Aunque los ventiladores son imprescindibles en esta época del año, también lo es limpiarlos. Puede que nunca se te haya pasado por la cabeza, pero los beneficios de darle a tu ventilador un buen “baño” van mucho más allá de simplemente conseguir aire más fresco.

Sin que lo notemos, los ventiladores sucios pueden estar soplando polvo, polen y suciedad por toda la casa, agravando las alergias estacionales, afectando la calidad del aire y reduciendo su capacidad de enfriar. No es exactamente el soplo de aire fresco que buscábamos. Una limpieza regular es la única forma de garantizar que el ventilador sople aire más frío, más limpio y por más tiempo. Así es como hacerlo.

Razones por las que necesitas limpiar tu ventilador

Aunque pueda parecer exagerado, en realidad hay tres razones principales por las que deberías incluir tus ventiladores en la limpieza semanal, especialmente en verano.

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Mejora de la calidad del aire


Los ventiladores funcionan circulando y distribuyendo aire por la habitación, así que un ventilador sucio o polvoriento distribuye aire sucio o polvoriento. ¿Alguna vez has notado que tienes la nariz un poco congestionada o los ojos secos cuando lo enciendes? Ahora ya sabes por qué. Los ventiladores también pueden acumular alérgenos como pelo de mascotas o polen, lo que puede agravar las reacciones de quienes los sufren y provocar problemas respiratorios como el asma.


Mayor eficiencia


La acumulación de polvo o suciedad en las aspas del ventilador crea una barrera que impide un flujo de aire eficaz y disminuye su capacidad para circularlo. Esto hace que un ventilador sucio y pesado tenga que trabajar más para lograr su objetivo, lo que se traduce en un mayor consumo de energía y, por tanto, en facturas de electricidad más altas. Y, por supuesto, el principal problema de tener un ventilador menos eficiente es una habitación más caliente. Cuanto más le cueste superar la suciedad, menos probable será que notes esa agradable brisa fresca.


Vida útil prolongada

El polvo puede ser una de las principales causas de desgaste prematuro en los ventiladores. La acumulación de suciedad añade resistencia y fricción en las aspas y el motor, lo que obliga a este último a trabajar más y acorta su vida útil. Si no quieres tener que comprar un ventilador nuevo cada temporada, más vale que empieces a limpiarlo.

Cómo limpiar un ventilador de aspas


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Lo primero: no te electrocutes. Parece obvio, pero más vale recordarlo: asegúrate de desenchufar y (sí, también) apagar el ventilador antes de limpiarlo. Cuando uses líquidos como agua o soluciones limpiadoras, mantente alejado de enchufes o tomas de corriente.

Muchos ventiladores de escritorio permiten retirar la rejilla frontal y las aspas para facilitar la limpieza. Si lo montaste tú mismo, seguramente recuerdes cómo hacerlo, pero si vino ya ensamblado, revisa el manual para desmontarlo de forma segura y poder volver a armarlo correctamente. Algunos modelos tienen tornillos, en cuyo caso necesitarás un destornillador, y otros simplemente encajan y se pueden quitar a presión.

Usa un paño o cepillo suave para quitar el polvo y la suciedad acumulada en las aspas. Luego, pasa un paño húmedo con una solución jabonosa suave o un limpiador multisuperficie para una limpieza más profunda. Para llegar a todos los rincones de la rejilla, puedes usar un cepillo o una aspiradora con accesorio de cepillo. Al limpiar el motor, es importante no mojarlo: límpialo con un paño de microfibra seco o un cepillo.

Cuando todas las piezas estén secas, vuelve a ensamblarlo. Es fundamental que estén completamente secas para evitar problemas eléctricos. Una vez listo, enchúfalo y disfruta de un aire más limpio y fresco.

Cómo limpiar un ventilador de torre

Los ventiladores de torre son una opción popular que ahorra espacio y distribuye el aire frío de forma uniforme, pero también acumulan mucha suciedad. Su diseño cerrado los hace un poco más difíciles de limpiar, pero no es imposible.

Empieza desenchufándolo y quitando el polvo exterior con un plumero o paño de microfibra. También puedes usar un cepillo de mano para polvo más resistente. Luego, usa la boquilla de la aspiradora —mejor aún si tiene accesorio de cepillo— para eliminar la suciedad del interior, pasándola de arriba abajo por las ranuras.

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Si necesita una limpieza más profunda (por ejemplo, si ha pasado meses guardado), hay otras opciones. El aire comprimido puede ayudar a expulsar el polvo sin desmontarlo. Si no es suficiente, puedes abrirlo con un destornillador, retirar la carcasa y limpiar el interior con un paño de microfibra húmedo y limpiador, evitando las piezas eléctricas. Luego, déjalo secar bien antes de volver a montarlo.

Cómo limpiar un ventilador sin aspas

En ventiladores de alta tecnología sin aspas, como los Dyson o Shark, la limpieza es más sencilla. Solo necesitas un paño de microfibra húmedo. Desenchúfalo, apágalo y límpialo lejos de enchufes.

Pásale el paño con un spray antibacteriano multisuperficie o solo con agua. Si tu modelo también es purificador de aire, aprovecha para revisar el filtro y asegurarte de que está libre de polvo por dentro y por fuera.

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Cómo limpiar un ventilador eléctrico de mano

Los ventiladores eléctricos de mano se han popularizado muchísimo este año. Son recargables, caben en un bolso y ayudan a evitar el sudor en el transporte público. Pero también necesitan limpieza, quizá más que otros, ya que los usamos con las manos y los acercamos a la cara.

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Se recomienda limitar el uso de líquidos en su limpieza, para evitar daños. En su lugar, usa un cepillo seco, como uno de maquillaje limpio, para eliminar polvo y suciedad de las ranuras o rejillas. Si puedes desmontarlo, sigue el mismo método que con el ventilador de escritorio, pero con mucho cuidado. Si no se puede desmontar, el aire comprimido es una buena opción. Además, limpia regularmente el exterior con una toallita antibacteriana, prestando especial atención al mango para eliminar el sudor y la suciedad acumulada.

Vía: Good Housekeeping UK
Traducido y editado por Redacción Nuevo Estilo