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El detergente para lavadora, el agua dura y excederte en el tiempo de secado en la secadora, pasan factura y pueden dejarte la ropa, las toallas y la ropa de cama con una sensación áspera.
Y esto puede ser un problema en especial con las toallas ya que es mejor no usar suavizante al lavarlas ya que puede afectar su absorbencia. Así que es más probable que notes que una toalla quede áspera cuando la uses para secarte.
Para ayudarte a lograr que tu ropa quede más suave y esponjosa lavado tras lavado, hemos reunido estos consejos.
1. No te excedas con el detergente
Un error muy habitual cuando tenemos ropa áspera es usar demasiado detergente. La lavadora tendrá dificultades para enjuagar el exceso de manera efectiva y el detergente residual puede dejar las telas con una sensación 'tiesa' una vez secas. Además, tampoco es bueno para tu lavadora, ya que la espuma residual en la máquina puede fomentar el crecimiento de moho y hongos.
Asegúrate de dosificar solo la cantidad de detergente que necesitas en cada lavado. Consulta las instrucciones de dosificación en el envase y ten en cuenta la dureza del agua de la zona donde vives. Algunas lavadoras aumentarán automáticamente el tiempo de lavado para eliminar el exceso de espuma, pero los modelos básicos pueden requerir un ciclo de enjuague extra para eliminar el detergente por completo.
Consejo: Si utilizas tu lavadora a una temperatura más baja, usa detergente líquido en vez de polvo, que suele necesitar una temperatura más alta para disolverse por completo.
2. Utiliza suavizante de telas
Por supuesto, si quieres que tu ropa quede más suave, el suavizante es la solución más sencilla y rápida, pero debes tener cuidado donde lo usas. El suavizante de telas funciona cubriendo la ropa con compuestos químicos cargados positivamente. Estos anulan los compuestos negativos y neutralizan la carga, haciendo que tu ropa se sienta más suave. Sin embargo, el suavizante de telas contiene aceites que pueden reducir la absorbencia de las telas.
Por esa razón, no debes usar suavizante al lavar toallas o ropa de gimnasia, ya que no eliminará la humedad de tu piel con tanta eficacia. Tampoco debes utilizar nunca suavizante sobre tejidos de microfibra o ropa resistente al fuego.
Al igual que el detergente, asegúrate de usar solo la cantidad de suavizante necesaria para evitar el desperdicio, consultando las instrucciones del envase. Si buscas una opción ecológica, te recomendamos usar un suavizante ecológico.
3. Suaviza el agua
El agua dura hace que la ropa quede más tiesa porque deja rastros de depósitos minerales en los tejidos. Instalar un ablandador de agua para toda la casa es una solución un poco más cara, pero puede ayudarte a resolver este problema ya que elimina por completo los minerales y los reemplaza con sodio y potasio.
Existen múltiples beneficios al instalar un sistema de ablandamiento de agua, entre los que destacamos la reducción de la cal en todos tus electrodomésticos, lo que en además alargará su vida útil.
Por otro lado, puedes usar menos detergente si el agua es más blanda, ya que es más eficiente en la limpieza.
4. No sobrecargues la lavadora
Sobrecargar la lavadora impedirá que el detergente se distribuya uniformemente por todo el tambor, y es probable que se concentre en algunas áreas sin llegar a todas las prendas. Al cargar la lavadora la ropa debe quedar lo suficientemente holgada para que pueda girar libremente. Te recomendamos llenar el tambor hasta ¾ de su capacidad para lograrlo.
5. Sacudir antes de secar
Debes sacudir cada prenda antes de colgarla para que se seque, si se seca de forma natural. Esto afloja las fibras y elimina las arrugas al mismo tiempo. Si usas una secadora, sacude cada prenda y divide la carga, así acelerarás el proceso de secado, y te dará una ventaja sobre las arrugas.
6. Secar con bolas secadoras
En la secadora se suavizan las prendas de forma natural gracias a los giros, pero puedes mejorar el proceso colocando algunas bolas de lana para secadora. Estas rebotan y abren las fibras de las telas al contacto. Las pelotas de tenis pueden lograr el mismo efecto y ayudar a esponjar las fibras.
7. No seques la ropa demasiado en la secadora
Por último, no dejes la ropa en la secadora más tiempo del necesario. Si la secas demasiado, las prendas pueden dañarse y quedar "crujientes" al tacto. Esto sucede a menudo cuando se utilizan programas cronometrados.
Asegúrate de usar un programa de sensor en tu secadora (la mayoría de los modelos ahora los tienen) para que se apague automáticamente una vez que las prendas estén secas. Si la ropa queda un poco húmeda después de sacarla, cuélgala para las etapas finales del secado (y sacude cada prenda antes de hacer esto).