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¿Cuántas veces utilizas el fregadero de tu cocina en un solo día? Desde lavarte las manos hasta lavar los platos, limpiar verduras y escurrir la pasta, esta es una de las zonas más usadas de tu cocina.
Lamentablemente, aunque pasamos mucho tiempo lavando y limpiando otras cosas en ellos, los fregaderos de nuestras cocinas no se limpian solos y pueden ser un imán para las bacterias. De hecho, el fregadero de una cocina alberga 100.000 veces más gérmenes que un baño o un inodoro. Así que, mantener el fregadero de la cocina reluciente es más que una cuestión de mantenerlo en buen estado.
Esto es lo que debes hacer para mantener limpio el fregadero de tu cocina de manera eficiente.
Consejos generales de limpieza
Limpiar el fregadero después de cada uso evitará que se acumulen gérmenes y suciedad. Utiliza un paño húmedo con una solución líquida para lavavajillas o un spray antibacteriano. Limpia siempre el fregadero después de preparar alimentos crudos y enjuaga los líquidos como el té, que pueden manchar los fregaderos de colores más claros.
No dejes paños ni estropajos mojados en el fregadero durante la noche porque los residuos de alimentos y bebidas pueden favorecer la reproducción de bacterias.
Consejo: no te olvides de los grifos. Límpialos regularmente con una solución de detergente para eliminar la suciedad y sécalos para evitar manchas de agua.
Cómo eliminar la cal del fregadero
Si vives en una zona de aguas duras, se puede acumular cal dentro y alrededor del fregadero. Para mantenerlo bajo control, prepara una botella con atomizador con mitad de vinagre blanco destilado y mitad de agua, y úselo con regularidad. Después, enjuaga siempre bien con agua corriente y nunca uses vinagre en grifos chapados en oro.
Desagües y desbordes
Los desagües y desbordes también se ensucian, así que usa un cepillo fino para botellas para frotarlos bien una vez a la semana.
Para mantener los fregaderos tragando bien y eliminar la acumulación de grasa en las cañerías del desagüe, al menos una vez al mes vierte una taza de cristales de bicarbonato de sodio por el desagüe, seguido de una tetera llena de agua hirviendo. Haz esto semanalmente si tu fregadero tiende a atascarse.
Fregaderos de cerámica
Los fregaderos de cerámica blanca se han vuelto cada vez más populares en la última década, pero si no se tiene cuidado, estos fregaderos pueden mancharse con facilidad. Los limpiadores en crema funcionan bien para la limpieza profunda de fregaderos de cerámica. Como alternativa ecológica, frota con una pasta hecha de bicarbonato de sodio y agua.
Para eliminar las manchas especialmente difíciles, pon el tapón, llénalo con agua tibia y añade detergente biológico, dejando que haga su magia durante unas horas o durante toda la noche.
Fregaderos de acero inoxidable
El acero inoxidable requiere relativamente poco mantenimiento y, siempre que lo mantengas limpio y elimines los depósitos de cal, los fregaderos de acero inoxidable no deberían requerir una limpieza demasiado profunda. Pero para eliminar las marcas de agua recomendamos pulir con un paño fino de microfibra después de la limpieza. Para una limpieza más profunda y revivir el brillo, prueba el limpiador y abrillantador para utensilios de cocina y acero inoxidable Bar Keepers Friend.
Fregaderos de composite y granito
Estos pueden ser de varios colores y también requieren poco mantenimiento; sin embargo, debes evitar el uso de limpiadores a base de ácido con regularidad. Puedes usar vinagre diluido como recomendamos más arriba para eliminar los depósitos de cal, pero nunca uses vinagre puro y siempre enjuaga bien después de su uso.
Frota las manchas con agua y jabón y un cepillo de cerdas de nailon. Para lavabos de colores claros, también puedes usar una solución 50:50 de lejía y agua para fregar manchas particularmente difíciles. Nunca uses limpiadores muy abrasivos como estropajos de acero y evita productos químicos agresivos.
