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Casi todos lo hemos sentido en realidad. Cuando limpias la casa y todo está en orden, se siente una extraña sensación de armonía, de que todo está bien. Esto se vivió muy intensamente durante los meses del confinamiento por la pandemia de la covid-19. Nuestra casa se volvió muy importante y mantenerla limpia era una forma de conservar la paz mental.
Los japoneses esto lo saben muy bien, por ello tienen el ritual del oosouji, una tradición que se suele llevar a cabo a finales de año y que consiste en la limpieza y organización de la casa o del lugar de trabajo y que tiene como objetivo purificar el hogar, de forma real y metafóricamente, para dejarlo listo para recibir el Año Nuevo. El término oosouji se compone de dos palabras japonesas: "oo" que significa "grande" y "souji" que significa "limpieza".
A pesar de que los japoneses la suelen realizar durante las vacaciones de final de año, nada impide hacerla en cualquier momento del año e incluso varias veces a lo largo del mismo. El objetivo del oosouji no es solamente eliminar la suciedad, el polvo y en tirar todos los trastos que ya no nos sirven, sino que también, a través del mismo, se busca deshacerse de las malas energías y de todo aquello que haya traído mala suerte durante el año (o e periodo) que está por terminar.
Cinco aspectos a tener en cuenta al realizar el oosouji
- Limpiar todo a conciencia. No se trata de una limpieza superficial sino todo lo contrario. Durante el ritual hay que limpiar TODO, incluso los rincones ocultos, debajo de los muebles, los techos… Todas las zonas que en una limpieza normal muchas veces pasamos por alto.
- Revisar armarios y cajones.Como decíamos, el oosouji no solo consiste en limpiar. Tenemos que realizar una revisión de todo lo que hay en nuestra casa y librarnos de aquello que no necesitamos: ropa que ya no nos vayamos a poner, papeles que ya no necesitamos, recuerdos que ya no tiene sentido guardar, etc.
- Despedirse de lo que ya no queremos. Cuando hayamos recopilado todo de lo que nos vamos a deshacer, la tradición manda despedirse de todas esas cosas pero no de una forma inconsciente, sino apreciando la contribución que hizo a nuestra vida y agradeciéndolo.
- Pagar deudas. Las deudas, son otro tipo de “suciedad” en nuestras vidas, así que saldarlas es otra forma de hacer borrón y cuenta nueva y prepararnos para entrar limpios en el año que viene.
- Eliminar todo lo que ya no nos sirve. Finalmente nos desharemos de todo lo que no necesitamos.
El oosouji en el ámbito laboral
El oosouji no solo se limita al hogar, sino que también se practica en los lugares de trabajo. Las empresas japonesas suelen cerrar por unos días en el mes de diciembre para que los empleados puedan hacer una limpieza completa de la oficina.
Durante el oosouji en el trabajo, los empleados suelen limpiar sus escritorios, archivadores y las áreas comunes. Además, también se suele hacer una revisión de los archivos y documentos para eliminar aquellos que ya no son necesarios.
Barrer de dentro hacia afuera
Una vez que la limpieza y la organización de la casa están completas, es muy común que las personas realicen un ritual de purificación en su hogar.
Este ritual se llama susuharai y consiste en barrer la casa desde adentro hacia afuera para sacar toda la mala energía que pueda estar presente entre nuestras cuatro paredes. Después de la limpieza y la purificación, es común colocar los adornos festivos en la casa para recibir el Año Nuevo.
Tanto el oosouji como el susuharai son tradiciones muy importantes entre los japoneses sintoístas. No es simplemente una excusa para limpiar la casa sino que es una oportunidad para reflexionar sobre el año que ha pasado y sobre los cambios que se quieren hacer en el futuro. Es una oportunidad para deshacerse de lo que ya no se necesita y para dar la bienvenida a lo nuevo con una mente clara y renovada.