagarlo en el vídeo de arriba.
Luz
La Rhipsalis Baccifera crece mejor con luz brillante e indirecta, pero una ráfaga de sol temprano por la mañana o al final de la tarde le ayudará a florecer.
Agua y riego
Riega solo cuando esté completamente seca la tierra. No dejes que permanezca encharcada. Remoja bien, pero asegúrate de que el agua se escurra. "Riego mis cactus colgantes muy bien", dice Tony. "De hecho, los saco afuera y los rocío con una manguera. Si no puedes hacerlo, simplemente mételos en la ducha, remoja bien las hojas y empapa la tierra y asegúrate después de escurrir el exceso de agua".
Abono
Fertilizar cada dos riegos durante todo el año.
Cómo propagar la Rhipsalis Baccifera
"Esta familia de plantas tiene una forma bastante ingeniosa de propagarse", dice Tony. "Después de florecer, producen bayas llenas de semillas negras y rodeadas de una mucosidad pegajosa".
Para propagarlas, hay dos métodos que puedes probar:
Método uno: abre una baya a presión para liberar las semillas; frota las semillas con un trozo de corteza de corcho; coloca la corteza en un recipiente hermético con un poco de agua y luego ciérrala para mantenerla húmeda. Las semillas germinarán y las raíces se unirán a la corteza. Una vez que aparezcan las hojas y alcancen unos centímetros de largo, retira las plantas de la corteza para colocarlas en una maceta con tierra o deja que cubran la corteza. Luego, puedes colgar la corteza y rociarla unas cuantas veces a la semana para mantener la planta húmeda.
Método dos: corta un trozo de la planta que tenga un nudo, colócalo sobre tierra húmeda; cúbrelo con film transparente o colócalo en un recipiente hermético. En unas pocas semanas, echará raíces y te dará una hermosa planta nueva.
