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En primavera, los bulbos adquieren todo su esplendor y llenan de color el jardín cuando las plantas perennes todavía están despertándose de su letargo invernal y todavía hace demasiado frío para que broten las flores anuales. Los bulbos son unas de las plantas más fáciles de cultivar en cualquier jardín y pueden prosperar en macizos, macetas o jardineras, jardines rocosos, debajo de los árboles e incluso en el césped.
A continuación, te damos una guía para saber qué bulbos debes plantar con antelación para que florecen en primavera.
¿Cuál es el mejor momento para plantar bulbos que florecen en primavera?
El momento ideal para plantar bulbos que florecen en primavera es a finales de otoño, normalmente entre septiembre y noviembre. Esto les permite establecer raíces fuertes antes de que llegue lo peor del invierno.
“El calor del suelo inicia el crecimiento de las raíces”, nos explica Annelise Brilli, experta en horticultura de la empresa de plantas y semillas Thompson and Morgan. “Luego, los bulbos necesitan el frío del invierno para salir de su estado latente y epezar a producir los primeros brotes de flores”.
La principal excepción son los bulbos de tulipán. Debes esperar a plantar los tulipanes hasta que el clima sea más frío en noviembre: las temperaturas más frías reducen el riesgo de que padezcan lo que se conoce como Fuego de Tulipán. Se trata de una enfermedad fúngica que prospera en condiciones cálidas y húmedas. Causada por el hongo Botrytis tulipae, produce manchas marrones y hojas retorcidas, marchitas y deformadas que pueden parecer como si hubieran sido quemadas por el fuego.
Los bulbos de primavera son generalmente muy resistentes (la resistencia es solo una de sus muchas ventajas), pero si el clima es particularmente severo, una capa adicional de mantillo puede mantenerlos protegidos, sugiere Claire Hooper, especialista en plantas de Hillier Garden Centre en Winchester. Puedes cubrir los bulbos con una lámina de horticultura para una protección adicional contra tormentas severas y heladas fuertes.
"No existe un enfoque único para los bulbos", nos dice Sarah Raven, jardinera. "Los diferentes bulbos requieren diferentes cronogramas y métodos de plantación. Si eliges tus plantas sabiamente, crearás una sucesión de hermosas flores desde principios de primavera hasta el verano".
Esto puede empezar con delicadas campanillas blancas (Galanthus), que asoman por el suelo ya en enero, anunciando la llegada de días más cálidos. Luego vienen los azafranes, en azules brillantes, amarillos mantecosos, púrpuras brillantes, blanco puro e incluso a rayas, con estambres amarillos que atraen a los primeros polinizadores.
“Para garantizar que el jardín tenga este color a partir de febrero, planta los bulbos de azafrán en septiembre”, dice Sarah. “Si vas a plantarlos en macetas, utiliza tierra arenosa y bien drenada a pleno sol y colócalos en un lugar donde puedas verlos desde una ventana, lo que te aportará alegría instantánea durante los meses más fríos”.
Dónde debes plantar los bulbos que florecen en primavera en el jardín
Una de las bellezas de los bulbos que florecen en primavera es su versatilidad. Se pueden plantar prácticamente en cualquier parte del jardín.
Annelise utiliza bulbos para rellenar los huecos entre las plantas perennes que emergen en los macizos. Le gusta el Narcissus ‘Hawera’, un delicado narciso enano con pétalos inclinados hacia atrás de color amarillo limón: “es perfecto para los bordes de los macizos”.
Los narcisos, que lucen preciosos en los jardines de rocalla y debajo de árboles más pequeños, también son uno de los favoritos de Sarah, porque son muy fiables y producen más y más flores cada año.
Para lograr colores más vivos y tardíos, Annelise planta tulipanes más hacia el centro o la parte posterior del macizo. Uno de sus tulipanes favoritos es ‘El Niño’: “Una mezcla ardiente de naranja, salmón y amarillo, como otros tulipanes Triumph, tiene la ventaja de ser una planta perenne confiable”. Triumph es un tipo de tulipán conocido por ser súper resistente y poseer tallos fuertes.
Los Alliums de color lila, morado o blanco, que florecen más tarde en primavera, son “consistentes y requieren muy poco cuidado” en un macizo o maceta, dice Sarah. Prosperan en un suelo bien drenado y les gusta un lugar permanentemente soleado. “Como plantas perennes, no se molestan, tienen un aspecto llamativo durante años”, agrega.
Los tulipanes también se pueden cultivar en macetas grandes. Annelise sugiere agregar abono fértil y bien drenado y plantar el tulipán Darwin ‘Pink Impression’: “Estos tulipanes altos producen flores impresionantes en un rosa brillante increíble. Son híbridos Darwin fuertes que son perennes de manera confiable, por lo que puede plantarlos en los bordes del jardín más tarde”.
Para las macetas, Annelise recomienda las flores “exquisitas” de Iris reticulata. “Crean un espectáculo similar a una joya, emergiendo del suelo en febrero, cuando hay poco color en el jardín”, dice.
Ahora hay una tendencia a animar los céspedes con bancos de bulbos coloridos. El Crocus tommasinanus de floración temprana es especialmente bueno para esto, según Annelise, porque es resistente y se propaga rápidamente. “Plántalo directamente en el césped”, dice. “No pierdas tiempo plantando estos pequeños bulbos individualmente. Simplemente corta pequeños bloques de césped y entierra algunos bulbos en los agujeros, luego vuelva a colocar el césped con cuidado”.
¿Qué pasa si plantas bulbos de primavera demasiado pronto?
Annelise afirma que la plantación temprana no es un gran problema, ya que los proveedores de bulbos no suelen entregar los bulbos hasta septiembre o finales de agosto como mínimo: “Siempre que los bulbos estén en estado de latencia y el suelo no esté demasiado húmedo, la plantación temprana no debería afectarles negativamente”. La única excepción, añade, son los tulipanes. Es mejor plantarlos después de las primeras heladas para reducir el riesgo de enfermedades fúngicas y víricas.
Los mejores bulbos para plantar, según los expertos
Sarah adora los tulipanes por “sus colores llamativos, sus formas interesantes y la vida que aportan a los bordes y las macetas”. Elige colores fuertes y brillantes como el amarillo y el rojo para las zonas del jardín que disfrutan de luz solar intensa, y tonos pastel de rosas, melocotones y limones “que parecen brillar con la luz de la mañana”.
Sin embargo, Sarah también recomienda bulbos de amarilis, “en alegres rojos, verdes carmesí o rosados y blancos” como perfectos para dar la bienvenida al nuevo año. Planta las amarilis en septiembre para disfrutar de sus flores en enero: “Colócalos en un lugar relativamente soleado, ya que necesitan mucha luz, pero no dejes que los amarilis se expongan a la luz solar directa y dura”.
Para Claire, es el azafrán. Agrega: “De las primeras flores que florecen en primavera, son ideales para añadir un toque de color al jardín después de la larga y gris temporada de invierno”.
A Annelise le gustan los muscari, también conocidos como jacintos de uva, porque estos bulbos resistentes se extienden para formar colonias en el suelo desnudo debajo de árboles y arbustos de hoja caduca. “Ahora hay algunos bicolores impresionantes disponibles, como el muscari ‘Grape Ice’”, dice. “Es un morado precioso cubierto de blanco, muy bonito”.

