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Desde que me mudé a mi actual casa, entendí que orden y decoración deben ir de la mano. Me di cuenta porque mi casa no es muy grande y, sobre todo, lo entendí a la hora de ordenar y diseñar la decoración de mi cuarto de baño pequeño, en el que cada detalle cuenta y tiene que estar pensado casi al milímetro.
Si quería que fuese tan bonito como funcional, tenía que escoger objetos que me sirviesen para decorar y, a la vez, tuviese un uso práctico. Esto se materializó a la hora de elegir una estantería estrecha de Leroy Merlin, el toallero de madera y uno de los elementos más importantes, el cesto de la ropa sucia, que debía estar sí o sí para mantener a raya el ruido visual de esta estancia.
Así que me armé de paciencia y me lancé a la búsqueda de un cesto para la ropa sucia que fuese bonito, acorde con el estilo escandinavo de decoración que quise dar a mi cuarto de baño y que, a poder ser, mezclase calidad y precio. Y, por suerte, no tuve que buscar mucho: he dado con uno de Leroy Merlin que está arrasando en ventas y que, además, está rebajado. Es de bambú, combina a la perfección este material y el color crudo de su funda, tiene tapa para guardar el olor y, además, aunque ocupa poco espacio, tiene muchísima capacidad.
El cesto para la ropa sucia que arrasa en Leroy Merlin
Este cesto de la ropa que, adelanto, está siendo lo más funcional del mundo para mí, es perfecto para baños pequeños, y también para baños grandes porque, como digo, tiene bastante capacidad. En concreto, está pensado para almacenar hasta 60 litros de ropa.
Pese a ello, no ocupa excesivo espacio: mide 50 cm de alto, 40 de ancho y 30 de profundidad. En mi caso lo tengo colocado en un pequeño espacio que queda entre el mueble del lavabo y la bañera, pero se puede colocar también detrás de la puerta o, si el mueble del lavabo es flotante, debajo de este.
Lo que más me gusta de él no se su capacidad, ni siquiera el precio (no pasa de los 20 euros gracias al descuento aplicado), sino las asas de los bordes que me permiten transportar la ropa hasta la lavadora con total comodidad.
Es cierto que yo lo tengo colocado en el cuarto de baño pero, al ser tan estético y bonito, quedará también perfecto en el cuarto de la colada (en caso de tenerlo) o, incluso, en un rincón del dormitorio, en espacios más reducidos.