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Cuando se trata de la colada semanal, generalmente lidiamos con las mismas prendas una y otra vez. Todo, desde las sábanas hasta la ropa del gimnasio y la ropa que usamos día a día, se trata de manera rutinaria. Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar qué es lo que no lavas nunca?
Bien porque no estamos seguros de cómo hay que lavarlas o simplemente porque nos olvidamos de hacerlo, algunas cosas en nuestros hogares tienden a escapar de la cita regular con la lavadora, y probablemente necesiten una buena limpieza.
Hemos recogido aquí algunas de las prendas de la ropa de hogar más comunes que olvidamos lavar, y te contamos cuál es el mejor método para lavarlas, para que puedas darles el cariño que necesitan.
1. Mantas pesadas
Las mantas con peso pueden mantenerte abrigado en los meses más fríos y además su sensación reconfortante puede aliviar la ansiedad y ayudan a tener un sueño nocturno reparador. Como cualquier otra ropa de cama, es necesario lavarla de vez en cuando, especialmente si duermes directamente debajo de una. Sin embargo, dado su peso, no siempre es fácil saber cómo lavarlas.
Las instrucciones de lavado variarán según la manta que estés usando, por lo que es importante consultar la etiqueta de cuidado de antemano. Algunas cuentan con fundas removibles que se pueden lavar a máquina, mientras que otras solo se limpian con quitamanchas. Si tu manta con peso se puede meter por completo en la lavadora, siempre debes verificar que no exceda la capacidad de carga máxima de tu máquina (consulte la guía del usuario del electrodoméstico, si no estás seguro). Según la Sleep Foundation, con el uso diario debes lavar tu manta con peso cada pocas semanas.
2. Los abrigos de invierno
Lavar el abrigo de invierno es una tarea que fácilmente se pasa por alto, pero lavarlo con cuidado puede ayudar a que luzca lo mejor posible. Como mínimo, debes lavar o limpiar en seco el tuyo antes de guardarlo al final de la temporada.
Revisa siempre primero la etiqueta de cuidados. Las chaquetas de plumón y parkas suelen ser lavables a máquina, lo que nos facilita mucho la vida. Te recomendamos usar un ciclo delicado con agua fría y detergente no biológico para evitar daños. A veces, la piel sintética y la piel de oveja sintética también se pueden meter en la lavadora, pero te sugerimos darles la vuelta a estas prendas y utilizar un ciclo de lana de 30 ºC junto con un detergente diseñado para lana, como el líquido para ropa delicada Ecover para lana y seda.
Si la etiqueta de cuidado especifica solo limpieza en seco (lo que probablemente sea así para abrigos de lana y cachemira), llévelo a la tintorería. Si los intentas limpiar en casa, corres el riesgo de dañarlos.
3. Ropa de cama
No hablamos de las sábanas o fundas nórdicas, nos referimos a las almohadas y el edredón los que probablemente requieran atención. Si piensas en la cantidad de horas que pasamos en la cama y los residuos como el sudor y los aceites que probablemente llegan a la ropa de cama, está claro que el lavado regular es esencial.
- La mayoría de las almohadas de microfibra, plumas y lana se pueden lavar directamente en la lavadora, sigue siempre las instrucciones de la etiqueta de cuidados. Te recomendamos usar un programa de lana para lavar microfibra. También es importante cargar dos almohadas a la vez, o al menos distribuir la carga con toallas, de lo contrario la máquina puede desequilibrarse al empezar a girar con una sola almohada en el tambor.
- Para lavar las almohadas de espuma viscoelástica: aspirar y limpia únicamente en las zonas puntuales.
Los edredones también se pueden lavar a máquina de manera similar. Si el tuyo es demasiado grande para tu lavadora, debes llevarla a la lavandería. Sécalo rápida y completamente, colgándolo al aire libre o secándolo en secadora, si es posible. Si la etiqueta de cuidado recomienda la limpieza en seco, te sugerimos que la lleves a la tintorería, ya que los productos químicos utilizados en la limpieza en seco habitual pueden permanecer en la ropa de cama.
4. Cortinas
Tus cortinas en realidad lo único que hacen es permanecer colgadas, entonces, ¿realmente necesitan lavarse? ¡Por supuesto! Sin duda es la ropa de hogar que menos de manchan, pero las cortinas acumulan mucho polvo con el tiempo. Si no se elimina, puede atraer ácaros del polvo.
Sacudir las cortinas será suficiente para eliminar el polvo más inmediato. El accesorio para tapizados de tu aspiradora también puede funcionar bien para esto.
El mejor método para limpiar las cortinas dependerá de la etiqueta de cuidados. Algunas solo se pueden lavar en seco, pero otras se pueden quitar y lavar a mano. Debes tener cuidado de no ser demasiado brusco al manipular las cortinas, de lo contrario podrías dañar el material. Exprime el agua; no lo escurras. Luego podrás plancharlas mientras aún estén húmedas (si la etiqueta de cuidado lo permite).
Algunas cortinas se pueden lavar a máquina; la etiqueta de cuidado te indicará si es tu caso. Utiliza siempre el ciclo para prendas delicadas.
5. Bolsa del gimnasio
Si lo piensas bien, no debe sorprenderte que tu bolsa de deporte, que transporta ropa sudada, toallas húmedas y bañadores empapados a diario, necesita un lavado de vez en cuando. Es muy probable que se acumule en ellas mucha humedad residual y bacterias, por lo que pueden empezar a oler mal con el tiempo.
La mayoría de las bolsas y mochilas tienen una etiqueta de cuidado en el interior, que puedes seguir para tener las mejores instrucciones de lavado. Si se puede lavar a máquina, dale la vuelta y coloca el asa en una bolsa de malla para evitar que se enrede.
También puedes usar toallitas desinfectantes para refrescar tu bolsa de deporte entre lavados, pero no las uses en cuero. Asegúrese también de dejar la bolsa vacía para que se ventile entre usos.
6. Zapatillas de andar por casa
Nuestras pantuflas se usan mucho durante los meses de invierno, pero puede que no sean lo primero que te viene a la cabeza cuando organizas la colada. Sin embargo, ya sea que las uses con calcetines o descalza, el sudor se transfiere de inmediato a las pantuflas, lo que favorecerá la acumulación de bacterias y olores desagradables.
Limpiar las pantuflas y zapatillas de andar por casa no tiene por qué ser una tarea complicada. Por lo general, incluyen etiquetas de cuidado, como todo lo demás, para asesorarte sobre el mejor método de limpieza. Si se pueden lavar a máquina y tienen suela dura, puedes usar una bolsa de malla para la ropa sucia para protegerlas y acolchar la carga para evitar daños durante el ciclo de lavado. Las pantuflas que solo necesiten limpiar determinadas manchas se pueden desodorizar rociando un poco de bicarbonato de sodio en su interior durante la noche y luego sacándolas por la mañana.
7. Manta eléctrica
La idea de lavar una manta eléctrica puede parecer contraintuitiva, fundamentalmente porque contiene componentes eléctricos. Pero como ocurre con otros tipos de ropa de hogar y de cama, es necesario lavarlas cada cierto tiempo. Afortunadamente, el proceso no es tan complicado como crees.
La mayoría de las mantas eléctricas se pueden lavar a máquina, aunque siempre debes consultar primero la etiqueta de cuidado y las instrucciones de tu manta eléctrica. Por lo general, debes quitar todos los cables, incluidos los controladores y mandos, pero generalmente es solo cuestión de seguir las instrucciones de lavado. Asegúrate de que esté completamente seca antes de volver a usarla.