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Como editora de consejos para el hogar de Good Housekeeping, la limpieza y el orden son mi pan de cada día. Pero además, llevo diez años probando productos día tras día para hacer las reseñas para la revista. Desde lavadoras hasta lavavajillas, he probado todo tipo de electrodomésticos, con especial atención a estos electrodomésticos tan importantes, sobre todo cuando lleva el invierno.
Tuve que aprender a usar la secadora de ropa desde cero, pero pronto me acostumbré, no solo probándolas, sino usándolas a diario cada vez que tenía que lavar la ropa para probar las lavadoras prueba. A continuación, he recogido algunos de los mejores consejos que he aprendido a lo largo de los años, para que puedas aprovecharlos y tener el mejor rendimiento de tu secadora de ropa de tambor.
1 No tengas prisa en sacar la ropa de la secadora
Cuando sacas las prendas del tambor, salen calientes y, a menudo, todavía un poco húmedas. Siempre recomiendo esperar hasta que la prenda se enfríe antes de juzgar si necesita más tiempo en la secadora. Es difícil saber cuán húmeda o seca está una prenda mientras está caliente y, si está acompañada de aire caliente y húmedo al sacarla, es de esperar que necesite más tiempo.
Una vez enfriada la colada, si todavía la notas un poco húmeda, es mejor colgarla para que se termine de secar que volver a encender la secadora. Esto último podría dañar fácilmente el material al secarlo demasiado y dejarlo con una sensación "crujiente". Si estás usando la configuración sensorial, dejará de secar tan pronto como los niveles de humedad sean lo suficientemente bajos, por lo que volver a colocarla en la secadora con la misma configuración no tendrá sentido; simplemente cancelará el programa en un par de minutos. En esta etapa, seguir secando la prenda en la secadora con una configuración temporizada corre el riesgo de dañarla, así que cuélgala en su lugar.
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2 Revisa cada prenda
No presupongas que todo necesita más tiempo en la secadora si has notado una prenda húmeda. Según el tamaño de la prenda, su material y su ubicación en el tambor, la carga se secará a diferentes velocidades. Por lo tanto, revisa cada una de las prendas a medida que las vuelves a meterlas en el tambor y retira las que estén ya lo suficientemente secas.
Al reducir la carga en el tambor, acelerarás el proceso de secado y ahorrarás dinero en la factura de luz. Y reduces el riesgo de secar demasiado y dañar las prendas que se secan primero.
3 Sacude bien la colada
A medida que la secadora hace girar la ropa, esta puede apelmazarse fácilmente, especialmente si hay una sábana. Y esto significa que las prendas no pueden girar con tanta libertad y el aire caliente no puede llegar a todas ellas con tanta eficacia. Las prendas sueltas se secarán mucho más rápido que las que están apelmazadas, por lo que, en última instancia, esto hace que la secadora tenga que trabajar más con el consiguiente gasto de energía.
Por eso es una buena idea vigilar la secadora en uso y pausarla para sacudir la carga si se enreda. Hacer esto acelerará el proceso de secado y evitará que la ropa se dañe por sobrecalentamiento. Si una prenda parece enredarse con todo, puede que valga la pena secarla por separado. Las prendas pequeñas, como los calcetines, pueden ser fácilmente "consumidas" por las sábanas o fundas de edredón en la secadora. Aunque hay artículos que puedes comprar, como el desenredante de sábanas Wad-Free y las bolas de lana para secadora, para mantener las cosas separadas.
Las secadoras con funciones de secado inverso pueden ayudar a reducir los enredos al cambiar la dirección de rotación durante el ciclo, por lo que vale la pena tener esto en cuenta.
4 Es fácil llenar la secadora demasiado
Si llenas el tambor hasta que esté lleno, no estás usando la secadora correctamente. La ropa debe poder girar libremente y el aire caliente debe circular. Lo ideal es llenar la secadora hasta un poco más de la mitad (con prendas de algodón), pero siempre consulta el manual de la secadora que te hayas comprado.
Los diferentes programas también tendrán diferentes capacidades. Esto se debe a que algunos tipos de telas no son tan resistentes como el algodón y, por lo tanto, necesitan poder girar más libremente para evitar la abrasión y el sobrecalentamiento. Comprueba siempre que no estés sobrecargando las telas delicadas (incluidas las sintéticas) para evitar daños.
Las secadoras de ropa suelen tener una capacidad menor en comparación con las lavadoras, así que intenta no pasar toda la carga de una lavadora a la secadora a menos que hayas comprobado primero su capacidad. Tal vez sea mejor escalonar los lavados (a menos que tengas espacio para colgar parte de la colada), de lo contrario, se puede formar una cola de ropa mojada para la secadora.
5 Tipos de secadoras: la bomba de calor es la clave
Hay tres tipos de secadoras que puedes comprar: con ventilación, de condensador y con bomba de calor. Las secadoras con ventilación requieren un respiradero físico para liberar el aire caliente y la humedad al exterior, mientras que las de condensador condensan el agua del aire caliente y la almacenan en un tanque de agua separado. La bomba de calor es técnicamente un tipo de secadora de condensador y tiene un tanque, pero en realidad recicla el aire caliente. Consume mucha menos energía en comparación con las otras dos opciones, que utilizan elementos calefactores para calentar el aire.
Las secadoras con bomba de calor inicialmente eran bastante caras, pero han bajado de precio y son más asequibles ahora. Incluso si gastas más dinero en este tipo, al final lo recuperarás a largo plazo al ahorrar energía. Tardan más en secar en comparación porque no alcanzan temperaturas tan altas, pero son más suaves con tu ropa en el proceso. ¡Así que las secadoras con bomba de calor es la mejor opción!
6 Separa las prendas sintéticas para evitar la electricidad estática
La electricidad estática es un problema común en las secadoras. Es normal que las prendas se froten continuamente entre sí mientras giran. Pero si hay prendas sintéticas en la mezcla, no ayudan a solucionar el problema. Las prendas sintéticas contribuyen en gran medida generar electricidad estática y, al mezclarlas con prendas de algodón, se reparte el efecto.
Seca las prendas sintéticas por separado para contener la electricidad estática. O mejor aún, cuelga estas prendas para que no aumenten la carga electrostática del resto de la ropa durante el secado. Agregar una toallita para secadora a la carga también puede reducir la electricidad estática en el tambor. Sacudir las prendas mientras las saca también ayuda.
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7 Es fundamental una limpieza a fondo de la secadora
Ya sabes que debes vaciar el filtro de pelusa y el tanque de agua entre usos, pero pocas personas se toman el tiempo de limpiar su secadora. Esto es necesario para eliminar las pelusas que se acumulan de la ropa, así como los residuos de detergente y cal que se hayan acumulado en el sensor de humedad. Limpiar la secadora ayudará a que dure más, por lo que te recomendamos hacerlo con la frecuencia recomendada por el fabricante.
Empieza por enjuagar el filtro vacío con agua fría y aspirar las pelusas de la carcasa. También deberás limpiar cualquier pelusa que se haya acumulado en el embudo del tanque extraíble. O puede haber un filtro que puedas quitar y limpiar por separado. El sensor de humedad (dos tiras de metal cerca del filtro de pelusa) deberán limpiarse con un paño de microfibra humedecido con vinagre blanco destilado y luego con un paño húmedo. El vinagre blanco destilado diluido también puede ayudar a eliminar los olores del tambor.
Según el tipo de secadora que tengas, el condensador (que se encuentra en los modelos de condensación) o el filtro del evaporador (que se encuentra en las secadoras con bomba de calor) también necesitarán limpieza de vez en cuando. Esto es para que siga funcionando de manera eficiente. Si tienes un modelo con ventilación, la ventilación necesitará una limpieza profesional para eliminar el exceso de pelusa. Nuevamente, sigue las recomendaciones del fabricante.
