LAS CALAS:

Esta planta herbácea vivaz, de origen sudafricano, tiene grandes hojas verdes y flores en forma de embudo, que proporcionan un perfume agradable. La mayoría suelen ser blancas, aunque existen nuevas variedades coloridas y decorativas.

Todas necesitan suelos muy húmedos y, aunque se desarrollan mejor a la sombra, toleran la exposición al sol siempre y cuando éste no sea demasiado fuerte.

En esta época, cuando se encuentran en plena fase de crecimiento, necesitan mucha agua y abono cada 15 días. Una vez hayan florecido, es importante mantenerlas completamente secas en su periodo de reposo para evitar que las hojas se marchiten.