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Siempre es mejor llevar al día las tareas del hogar para evitar discusiones que dejarlas pasar. Por eso, conviene tener una lista de tareas pendientes, sobre todo para limpiar algunos rincones que suelen pasar desapercibidos.
En casa, siempre hay algo que se rompe, se desgasta o necesita algún tipo de atención, como una mano de pintura. Por otro lado, otras cosas hay que limpiarlas, apretarlas, ajustarlas o lubricarlas. Pero, de repente, un día entras al baño y observas la rejilla del extractor cubierta de pelusas y no te has dado cuenta del tiempo que lleva así de sucia.
Las estancias ciegas, sobre todo los baños, necesitan de un sistema de ventilación, ya que carecen de ventanas. En muchas ocasiones, basta con aspirar las rejillas del ventilador del techo del baño, pero hay que hacer un esfuerzo por realizar una limpieza completa del extractor, incluso desmontarlo en parte para revisarlo.
Por qué limpiar y desmontar el extractor de aire
Un ventilador de baño mueve mucho aire húmedo y esto deja su rodete con una fina película de humedad que puede hacer que se le pegue el polvo. El resultado es que los ventiladores acumulan suciedad con bastante rapidez.
Además, los aparatos cubiertos de polvo, como los ventiladores, pueden ser un peligro de incendio, porque el cableado o el motor se pueden recalentar y, con mala fortuna, el fuego se podría propagar fuera de la cavidad metálica del ventilador.
Cómo limpiar el ventilador del baño
Este trabajo sólo requiere herramientas que tienes a mano en casa, como una escalera de mano, un aspirador pequeño, un cepillo de cerdas de nailon, desengrasante en spray y toallas de taller.Es posible que necesite una espátula si la cubierta del ventilador de baño está pegada al techo por una capa de humedad y polvo acumulados.
Utiliza el aspirador para retirar el polvo y la suciedad de la rejilla y las ranuras, pero aprovecha para revisar de forma cuidadosa el cableado. Inspecciónalo bien los cables y la zona del motor por si hay alguna zona oscura, que puede indicar que ha existido sobrecalentamiento.
A continuación, retira la cubierta, que está sujeta por clips, y utiliza una aspiradora pequeña para limpiar el ventilador. Luego, quita bien el polvo con un cepillo pequeño de cerdas de nylon para no dañar el motor y podre frotar suavemente el polvo que quede adherido a la carcasa, el ventilador, el motor o el cableado. Si fuera necesario, vuelve a aspirar el polvo suelto.
Para realizar una limpieza a fondo de la cubierta del ventilador, colócala sobre una superficie plana cubierta por un papel de periódico o de cocina. Rocía la tapa con un limpiador o un desengrasante fuerte para que se disuelve la grasa y no olvides limpiar la parte posterior de la cubierta del ventilador. Frota ambos lados de la cubierta del extractor utilizando el cepillo de plástico.
Ahora, toca tirar de los clips que sostienen la tapa del extractor. Las pinzas a veces acumulan óxido en la superficie. Una vez esté todo limpio y bien seco, encaja los ganchos para situar en su lugar la cubierta del ventilador.
Para terminar, enciende el ventilador y comprueba que no emita ruidos de traqueteo. A partir de ahora, el extractor está listo para funcionar y sólo necesitará un mantenimiento inteligente.