Llamados así por Iris, la diosa griega del arcoíris y mensajera personal de los dioses, las flores de iris son conocidas por sus pétalos arqueados, colores vibrantes y aroma embriagador. Una planta impresionante para cualquier jardín, los iris crecen altos (pueden sobrepasar los 50 cm de altura) y se balancean elegantemente con el viento. Es una planta perenne muy resistente al sol que florece temprano, por lo que si plantas las flores de iris en otoño, para la primavera tendrás tu jardín lleno de flores.

A pesar de su apariencia exótica, los iris son una de las plantas más fáciles de cultivar. Por supuesto, como con cualquier planta que plantes en tu jardín, hay cosas que debes tener en cuenta, como la cantidad de luz solar que necesitan los iris, cuánto regarlos y demás factores. A continuación, desglosamos exactamente lo que tienes que saber si quieres plantar flores de iris en tu jardín o en las jardineras de tu patio o porche, así como consejos y trucos de cuidado para garantizar que prosperen.

¿Cuándo debo plantar los iris?

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El mejor momento para plantar iris es a finales del verano y principios del otoño (incluso desde finales de julio hasta principios de septiembre). Esto le da a la planta suficiente tiempo para asentarse en el suelo y empezar a echar raíces antes de la primera helada.

¿Cómo debo plantar los iris?

Los iris suelen estar disponibles para plantar como lo que se llama rizomas, pequeños brotes con forma de tallo unidos a un sistema de raíces semidesarrollado. Lo principal que debe recordar al plantarlos es asegurarte de que el rizoma no quede demasiado hundido en el suelo. Debes dejar una pequeña cantidad del rizñma debajo del tallo que sea visible sobre la superficie del suelo. Debido a su naturaleza estilizada y alta, debes dejar suficiente espacio para que los iris crezcan. Por regla general debes separar las plantas entre 15 cm y 30 cm.

¿Qué es un iris barbudo?

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El tipo de iris más popular es el iris barbudo o iris germánica, muy fácil de cuidar y mantener. Ligeramente diferentes a los iris tradicionales, los iris barbudos obtienen su nombre de la "barba" que recorre el centro de cada pétalo. Los iris barbudos tienen pétalos ondulados que se despliegan y vienen en una amplia variedad de colores, desde un amarillo vibrante hasta un burdeos profundo e incluso mezclas bicolores.

Cuidados de las flores de iris

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Agua y tierra

Se necesita una gran cantidad de agua para mantener felices a las plantas de iris. Si bien pueden tolerar la sequía, son más felices en suelos húmedos y con buen drenaje. Regar en exceso, o permitir que la tierra se empape, puede provocar que se pudra la raíz.

Si bien el suelo no necesita ser especial, sí debe drenar bien. El sustrato universal para jardinería es perfecto y no es necesario fertilizar, aunque puede ser útil si el suelo natural de tu área no es muy denso o rico en nutrientes.

Luz del sol

Los Iris prosperan a pleno sol. Por lo menos de seis a ocho horas al día es lo ideal. Si no se les da suficiente luz, no florecerán y te quedarán tallos altos y cubiertos de hierba.

Iris en maceta 2 plantas

Iris en maceta 2 plantas
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Kate McGregor
Editor digital
Kate McGregor es la editora digital de House Beautiful y escribe guías detalladas sobre los costos de renovación de viviendas, historias de inspiración para el diseño y guías para el cuidado de las plantas. Con más de cinco años de experiencia escribiendo contenido comercial y optimizado para búsquedas para marcas como Domino, Real Simple y Clever de Architectural Digest, Kate ha desarrollado una pasión por descubrir las historias personales que a menudo se esconden detrás de la inspiración para los espacios de las personas. Anteriormente trabajó como editora de mercado adjunta en ELLE Decor, donde identificó los mejores productos y marcas del sector y entrevistó a diseñadores emergentes sobre sus opiniones sobre las últimas tendencias en diseño de interiores. Kate es licenciada por la Universidad de Belmont. Cuando no está investigando las especificidades del cuidado de las plantas de begonia, puede encontrar a Kate recorriendo los mercados vintage en busca de la silla ideal de hierro forjado, tejiendo otro cárdigan o leyendo libros de no ficción histórica.