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Al cultivar cilantro, obtienes dos hierbas apetitosas por el precio de una: las hojas y los tallos verdes que se usan para dar sabor a muchas salsas y ensaladas y las semillas que son una especia también muy usada para guisos. Las hojas del cilantro, también conocidas como perejil chino, son, con diferencia, la parte más versátil de la planta. Muchos aderezos, sopas, salsas, guarniciones y platos de carne incorporan esta hierba verde para realzar instantáneamente el sabor. Si cocinas muchas recetas que requieren cilantro o simplemente te gusta tener hierbas frescas a mano, cultivar cilantro en casa es una inversión inteligente, además de deliciosa.
Cómo cultivar cilantro a partir de semillas
Busca un contenedor que mida al menos 20 cm de profundidad o un terreno libre. Prepara la tierra trabajando con abono o materia orgánica al menos a 15 cm de profundidad y luego rastrilla hasta que quede suave. A finales de la primavera o el otoño (antes o después de que llegue el calor extremo), planta las semillas de cilantro a 1 cm de profundidad y espacia las plantas a una distancia de 15 a 20 cm. Riega las plantas bien y con frecuencia, y aliméntalas con un fertilizante nitrogenado una vez que alcancen los 5 cm de altura.
Las plantas florecerán tan pronto como los días se alarguen y las temperaturas aumenten, así que asegúrate de que estén en un lugar con pleno sol o sombra parcial, si vives en un clima particularmente cálido. Si existe peligro de heladas, protege tus plantas de cilantro con cubiertas para hileras.
Después de unos 50 a 55 días, la planta debe tener al menos 15 cm de alto y puedes empezar a recoger las hojas. Al cosechar, recoge las hojas una a una o córtalas a un 1/3 de distancia del tallo con tijeras de podar o de cocina, para que la planta pueda seguir produciendo hojas.
El cilantro es una hierba de vida corta, así que cosecha las hojas una vez a la semana para evitar que se desarrollen semillas. Una vez que las semillas se desarrollan, se autosembrarán, lo que provocará que aparezcan pequeñas plantas durante la temporada actual o la siguiente.
Extra: si plantas cilantro en macetas, puedes trasladarlas al interior cuando el clima se enfría para cosechar más hierbas frescas (si lo haces en el momento adecuado, por supuesto).
Sigue estos consejos para cuidar adecuadamente tu cilantro:
- Momento: planta el cilantro a finales de la primavera (dos semanas después de la última helada) o principios del otoño para evitar las altas temperaturas. El cilantro plantado durante el calor del verano tendrá un sabor amargo y durará menos tiempo.
- Suelo y riego: el cilantro crece mejor en un suelo con un pH neutro de 6,2 a 6,8, pero es bastante tolerante y crecerá en casi cualquier suelo rico. Puedes conocer los niveles de pH de su suelo realizando una prueba de suelo en casa. Una vez que hayas plantado el cilantro, asegúrate de que la tierra esté húmeda pero bien drenada.
- Malezas: cubre las plantas de cilantro con mantillo tan pronto como sean visibles sobre el suelo para evitar las malas hierbas. En caso de duda, usa un herbicida.
- Plagas y enfermedades: los problemas más comunes del cilantro son los hongos que marchitarán las hojas, las saltamontes, los pulgones, la mosca blanca y el mildiú. Controla los insectos usando jabón antibacteriano y retira tallos y hojas muertas para combatir el moho.
- Cosecha: si no lo haces en el momento adecuado, el cilantro puede desprenderse antes de que tengas la oportunidad de cosecharlo. Para evitar que se desprendan las hojas, córtalas con frecuencia y mantén la planta a la sombra y regada. Para lograr cilantro para una temporada, escalona las plantaciones cada tres o cuatro semanas.
Cómo almacenar y utilizar el cilantro cosechado
Después de que la planta crezca, recolecta las semillas de cilantro visibles y tritúralas para cocinarlas u hornearlas. Si prefieres guardar las semillas para otra cosecha, tritura suavemente las semillas de cilantro para romper la cáscara y remójalas en agua durante la noche. Deja que las semillas se sequen por completo y plántalas la siguiente temporada.
Sin embargo, las hojas de cilantro es mejor usarlas cuando están frescas y deben usarse al final de la cocción para obtener todo el sabor. Envuelve el cilantro fresco con papel de cocina húmedo y guárdalo en la nevera para alargar su vida útil. Si no puedes comer todo el cilantro antes de que se estropee, corta las hojas individuales y mételas en una bolsa antes de guardarla en el congelador. Para medidas específicas, corta el cilantro y guárdalo en una cubitera en el congelador. El resto depende de ti: échalo en vinagretas, haz tu propio guacamole o adereza un plato básico de pollo.
