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El lirio de la paz es una planta de interior con flores de elegancia singular. Sus esbeltas flores blancas y el brillo de sus hojas le hacen un objeto de deseo, aunque no son plantas de interior caras. Además, se trata de una planta de interior muy fácil de cuidar Normalmente, solo necesita agua una vez a la semana, pero te recomendamos comprobar el nivel de humedad al insertar un palito de madera en el sustrato de vez en cuando. Ya sabes que si aparece limpio, tendrás que regarla. Lo que está claro es que debes evitar la luz solar intensa, algo que también le ocurre al Lilium o lirio.
Características de los lirios de la paz
Los lirios de paz, pertenecen al género Spathiphyllum wallisii, bajo el que hay más de 30 especies diferentes. El tallo mide 30 centímetros de largo y de él se desarrollan hojas de color verde oscuro en forma lanceolada muy brillantes. Además, se trata de una de las plantas de interior más resistentes y decorativas.
Los Spathiphyllum wallisii son una de las plantas venenosas y tóxicas que puede que quieras evitar en tu jardín. Según Ulla Rothschuh, bióloga de Ecología Verde, los lirios de la paz son venenosos también para mascotas y humanos, si se mastican o ingieren, así que evita estas bonitas flores si convives con niños o animales, porque contienen cristales de oxalato cálcico. Si se ingieren, los lirios de la paz pueden causar trastornos gastrointestinales, babeo y dolor de boca y garganta. Como siempre, lo mejor es que si sospechas que ha habido un accidente, debes llamar al médico para consultar los síntomas de tu hijo y hacer lo propio con el veterinario si le afecta a tu mascota.
Cómo cuidar el lirio de la paz
El Spathiphyllum wallisii es una planta purificadora del aire, además de que sus cuidados son muy básicos y sencillos: la tierra siempre debe estar húmeda, es mejor regarla con agua tibia, y necesita una temperatura constante, mucho mejor si es entre los 18ºC y los 23ºC. El lirio de la paz prefiere poca luz y sobre todo indirecta, aunque la necesita para florecer. También es importante trasplantarlo a una maceta mayor cada primavera y pulverizarla cuando hay calefacción.
Cómo hacer florecer los lirios de la paz
Durante su época de floración deberá recibir más luz natural y un poco de fertilizante cada 20 días. Si vigilas con mimo al lirio de la paz puede vivir una década o más tiempo, por eso es una de las plantas de interior más fáciles de cuidar. Por la alta demanda de agua que tiene puede ser propenso a estancamientos en el suelo, pero para evitarlos hay que tener una buena mezcla de sustrato. Esta se va a preparar con partes iguales de turba, humus de lombriz y un puñado de perlita, tepojal, vermiculita o grava volcánica, según Rothschuh.
Esta planta de interior no necesita mucho abono, así que utiliza un fertilizante equilibrado cada seis u ocho semanas durante la temporada de crecimiento, que se da, en el caso del lirio de la paz, entre la primavera y el verano. Si quieres saber más, desde la redacción de Nuevo Estilo ya te hemos contado cuáles son los tipos de fertilizante más indicados para cada tipo de planta.
Cómo plantar los lirios de la paz
Los lirios de la paz necesitan un suelo que drene bien. También pueden crecer solo en agua, en cuyo caso la base de la planta debe estar por encima de la línea de flotación. Esto permite que las raíces crezcan en el agua y evita que las hojas se sumerjan constantemente, lo que puede hacer que se pudran.
A los lirios de la paz les gusta estar un poco enraizados, por lo que no es necesario trasplantarlos a menudo, simplemente observa que las raíces no aparezcan por los orificios del fondo de la maceta, porque es un claro síntoma de que necesitan un trasplante urgente.
El Spathiphyllum wallisii es una planta de interior que resiste especialmente el frío, pero si vives en una zona cálida se puede plantar en el exterior, aunque casi te diríamos que deben ser climas bondadosos, porque por debajo de los 15 °C, no aguanta bien.
Cómo regar los lirios de la paz
A los lirios de la paz les gusta la humedad, por eso puedes usar sistemas de autorriego o darle sus dosis de agua a diario. Mete el dedo en la tierra para comprobar que no le sobra humedad, porque no conviene que las raíces estén empapadas. Las plantas hablan y verás que uno de los problemas de las plantas de interior es el exceso de agua, pero ¿sabes cuáles son las causas de las puntas marrones de los lirios de la paz o las hojas caídas? En la mayoría de los casos, aparecen por un riego irregular, demasiada o muy poca agua, baja humedad o fertilización excesiva. No es un gran agravio para esta planta de interior, simplemente un aviso de que tienes que vigilar sus cuidados. Así, Ulla Rothschuh, recomienda regar el lirio de la paz 2 o 3 veces por semana y recomienda regar la planta con agua tibia, ya que, al igual que las plantas tropicales de interior, el lirio de la paz no tolera demasiado bien el frío.
Belinda Guerrero es redactora digital especializada en decoración, arquitectura e interiores en Nuevo Estilo, aunque también escribe contenidos sobre jardinería, bienestar o mascotas. Le interesa la economía circular y la ecología, pero también las tendencias del interiorismo y encontrar trucazos para ahorrar tiempo o energía y conseguir vivir todos mejor en un entorno más sostenible. En la web de Nuevo Estilo también hace guiños al star system cuando bucea en las casas de los famosos españoles y de las celebrities con más seguidores en redes sociales. Belinda tiene una larga experiencia como periodista y también ha sido diseñadora gráfica, así que puede decir que ha ejercido en casi todos los frentes de la prensa, desde agencias de noticias hasta diarios y revistas, donde ha tenido la suerte de participar en el lanzamiento de grandes proyectos brillantes en los grupos de comunicación más importantes de España. También ha trabajado en producciones de moda, organización de eventos y en el departamento Boutique Creativa de Hearst, donde se creaban productos branded content y coordinaba equipos para diseñar revistas de empresa y fidelización para El Corte Inglés, Repsol o Renfe. Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid para dedicarse a la profesión más bonita del mundo y ha tenido la suerte de seguir en esta maravillosa brega capaz de saciar su curiosidad infinita sobre cualquier tema. Ha escrito artículos de decoración, cine, belleza, motor, consumo, salud, economía, cultura, moda, gastronomía o medio ambiente; en realidad, sobre cualquier ámbito, incluida una de sus grandes pasiones: los viajes. Como redactora de la revista DeViajes, tuvo la suerte de pasear por todo el mundo durante una década y recibir el Premio de Prensa Escrita de Turismo de Flandes.