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Al final de un largo día, pasar la noche en un dormitorio acogedor, cálido y limpio es un verdadero placer. Sin embargo, como pasamos aproximadamente un tercio de nuestras vidas durmiendo en nuestras habitaciones, es fácil que terminen oliendo a humedad y a cerrado. Por suerte, este es un problema que se resuelve fácilmente. Simplemente sigue estos siete consejos y tu dormitorio olerá fresco y acogedor siempre.
1. Abre ventanas y puertas
El aire fresco en el dormitorio es esencial para dormir bien por la noche y la forma más rápida de lograrlo es abriendo ventanas y puertas para ventilar bien el dormitorio. Esto ayudará a eliminar la humedad residual que se acumula durante la noche, así como el olor a humedad.
Por eso es especialmente importante ventilar el dormitorio durante unas horas a primera hora de la mañana. Asegúrate de airear el edredón para ayudar a eliminar también la humedad residual de la cama.
2. Invierte en un purificador de aire
Los purificadores de aire hacen mucho más que eliminar los contaminantes del aire. Con una capa de carbón como parte del filtro, que la mayoría de los modelos suelen tener, también ayudan a desodorizar. Por eso estos electrodomésticos son especialmente útiles en la cocina, pero también son muy efectivos en el dormitorio por el mismo motivo.
Si crees que tus mascotas pueden estar contribuyendo al olor a humedad en tu dormitorio, opta por un purificador de aire que filtre los tamaños de partículas más pequeños (tamaños de PM 2,5 a 10). Esto hará que se filtre también la caspa y el pelo de las mascotas de la atmósfera.
El CADR (Clasificación de filtros de aire limpio) te puede resultar útil para comparar el rendimiento de un purificador. Muestra el índice de eficiencia de cada modelo al filtrar polvo, humo y partículas de polen, calculado utilizando un método de prueba de laboratorio. No olvides comprobar que el tamaño de habitación recomendado también es adecuado para su dormitorio.
3. Lava la ropa de cama
No importa lo limpia que estés tú, tu ropa de cama perderá su aroma a recién lavada con el uso. Esto no es sorprendente si tenemos en cuenta la cantidad de sudor que segregamos cada noche. Puedes ver los resultados por ti mismo: manchas amarillas en las almohadas y edredones, y olores debidos al crecimiento de moho y bacterias. Por eso, mantener limpia la ropa de cama es esencial para que el dormitorio tenga un olor fresco.
Asegúrate de lavar las sábanas y las fundas nórdicas al menos una vez cada quince días (más a menudo si tienes mascotas o alergias), usando una temperatura de 60 °C o más en la lavadora, esto matará cualquier bacteria. No te olvides de lavar también las almohadas y los edredones. Recomendamos hacerlo al menos dos veces al año. Invierte en protectores de almohadas y colchones como barrera adicional en el futuro.
4. Elimina restos de polvo
La acumulación de polvo también puede contribuir a tener olores en el dormitorio y la solución es sencilla: desempolva bien la habitación con un paño de microfibra y luego pasa la aspiradora (esto recogerá las partículas que se liberan en el aire al quitar el polvo y que se asientan en el suelo). Mira aquí cómo debes limpiar el polvo en casa de forma efectiva.
Asegúrate de repasar los lugares que te olvidas de desempolvar habitualmente. Echa un vistazo debajo de la cama y limpia la parte superior de los cuadros de la pared, por ejemplo. El polvo también tiende a acumularse en las persianas.
5. Ordena para crear más espacio
Una habitación sobrecargada de muebles y cosas restringe el flujo de aire y fomenta el sobrecalentamiento, y esto contribuye a que aparezcan los olores a humedad. Tómate un tiempo para ordenar tu dormitorio y darle un atractivo fresco y abierto. Al eliminar el desorden, que a su vez podría contribuir a los olores en la habitación, tu dormitorio será más fácil de limpiar y mantener.
Hay muchos métodos que puedes utilizar para facilitar un poco el proceso, como el método de pistas de esquí, que divide el espacio en zonas. Consulta nuestras 50 ideas para organizar el armario.
6. Combate la fuente del (mal) olor
Si detectas un olor particular en tu dormitorio, primero tendrás que lidiar con eso para empezar a limpiar el ambiente. Está muy bien abrir las ventanas y dejar un purificador de aire para desodorizar el espacio, pero si no se elimina la fuente del olor, simplemente volverá a aparecer.
Es posible que el cesto de la ropa sucia tenga ropa vieja en el fondo que contribuye al olor. O tal vez a la cesta misma le vendría bien una limpieza. Dependiendo de la etiqueta de cuidado, es posible que puedas lavar el forro a mano o a máquina para mejorar las cosas. Como mínimo, siempre puedes espolvorear un poco de bicarbonato de sodio en el fondo para ayudar a desodorizarlo. Déjelo durante 15 minutos y luego aspíralo con el accesorio para tapicerías.
Si tu mascota duerme en el dormitorio, su cama también podría ser un factor a vigilar. Asegúrate de lavarla regularmente según la etiqueta de cuidado. Algunas camas de perros y gatos cuentan con fundas extraibles, mientras que otras se pueden meter directamente a la lavadora. Y no te pierdas estos consejos de limpieza para casas con mascotas
Si los espacios de almacenaje necesitan un aire, puedes usar un producto como Neutradol Gel Power Orbs en los cajones o colgar ambientadores de armario. Como alternativa natural, un tazón de bicarbonato de sodio también puede ayudar a desodorizar. El bicarbonato no daña a las mascotas, pero asegúrate de que no lo ingieran en grandes cantidades.
7. Utiliza ambientadores y difusores eléctricos
Los ambientadores independientes o enchufables pueden hacer que tu dormitorio huela mejor. También existe la opción de utilizar ambientadores tipo mikado (de palillos) o difusores eléctricos con aceites esenciales. Asegúrate de mantener estos artículos y los mencionados anteriormente fuera del alcance de las mascotas y los niños.
No exageres con las fragancias si vas a usar un purificador de aire, ya que el aparato tendrá que trabajar más para purificar el aire del dormitorio.