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Estarás de acuerdo con nosotros en que la sensación de arroparse y secarse con una toalla mullidita y suave es una de las más placenteras del mundo. Y que no hay nada más decepcionante que comprobar cómo las toallas van perdiendo textura con el paso de los lavados. Se suelen volver más quebradizas y, a veces, el poder de secado pierde algo de eficacia.
Puede parecer magia, pero lo cierto es que existen trucos para lavar las toallas correctamente en la lavadora sin miedo a que pierdan esa textura suave y mullida que les caracteriza cuando son nuevas. Sigue leyendo porque puede, al igual que pasa cuando lavamos la ropa a mano, que estés lavando las toallas de forma poco cuidadosa.
Qué debes tener en cuenta al comprar toallas
Comprar un buen juego de toallas es una inversión a largo plazo, y también cambian nuestro momento de aseo, porque no hay nada más agradable que secarse con una toalla suavecita y que huela bien. Así que, cuando tengas que renovar toallas, de baño o de playa, busca la calidad y pon atención en los detalles técnicos de la fabricación.
Lo primero, ten en cuenta el gramaje por metro cuadrado, cuanto más alto sea esta cifra, mejor será su capacidad de absorción. Los valores más recomendables deben estar entre los 450 y los 600 gramos. Para que te hagas una idea, las toallas de los hoteles de lujo tienen 700 gramos.
El tejido es muy importante, y el favorito siempre es el algodón 100%, ya que es el textil más absorbente, aunque también las hay de bambú, poliéster y microfibra. Los más reputados son el algodón egipcio y el turco, son los que utilizan en las toallas de gimnasios, hoteles o spas, que tienen que aguantar muchísimos lavados, así que si crees que vas a tener que meter las toallas en la lavadora muchas veces, estos pueden ser los materiales que más rentables te salgan.
Otro punto a tener en cuenta son los acabados de las piezas. Los bordes tienen que llevar siempre un refuerzo y doble costura para que no se deshilache el textil. Es muy práctico si tienen ganchitos para colgarlas.
Cómo lavar las toallas correctamente
Teniendo en cuenta todo lo anterior y una vez que hayas elegido el juego que más se adapte a tus gustos y necesidades, vamos a repasar punto por punto cómo hay que lavar las toallas en la lavadora para que no se estropeen. Spoiler: el suavizante, por raro que parezca, no es su mejor amigo.
- Antes de estrenar las toallas, se recomienda lavarlas en un programa corto de la lavadora, con poco detergente y, un detalle muy importante, sin utilizar suavizante.
- Los lavados sucesivos tienen que ser entre los 40ºC y los 60ºC para eliminar la suciedad, en su mayor parte el aceite de nuestra piel, así como gran parte de gérmenes y bacterias.
- Se recomienda realizar un prelavado a baja temperatura y, de forma ocasional, conviene hacer un lavado a 70ºC, que evite la aparición de moho. Es importante saber que la lavadora no tiene que estar muy llena para mejorar su limpieza.
- Si no quieres utilizar suavizante puedes sustituirlo por medio tapón de vinagre blanco para conseguir que se mantenga su poder de absorción; este producto es bastante más respetuoso con los tejidos de las toallas.
- El secado se recomienda siempre al aire libre y, a ser posible, con luz natural para potenciar el blanqueamiento, además de beneficiarse de las propiedades antibacterianas de los rayos uva. Para que luzcan más esponjosas es mejor utilizar la secadora. Puedes incluir en el programa una pelota de tenis, ya que sus movimientos permitirán que sea más mullida al tacto. En el baño, es muy importante que los toalleros tengan espacio suficiente para que los textiles no se rocen y se sequen bien.
Trucos para conservar las toallas esponjosas
Si tus toallas se han vuelto secas y duras, tenemos los mejores trucos de limpieza para ellas, para conseguir que vuelvan a estar suaves y esponjosas.
- Sacúdelas. Antes de poner una carga en la lavadora, hay una cosa fácil que puede hacer para preparar sus toallas para el éxito: sacúdalas bien. Según Katarzyna, sacudir las toallas ayudará a que absorban mejor el detergente en la máquina. "Esto abre ligeramente las fibras para permitir que el detergente penetre mejor en el interior", dice.
- Cuidado con las aguas duras. Las aguas duras son las que contienen una gran cantidad de minerales, como magnesio y calcio. Estos minerales pueden adherirse a nuestras toallas y hacer que se vuelvan más rígidas o acartonadas. Si vives en una zona de aguas duras, debes usar un ablandador de agua. Esto, además, evitará que se acumule cal en la lavadora. Una buena idea para mantener a raya la cal es poner la lavadora sin ropa de vez en cuando, con solo una taza de vinagre blanco destilado en el cajón del detergente, o usando un descalcificador.
- No te excedas con el detergente o el suavizante. Puede ser tentador poner más suavizante si las toallas se están poniendo ásperas, pero en realidad eso empeorará la situación. Si bien el suavizante puede mejorar la suavidad y hacer que las toallas huelan a frescor, su uso excesivo lubrica las fibras de las toallas y hace que pierdan su capacidad de absorción. Demasiado detergente también puede secar las toallas, así que sigue siempre las instrucciones del fabricante.
- Secar en secadora con cuidado. Tender las toallas en el tendedero durante un rato puede ayudar a que queden más esponjosas, además de que ahorrarás tiempo de secado en la secadora. Siempre que sea posible, intenta secar las toallas al aire libre antes de meterlas en la secadora durante un breve tiempo para esponjarlas. Y si las secas completamente en la secadora, evita poner un ciclo de secado demasiado largo o demasiado caliente, ya que adquirirán una apariencia opaca y gris.