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El moho es uno de los problemas más comunes en el baño, causado principalmente por la acumulación de humedad. Además de afear el espacio, puede generar malos olores y afectar a la salud. Para prevenirlo, es fundamental seguir una rutina de limpieza y ventilación adaptada a las necesidades de esta estancia.
La limpieza de azulejos de todo el baño debe realizarse al menos cada dos meses, utilizando productos especializados para eliminar restos de jabón, cal y bacterias. Esta tarea no solo mantiene el aspecto impecable de las paredes, sino que también evita que el moho encuentre un lugar donde crecer. La ventilación tras cada ducha es otro paso clave: si el baño cuenta con ventana, basta con abrirla durante unos minutos; si no, dejar la puerta abierta ayudará a que el aire circule y la humedad se disipe.
Las juntas del baño son especialmente propensas a acumular moho debido al contacto constante con el agua. Revisarlas con regularidad y eliminar cualquier rastro con un cepillo o rascador es esencial para mantenerlas en buen estado. También es recomendable que cada persona tenga su propia toalla o albornoz y que estos se laven, como mínimo, una vez por semana para evitar la proliferación de hongos y bacterias. Mira aquí los mejores trucos para limpiar las juntas de azulejos en las paredes del baño.
Cómo evitar la aparición del moho en el baño: consejos prácticos para un espacio limpio y saludable
En la limpieza diaria, conviene utilizar bayetas específicas para el baño, reservando una para el inodoro y otra para los lavabos y demás sanitarios, con el fin de prevenir la contaminación cruzada. En el caso de la mampara de ducha o bañera, un truco eficaz es pasar un limpia cristales después de cada uso para retirar gotas de agua y restos de jabón, evitando así la acumulación de suciedad y la formación de moho.
Los expertos en limpieza de Leroy Merlin aconsejan: "La limpieza de azulejos de todo el baño debe realizarse cada dos meses", de esta forma podrás evitar y controlar la aparición de moho en cualquier rincón del baño que a diario puede pasar desapercibida. Con estos hábitos sencillos y constantes, es posible evitar la aparición del moho en el baño y mantener un espacio fresco, higiénico y agradable durante todo el año.