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Los electrodomésticos también necesitan limpieza, por eso te conviene saber cómo limpiar la lavadora por dentro para evitar el mal olor. Es esencial que le dediques tiempo a esta tarea del hogar o la suciedad pasará factura en la colada, y no sólo lo notará tu ropa, sino que el filtro se puede obstruir y quizá tendrías que hacer frente a costosas reparaciones y sustituciones.
Cuándo y cómo hacer una limpieza profunda de la lavadora
¿Cómo sabes cuándo hay que limpiar la lavadora para que se conserve en mejor estado? Hemos encontrado siete señales reveladoras para guiarte. Actúa rápido cuando note estos síntomas y su lavadora se lo agradecerá, durando más y produciendo coladas con un olor agradable.
1. Qué hacer cuando la ropa huele a humedad o tiene moho
Una señal evidente de que tu lavadora necesita una limpieza es que la ropa huele a humedad. Las prendas tendrán este desagradable olor, incluso después de haber sido lavadas, y esta situación certifica que es el resultado del moho que se ha acumulado en la lavadora y se ha transferido a la ropa. Además, es probable que el tambor vacío desprenda el mismo olor a humedad.
La lavadora es un entorno ideal para la proliferación de bacterias, sobre todo si tenemos en cuenta el flujo de aire restringido y el calor y la humedad de los ciclos, por no hablar de los restos de jabón. Además de limpiar la lavadora, puedes evitar la aparición de moho dejando la puerta y el cajón del detergente abiertos entre ciclos para que se sequen y aireen.
Eliminar el moho y la suciedad de la lavadora
2. Consejos para limpiar el filtro de la lavadora maloliente
Si no se limpia con regularidad, el filtro de la lavadora y el agua en la que se encuentra pueden desprender un aroma insoportable que recuerda al olor de los huevos podridos. El filtro, que suele estar situado en la parte delantera del electrodoméstico, debajo del tambor, tiene la función de atrapar pelusas y residuos e impedir que lleguen a la bomba y la obstruyan.
El problema es que, si no te tomas la molestia de limpiarlo de vez en cuando, estos residuos pueden causar una obstrucción y favorecer el crecimiento bacteriano, que es el causante de estos olores tan desagradables. Además, la dificultad de vaciado también afecta al rendimiento de la máquina, por lo que esta parte debe revisarse, vaciarse y limpiarse con regularidad.
No basta con pasar un limpiador, si no que es necesario extraer el filtro para lavarlo. Para empezar, coloca un paño seco o un recipiente debajo de la tapa del filtro y desenrosca la pieza, poco a poco, así tienes tiempo de ir vaciando el agua antes de retirarlo por completo. Después, vacía cualquier residuo del filtro y, a continuación, aclara y frota con un cepillo de dientes hasta eliminar todos los restos.
3. Vigilar el moho en la goma del tambor la lavadora
Esta signo de suciedad es muy obvio, porque se ve y se huele. Es probable que el moho se desarrolle más en la junta de goma de la puerta, sobre todo en las zonas más retiradas o escondidas. El agua residual puede estancarse, al igual que los restos de jabón, por lo que es un caldo de cultivo ideal para el crecimiento bacteriano. Para detectar el moho, sólo tienes que revisar la goma y la junta de la puerta y observar si hay puntitos negros.
En lo sucesivo, limpia la junta con un paño humedecido en lejía diluida en agua. Repite esta acción cada pocos lavados, así evitarás que el moho vuelva a aparecer. Comprueba que esté bien seca antes del siguiente lavado, ya que la lejía podría pasar a la carga y desteñir la ropa.
4. Cómo limpiar el cajetín de la lavadora
Hay errores al lavar la ropa en la lavadora y cómo evitarlos. Si usas detergente líquido o en polvo, siempre habrá restos de detergente en el cajón dispensador después de un lavado. Los suavizantes, al ser espesos y pegajosos, también dejan restos. Como resultado, el cajón del detergente acaba relleno de una masa pegajosa y, con el tiempo, puede obstruirse y llenarse de agua una vez finalizado el ciclo, lo que significa que tendrás que vaciarlo y limpiarlo para que vuelva a funcionar.
Esta situación es perfecta para favorecer la aparición de moho, pero tenemos una soliución muy sencilla: retira el cajón del detergente y límpialo con agua tibia y jabón, utilizando un cepillo de dientes viejo para frotar las grietas. A continuación, déjalo secar antes de volver a colocarlo. También conviene pasar por el hueco del cajón del detergente un paño de microfibra húmedo, pero sólo después de desenchufar la lavadora. Para mantenerlo en buen estado, limpia el cajón con un paño de microfibra húmedo entre un ciclo y otro.
5. Cuidar la lavadora para que no acumule cal
Con el tiempo, es probable que se forme cal en el interior de la lavadora, especialmente en zonas donde le agua corriente es dura. Esta situación suele dañar el electrodoméstico, a largo plazo, especialmente la resistencia, por lo que debe eliminar la cal como parte de su rutina de limpieza. No podrás ver el grado de calcificación en su lavadora, pero hay indicios. Según Calgon, los restos de cal en la colada pueden dejar la ropa áspera e irritar la piel sensible, por eso se recomienda utilizar un limpiador especializado.
Los mejores productos para limpiar la cal
6. Quitar el polvo del panel de control de la lavadora
No olvides limpiar también el exterior del electrodoméstico, porque también la suciedad se acumula en los mandos y el exterior del tambor de la lavadora. Con la lavadora apagada, pásale un paño de microfibra húmedo y, si es necesario, utiliza un cepillo de dientes para limpiar las ranuras alrededor de los botones.
Paños de microfibra para limpiar en casa:
7. Cómo mantener la lavadora limpia más tiempo
Aunque acabes de comprar la lavadora, si utilizas estas rutinas vas a evitar problemas en el futuro. En este sentido, recomendamos realizar un lavado de mantenimiento una vez al mes para eliminar las bacterias con un ciclo de lavado, a 60 °C o más. Utiliza un limpiador específico para lavadoras, cada 3-6 meses, para realizar una limpieza a fondo, limpiando el cajón del detergente y el filtro al mismo tiempo.
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