- En qué consiste el oosouji, el método japonés para ser más felices a través de la limpieza.
- 10 de los trucos de limpieza más satisfactorios den TikTok.
- Qué es el método Osate: cambia tu casa y tu vida con este reto basado en el Feng Shui.
Es tan fácil acumular cosas en casa que no nos damos ni cuenta. Pueden ser desde objetos rotos, que te has prometido arreglar algún día, hasta recuerdos de las vacaciones que has convertido en decoración DIY. Por eso, de vez en cuando, es importante hacer una buena limpieza y, de paso, deshacerse de cosas que ocupan un espacio valioso.
Michelle Ogundehin, experta en interiores y adicta confesa al desorden, comparte sus 10 consejos para renovar tu hogar en un instante...
1. Revisa todo lo que tienes
"Mi regla absoluta número uno es, en realidad, un consejo de desorden inverso. Esto significa que siempre sabrás exactamente cuántas pilas, bombillas, bolsas de basura, sellos, jerséis, notas adhesivas y macetas tienes, por lo que nunca comprarás más de lo que necesitas", nos cuenta Ogundehin.
También puedes practicar el método de limpieza de la muerte sueca. Cuanto más orden haya, más fácil será encontrar fácilmente cualquier cosa cuando tengas prisa, ya que no hay nada más molesto que gastar dinero en algo para descubrir que ya tenías suficiente. Además, evitará que sucumbas a ofertas especiales que no son ni remotamente ventajosas si no necesitas dicho artículo. Esta es una regla de venta especialmente buena para la ropa, ya que es sorprendente la cantidad de gorros, pares de medias negras y jerseys azul marino que descubrirás que ya tienes si los agrupas diligentemente.
2. Centra tu atención en una cosa
Cuando te entren ganas de ordenar, limítate a una sola cosa, como periódicos y revistas o tu armario, en lugar de atacar al azar la casa, o incluso una habitación, en su conjunto.
Si haces esto último, pronto te sentirás abrumado o aburrido. Si concentras tus esfuerzos, será más factible y tendrás una gratificante sensación de haber terminado, ¡lo que incluso podría inspirar otra ronda de limpieza!
3. Adoptar la mentalidad adecuada
Mi regla personal a la hora de valorar si tirar algo a la basura, reciclarlo, regalarlo o quedártelo es imaginar que te mudas de casa, ¿podrías vivir sin ello y/o pagarías a alguien para que lo subiera por tres tramos de escaleras? Si la respuesta es afirmativa, se lo lleva. Si respondes que sí a lo segundo, puedes quedártelo.
4. No caigas en la trampa del "algún día será útil".
El modo de pensar "tal vez sea útil algún día" es la muerte de una buena limpieza. Pregúntate a ti mismo: ¿realmente no se podría volver a obtener o volver a comprar a bajo coste si llegara ese fatídico día? Los rollos de papel higiénico, las cajas de repuesto y los viejos rollos de papel pintado no entran en esta categoría... ¡deshazte de ellos y recíclalos!
La única excepción podría ser si tienes niños pequeños y se prevén fines de semana húmedos, en cuyo caso las cajas viejas pueden convertirse rápidamente en espléndidos cohetes en los que volar a la luna.
5. Guarda tus recuerdos con cuidado
No creo en la idea de escanearlo todo en un archivo informático, ya que nunca lo verás y acaba con la alegría física de esos recuerdos. En lugar de eso, cómprate un juego de bonitas cajas de cartón a juego y guarda todos tus recuerdos en ellas.
Es divertido leer regularmente cartas antiguas, hojear diarios de la infancia y mirar fotos viejas, incluso animarte a hacer un expositor DIY de fotografías. Y cada vez que lo hagas, probablemente te alegrarás de deshacerte de algo, por lo que se irá reduciendo orgánicamente con el tiempo. También significa que has creado un lugar dedicado para esas cosas cuando inevitablemente tengas cosas nuevas que añadir.
6. Reduce el espacio que ocupan los CD y DVD
Guárdalos también, pero las cajas ocupan mucho y es mejor utilizar las prácticas carteras para CD con fundas de plástico. Recorta la foto de la parte delantera del envoltorio del DVD para ponerla delante del disco y guárdalos por géneros. Es increíble el espacio que puedes ahorrar haciendo esto, además es más satisfactorio porque encuentras todo muy rápido.
7. Revisa tus libros
Conserva sólo los libros que consultas con regularidad. Por ejemplo, libros de cocina con recetas saludables, o libros de jardinería; pero también aquellos que volverías a leer, que prestarías a un amigo o que pasarías a sus hijos. Todos lo demás deben desaparecer. aunque parezca despiadado. Lo mejor es que hagas una donación o los vendas en alguna plataforma de segunda mano.
8. Todos los alimentos bien organizados
Aquí también se aplica la regla número uno. Guarda lo mismo de lo mismo para evitar una acumulación innecesaria de albaricoques secos. Y, al menos dos veces al año, sácalo todo para comprobar las fechas de caducidad y hacer un inventario rápido. ¿Un antiguo paquete de harina? Quizá sea el momento de renovarlo. Además, te será de gran ayuda contar con organizadores originales para ordenar la cocina.
9. ¿Realmente necesitas esas cosas rotas?
A menos que los objetos rotos puedan arreglarse al instante con un tubo de superpegamento, o estés a punto de jubilarte, deshazte de ellos. Sé sincero contigo mismo, ¿cuánto tiempo lleva ese jarrón/silla/juguete viejo en el sótano o garaje? Bastante, pero recuerda que la vida a veces es demasiado corta.
10. Echa un vistazo por toda la casa
Por último, creo que nuestros hogares tienen el poder de afectar físicamente a nuestra salud y bienestar. El hogar debería ser un lugar que restaura, rejuvenece y repone, pero a menudo no es así debido al desorden. En resumen, si quieres un cambio positivo en tu bienestar, vale la pena ocuparse de tu entorno. Así que mantente inspirado teniendo siempre presente el objetivo de la limpieza: ¡ser feliz en casa!