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Estás disfrutando de tu comida cuando... ¡bam! Ahí va esa camiseta o blusa nueva, cubierta de grasienta mantequilla o gotas de aceite de la ensalada. ¡Puaj!
"La grasa es una de las peores sustancias para eliminar", dice Michael Silva-Nash, vicepresidente ejecutivo de Molly Maid de Greater Little Rock. "Pero es posible si se actúa rápido y se siguen unos pasos para ayudar a eliminar la grasa de la superficie de la tela".
Aquí te contamos exactamente cómo debes quitar las manchas de grasa de la ropa:
1 Actúa rápido sobre la mancha.
Cuanto más tiempo permanezca, más difícil será eliminar la mancha de grasa de la prenda. Si acaba de suceder, retira la mayor cantidad posible con papel de cocina blanco. (Evita que los tintes de las toallas de papel con dibujos se transfieran a la tela, empeorando la situación).
"Seca, no frotes la mancha, porque frotar 'empujará' la sustancia hacia las fibras", dice Michael. Esta técnica también funciona en otros artículos, como manteles o servilletas de tela.
Si estás fuera de casa, espolvorea una pequeña cantidad de sal o sacarina sobre la mancha, evitará que se endurezca la mancha de aceite o grasa.
Comprueba la etiqueta de lavado de la prenda.
El algodón resiste el agua caliente y los lavados repetidos. Las telas sintéticas pueden ser un poco más complicadas porque lo más seguro es que no sepas si están mezcladas con otros materiales, pero muchas toleran el agua tibia. Si no sabes qué tipo de tela es y te preocupa que la prenda se encoja, el agua fría es la opción más segura, aunque puede que no sea tan eficaz para eliminar las manchas de aceite. Si se trata de una prenda de seda o lana, será mejor que acudas a una tintorería profesional.
Aplica detergente para platos directamente sobre la mancha.
Aplica una o dos gotas de un jabón para platos tradicional, como Mistol o Fairy, directamente sobre la mancha. Evita los detergentes de origen vegetal que a menudo no tienen el mismo poder anti grasa. Frota suavemente sobre la mancha con los dedos, en la dirección de las fibras (algo así como la "veta"). El objetivo es lograr que la grasa interactúe con el jabón, que se adhiere al aceite y lo separa de la tela cuando se añade agua. También puedes probar este paso con tu detergente para ropa favorito.
Enjuaga la prenda del revés.
Ahora enjuaga con agua (tan caliente como puedas según se recomiende en la etiqueta) desde la parte posterior (no el lado manchado) de la prenda. Enjuaga durante varios minutos. Métela en la lavadora y lávala inmediatamente en la temperatura más alta que la prenda pueda tolerar usando tu detergente para ropa habitual. También puedes usar un quitamanchas o un pretratador adicional, pero asegúrate de leer las instrucciones.
Seca al aire y comprueba si hay rastro de las manchas.
El calor de la secadora fijará las manchas, así que deja que la prenda se seque al aire. Luego, inspecciona si hay residuos de grasa. Si todavía queda una sombra de mancha, repite el proceso, dice Silva-Nash. ¡Puedes hacer varios intentos y es posible que tengas éxito si tienes paciencia! Aunque la técnica no siempre es infalible, bien vale la pena intentarlo para salvar tus prendas favoritas de esas feas manchas de grasa y aceite.