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A la mayoría de nosotros nos gusta seguir una rutina a la hora de limpiar. Generalmente, realizamos estas tareas siguiendo un orden determinado; sin embargo, es muy fácil olvidarse de limpiar ciertos recursos del hogar o complementos personales que utilizamos habitualmente. En la limpieza general del hogar solemos centrarnos en los muebles, objetos y otros elementos decorativos, pero muchas otras cosas las pasamos por alto y deben ser higienizadas.
Probablemente, hay cosas que nunca hemos limpiado, ya sea por despiste o porque no le damos tanta importancia, pero también son superficies donde se acumulan bacterias y suciedad sin que te des cuenta. ¿Quieres saber de qué estamos hablando? Hemos seleccionado 9 cosas que la gente olvida limpiar en el hogar y que requieren un mantenimiento.
1. El teléfono móvil
La mayoría de nosotros utilizamos constantemente los smartphones, tanto dentro como fuera de casa. Por ello, los gérmenes y las bacterias se acumulan rápidamente en su superficie; de hecho, un 25 % de los británicos se lleva el teléfono al baño y un 63 % no lo limpia después, según una encuesta de Dettol. La misma encuesta reveló que un 27 % de nosotros nunca ha desinfectado su teléfono. Esto supone un serio problema al propagarse las bacterias por otras superficies e, incluso, que acaben por el cuerpo.
Limpiar el teléfono es rápido y sencillo. Recomendamos seguir los siguientes consejos: apagar el teléfono y sacarlo de la funda. Después, se sigue un procedimiento parecido al que hacemos para limpiar la pantalla de la televisión: se limpia la pantalla y la lente de la cámara con un paño de microfibra con movimientos circulares. Se puede humedecer ligeramente el paño para eliminar las manchas más difíciles. Usar toallitas antibacterianas para una limpieza profunda, pero se debe evitar el uso en la pantalla, ya que pueden dañarla. No olvides limpiar también la funda.
2. Campana extractora
La campana extractora se puede ensuciar fácilmente debido a que suelen estar ocultas o fuera de nuestra vista, pero si visualizamos su estado, probablemente se puede ver la grasa que se acumula en la superficie. En este sentido, es importante limpiar los muebles de la cocina y mantener limpio el extractor para que funcione de manera eficiente.
Los filtros de metal suelen ir en la rejilla superior y es donde se encuentra la grasa más incrustada. Se puede sacar y meter en el lavavajillas, pero mejor no lavarlo con otros elementos (platos, vasos...), ya que el agua caliente con jabón debería ser suficiente. Los filtros de papel, carbón y esponja deberán reemplazarse con regularidad, así que se recomienda su vigilancia. Desenchufa el extractor y limpia el exterior con un paño humedecido en agua con jabón.
3. Interruptores de luz
En primer lugar, no rociar con el limpiador directamente sobre el interruptor de la luz por razones de seguridad. En su lugar, rociar un desinfectante sobre un paño de microfibra y luego usarlo para limpiar el interruptor y la placa, teniendo cuidado de no saturar la superficie. Secar y limpiar con otro paño y, ya de paso, darle una pasada a las manijas de la puerta con la misma solución.
4. Mando distancia
El mando a distancia es utilizado a diario por varios miembros de la familia. De hecho, la encuesta de Dettol reveló que cada uno de nosotros manipulamos el mando a distancia una media de 5.475 veces al año y, teniendo en cuenta que tres de cada diez personas nunca lo limpian, se crea el caldo de cultivo de bacterias que puede llegar a ser muy perjudicial.
Limpiar el mando a distancia es otra tarea rápida y sencilla. Se recomienda adquirir el hábito de limpiarlo periódicamente con una toallita antibacteriana o, alternativamente, usar un paño de microfibra con spray antibacteriano. Un bastoncillo de algodón puede ayudarle a llegar entre los botones si es necesario.
5. La escobilla del inodoro
El baño es un espacio que puede convertirse en un centro receptor de bacterias. Del mismo modo que hay rincones del baño que olvidamos limpiar, la escobilla del inodoro también solemos dejarla de lado. Precisamente, es un recurso que se ensucia fácilmente y que puede ser un foco de gérmenes y bacterias. La buena noticia es que limpiar el cepillo del inodoro no tiene por qué ser una tarea abrumadora y se puede incluir como parte de la rutina de limpieza (al menos una vez a la semana).
Para saber cuándo se debe limpiar la escobilla del inodoro, hay que hacerlo periódicamente. Para ello, se puede agregar un poco de agua caliente con jabón al soporte (con el cepillo en su lugar), agitarlo y vaciarlo en el inodoro. A continuación, se enjuaga el cepillo y el soporte con agua fresca y luego se vacía. Luego, se llena con agua fría y se agregan unas gotas de lejía. Después se puede dejar en remojo durante 10 minutos quedando el cepillo completamente cubierto. Finalmente, se vacía por el inodoro nuevamente, se enjuaga tanto el cepillo como el soporte y se rocía con desinfectante.
Se recomienda que el cepillo se sequde después de cada uso para que deje de transferir humedad al soporte. A su vez, se puede cambiar a un cepillo de baño de silicona para una mejor higiene, ya que estos no absorben tanta agua con cada uso y son más fáciles de limpiar, aunque vale la pena señalar que, según nuestra experiencia, el rendimiento de fregado no es tan eficaz en comparación con las cerdas estándar.
6. Los alrededores del inodoro
El contorno del inodoro debe limpiarse con cuidado y precisión (incluso debajo de él si está fijado a la pared). Es fácil que se acumulen restos de orina en esta zona, sobre todo si hay niños pequeños en casa. Si queremos limpiar y desinfectar el baño a fondo, hay que prestar seria atención a los alrededores del inodoro.
Para su limpieza, utilizar un desinfectante o lejía en todo el contorno y debajo (si corresponde). A continuación, un limpiador multiusos que podemos usar, por ejemplo, para limpiar las paredes de azulejos o los elementos cercanos, incluido el soporte del rollo de papel higiénico. No olvides lavar periódicamente la alfombrilla del inodoro, si tienes una, a la temperatura más alta permitida por la etiqueta.
7. Cepillo para el pelo
La mayoría de nosotros nos cepillamos el cabello al menos una vez al día. Además de los pelos sueltos que se acumulan alrededor de las cerdas, también se puede acumular grasa en ellas, por no hablar de otros productos para el pelo o la caspa. Por eso, una buena práctica es limpiar el cepillo con regularidad.
Algunos cepillos para el cabello pueden lavarse en el lavavajillas. Los cepillos o peines de plástico a veces se pueden lavar en la rejilla superior, pero asegúrate de consultar primero las instrucciones del fabricante para confirmarlo. De lo contrario, lavar el cepillo en una solución de champú no medicinal y agua puede ayudar a eliminar la grasa y el producto residuales. Los cepillos de plástico se pueden remojar en esta solución, pero no mejor no hacerlo con cepillos de madera o de paleta.
8. Cepillo de dientes y el soporte
El cepillo de dientes es uno de los accesorios del baño imprescindibles. Generalmente, no solemos limpiar profundamente nuestro cepillo de dientes, lo cual es sorprendente si tenemos en cuenta que nos lo ponemos en la boca a diario. Todo tipo de contaminantes transportados por el aire pueden caer sobre nuestro cepillo de dientes, como laca para el pelo, perfume y desodorante, entre otros. Y aunque no es una idea agradable, cada vez que tiramos de la cadena del inodoro con la tapa abierta, existe la posibilidad de que también se introduzcan bacterias transportadas por el aire.
Después de cada uso, se deben de enjuagar bien las cerdas y el mango de su cepillo de dientes con agua caliente para eliminar cualquier resto de pasta de dientes. A continuación, se debe secar el plástico duro con una toalla de mano y golpear suavemente el cabezal del cepillo en el lavabo para quitar el exceso de humedad. Si tiene un cepillo de dientes eléctrico, mejor sacar el cabezal y enjuagar tanto el interior del cabezal como el accesorio del mango; después, se deja secar por separado para evitar la aparición de moho. A su vez, se recomienda limpiar los residuos secos con un paño de microfibra húmedo si se han acumulado en el mango.
Para una limpieza profunda, dejar el cabezal del cepillo en remojo en enjuague bucal durante 15 minutos para desinfectarlo. Si se utiliza un soporte para cepillos de dientes, hay que limpiarlo con regularidad para evitar que se acumulen residuos en la base. El agua tibia con jabón debería ser suficiente; incluso, hay soportes con luz ultravioleta que desinfectan los cepillos de dientes y limpiar el 99,9% de las bacterias.
9. Colchón
Aunque a simple vista parezca limpio, es probable que el colchón esté cubierto de polvo, ácaros y bacterias. Por eso, es preciso saber cómo limpiar el colchón en profundidad y dejarlo limpio un recurso que necesitamos diariamente para el descanso.
Se recomienda el uso de aspiradores limpiadores de colchones para incidir, directamente, en la superficie y en los lados. Algunas tienen una luz ultravioleta incorporada que, según afirman, mata las bacterias. Consulta las instrucciones de cuidado de tu colchón de antemano, en caso de que no se recomiende pasar la aspiradora.