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La menta es muy fácil de cultivar, incluso en inviertno. Es una de las plantas aromáticas que mejor huelen, por eso es muy apreciada para completar el paisajismo de tu jardín o ponerla en macetas en tu terraza o balcón.
Además, la menta se ha convertido en un ingrediente perfecto para aderezar tus recetas o cócteles, así que si cultivas hierbas aromáticas en la cocina de tu casa vas a lograr que tus invitados se sorprendan.
La menta es la hierba más resistente, ni siquiera una helada invernal puede matarla, así que si crees que no tienes mano para las plantas, te recomendamos que empieces por esta planta fácil de cultivar.
Cuántos tipos de menta hay
Tanto si cultivas menta en interior como en exterior, para infusiones o cócteles, la planta de menta te dará muchas alegrías, así que conviene que descubras sus variedades:
- Menta piperita: Tiene una hoja dulce y picante en boca.
- Menta verde: Como el sabor de tu chicle favorito, la menta verde es refrescante.
- Menta chocolate: Prima de la menta piperita, las hojas de esta hierba tienen un distintivo sabor y aroma a menta y chocolate.
Dónde colocar la planta de menta
¿Es fácil cuidar la menta? Sí. Las plantas de menta son increíblemente resistentes y pueden sobrevivir a casi todo. Esto la convierte en una excelente hierba o planta de iniciación para los principiantes en jardinería. Debes tener en cuenta estos cuidados básicos:
- Luz solar. La menta crece mejor en sombra parcial. Aunque crece bien al sol de la mañana, los abrasadores rayos de la tarde pueden quemar fácilmente sus hojas. Para un crecimiento óptimo, coloca tu planta de menta cerca de una ventana orientada al este o al oeste o en un lugar que reciba luz constante pero sol directo sólo durante unas horas al día.
- Riego. Al igual que otras hierbas de hoja y plantas de interior, a la menta le gusta que la tierra esté húmeda (¡pero nunca empapada!). Añade más agua cuando notes que el primer centímetro de tierra está seco al tacto. Si las hojas se marchitan, significa que la menta no recibe suficiente agua. Si la menta está expuesta al sol, riégala por la mañana para que esté bien hidratada cuando suban las temperaturas a lo largo del día.
- Tierra y abono. Una tierra rica en nutrientes es ideal para la menta. Un buen drenaje también es esencial, pero concéntrese primero en el contenido de nutrientes de la tierra. Durante los meses más fríos, puede añadir abono o fertilizante una vez al mes para favorecer su crecimiento.
- Temperatura y humedad. Las plantas de menta son resistentes y muy adaptables, pero los distintos tipos de menta tienen preferencias diferentes. La menta piperita tolera muy bien el frío, mientras que la menta verde prefiere climas más cálidos. En interiores, las plantas de menta no necesitan temperaturas especiales ni específicas. Las plantas de menta pueden tener problemas con la humedad baja. Puedes aumentar la humedad nebulizando la planta entre riegos o colocándola sobre una bandeja llena de guijarros y agua. Esto resulta especialmente útil e incluso puede ser necesario durante los meses secos de invierno, dependiendo de dónde vivas.Vigila las hojas para detectar signos de deshidratación.
Cómo y cuándo plantar la menta en maceta
Ya sea en maceta o en el suelo, la menta puede crecer tan bien en el exterior como en el interior. Lo mejor es plantar la menta en primavera, justo después de la última helada (probablemente entre finales de marzo y principios de mayo, dependiendo de la zona de rusticidad en la que te encuentres).
La menta está incluida entre las llamadas mala hierba porque crece rápido, por lo que no tendrás que esperar mucho ni dejar tiempo extra para que las raíces se arraiguen.Debido a la rapidez de la menta, es importante espaciar las plantas al menos entre 45 y 60 cm. De hecho, su crecimiento es tan agresivo que es mejor colocarla en un área reducida, como el borde de un camino o una maceta exterior, para evitar que se apodere de todo el jardín.
Cómo cultivar la menta durante todo el año
Recoge hojas de menta de cualquier tamaño pellizcando los tallos en la base de las hojas. Si quieres consumir algunas hojas o ponerlas en tus recetas, espera hasta justo antes de que la planta florezca, cuando el sabor es más intenso, y luego corta toda la planta justo por encima del primer o segundo grupo de hojas. Deja que la planta recupere algo de crecimiento antes de volver a cosecharla.
Las plantas de menta sobreviven en invierno, porque son muy resistentes, incluso con heladas. Si están en el exterior, hay que podarlas cerca del suelo y cubrirlas con un mantillo de hojas para que descansen hasta la primavera y vuelvan a brotar.
Qué es y para qué sirve la menta
Son dos de las preguntas más frecuentes sobre esta planta aromática. Es una especie con polinización cruzada, así que si se plantan cerca unas de otras, los distintos tipos de plantas de menta empezarán a polinizarse y brotarán plantas híbridas. Para evitar que esto ocurra, plántalas en macetas o arriates separados.
¿A qué velocidad crece la menta? A partir de la semilla, las plantas de menta tardan sólo dos o tres meses, dependiendo de dónde vivas, en alcanzar un tamaño cosechable.
Las propiedades de la menta son archiconocidas, pero debes saber que jamás debes utilizarlas con niños o bebés ni tampoco en infusiones si estás embarazada. La menta poleo tiene beneficios en el sistema digestivo y es perfecto si sufres aerofagia. Por otro lado, la hierbabuena calma los dolores de la menstruación y puede ayudar con los síntomas de ansiedad.
