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Mucho antes de que los aficionados a la jardinería de la generación millennial hicieran tan enormemente populares a las plantas suculentas, las siemprevivas ya eran muy habituales en los jardines y las macetas de muchas de las terrazas de nuestras abuelas.
Las siemprevivas siempre han sido tan apreciadas durante tanto tiempo porque son fiables y fáciles de cultivar. Estas suculentas son resistentes, con una textura atractiva y una belleza discreta. Y una vez establecidas, apenas necesitan cuidados. De hecho, forman parte del preciado club de las plantas más fáciles de cultivar, incluso si eres totalmente novato en jardinería.
Cuidados de la siempreviva
Para un experto en el cultivo de plantas de interior y paisajismo, esta planta suculenta es un juego de niños, porque los más pequeños pueden encargarse de cuidar sin problemas esta maceta en tu casa.
Las siemprevivas son plantas originarias de las montañas del sur de Europa. Hay cientos de especies, pero todas forman una roseta apretada que crece cerca del suelo y nunca supera los 15 cm de altura. Sus gruesas hojas pueden estar ligeramente teñidas de rosa o rojo.
El nombre botánico de esta planta crasa, Sempervivum, proviene del latín y significa "vivir para siempre", lo que es bastante cierto en el caso de esta planta. Su longevidad se debe a los numerosos retoños, que se reproducen de forma casi espontánea a partir de la planta madre. De hecho, estos plantones forman nuevas colonias que se propagan rápidamente.
Cuidados de las plantas siemprevivas
Ahora te contamos todo lo que necesitas saber sobre cómo se cultiva esta especie de crasa, que necesita exposición solar de forma continuada. El sustrato tiene que ser ligeramente ácido y siempre ha de estar bien drenado.
El tamaño que pueden alcanzar las rosetas es igual de ancho que de alto, ya que no superan los 15 cm. Las siemprevivas son plantas son monocárpicas, lo que significa que una vez que la planta madre florece, muere y puede retirarse del jardín, aunque ya hemos avisado de que se propaga rápidamente.
Además de necesitar más de 6 horas de luz solar directa al día, la siempreviva es tolerante a la sequía y evoluciona de forma adecuada en suelos arenosos, arenosos o pobres. Además, tiene una extraordinaria facilidad para reproducirse en jardines con rocas, escondida entre las grietas o en los bordes y esquinas de las construcciones.
La siempreviva en maceta no necesita tiestos con mucho fondo, sólo un orificio de drenaje. Debes procurar que no tenga el sustrato demasiada humedad para que la planta crasa no se pudra, así que deja suficiente tiempo entre riego y riego.
Cuando la roseta madre tenga demasiados años va a tener un tallo alto y grueso, de unos 20 cm de altura con una flor en forma de estrella en el extremo. Esta flor durará unas semanas y luego la planta madre morirá, aunque los hijos seguirán creciendo si lo riegas al principio a diario durante 1 a 3 semanas o con menos frecuencia si ha llovido o la tierra está húmeda, simplemente hasta que la planta esté establecida.
¿Cuáles son las diferencias entre la planta siempreviva y la echeveria?
Estas dos plantas reciben el nombre común de siemprevivas, por eso solemos confundirlas. La echeveria tiene la roseta más apretada y con hojas en forma de cuchara, mientras que la sempervivum, que luce hojas estrechas y puntiagudas.
Los dueños de mascotas tienen que saber que estas plantas crasas no son tóxicas, pero pueden causar trastornos gastrointestinales si tu gatito o tu perro comen grandes cantidades, así que mantén a tu peludo alejado de estas plantas si le gusta purgarse mordisqueando plantas.
