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El diseño puede ser un poderoso aliado en la preservación del planeta, y Cookplay lo ha llevado a la práctica con su última colección: Oceancook. La firma bilbaína de menaje de diseño, en colaboración con la Fundación Oceanogràfic València, ha creado una vajilla que busca enriquecer la experiencia gastronómica y concienciar sobre la alarmante situación de algunas especies marinas en el Mediterráneo. Más que una simple colección de porcelana, Oceancook es una iniciativa con un claro propósito: transformar la mesa en un espacio de sensibilización y acción.
Un proyecto que une diseño y conservación
La idea de Oceancook nació del interés del equipo del restaurante Submarino, del Oceanogràfic de València, por plasmar en objetos cotidianos la belleza y fragilidad de algunas de las especies más amenazadas del Mediterráneo. Sin embargo, necesitaban un lenguaje que tradujera la riqueza de su banco de datos en formas funcionales y evocadoras. Ahí es donde entra Cookplay y su fundadora, Ana Roquero, cuyo enfoque orgánico y sostenible en el diseño encontró la manera de capturar la esencia de estas criaturas en piezas de porcelana.
La colección se compone de diferentes piezas inspiradas en cuatro especies en peligro: Raya Ondulada (Endangered - EN), donde su elegante movimiento en el agua y su morfología determinaron la forma de los cuatro platos fundamentales de la colección (llano, hondo, postre y side); Caballito de mar mediterráneo (Near Threatened - NT), que debido a su pequeña dimensión, su silueta sirvió como inspiración para un platito de aceite; Anguila europea (Critically Endangered - CR), su cuerpo serpenteante dio forma a vasos y boles con líneas sinuosas. Y por último Tiburón blanco (Critically Endangered - CR), que con su icónico colmillo se convirtió en un recipiente con tapa, una pieza que evoca la potencia y majestuosidad de este depredador.
Cada una de estas especies ha sido reinterpretada desde un enfoque escultórico, sin caer en la mera representación figurativa. El resultado es una colección con una marcada identidad Cookplay: piezas funcionales, orgánicas y de gran carga expresiva, que combinan la sofisticación de la porcelana con una narrativa ecológica potente.
Más que una vajilla, un mensaje de concienciación
Además de su propuesta estética y funcional, Oceancook tiene un impacto tangible en la conservación marina, pues por cada pieza adquirida, Cookplay donará un euro a la Fundación Oceanogràfic València para la protección de estas especies en peligro. Pero más allá del aporte económico, el verdadero valor del proyecto radica en su capacidad de sensibilización. Llevar a la mesa una pieza de Oceancook es, en cierta forma, una invitación a reflexionar sobre el estado de nuestros océanos y sobre cómo nuestras decisiones diarias pueden contribuir a su protección.
“El diseño debe ir más allá de la estética. Con Oceancook hemos querido demostrar que los objetos que nos rodean pueden tener un propósito, que el arte de la mesa puede ser un vehículo de cambio y concienciación”, afirma Ana Roquero.
Esta no es la primera vez que Cookplay pone el diseño al servicio de la sostenibilidad. En 2019, la firma lanzó CookplayEKO, una gama de menaje desechable fabricada con fibra de caña de azúcar, completamente biodegradable y compostable. Con Oceancook, la marca reafirma su compromiso con el medio ambiente, esta vez sumergiéndose en el mundo marino para dar voz a quienes no pueden defenderse por sí mismos. Porque, al final, salvar el planeta también puede empezar con un plato.

















